Capítulo 7: ¿Malos resultados?

708 70 23
                                    

Esa semana había sido un infierno para el inglés, no podía dormir las suficientes horas como para tener energías durante el día. Su cansancio era monstruoso, lo hacía sentir aún más viejo, teniendo en cuenta su edad.

Se replanteaba una y otra vez la idea de hablar con Martín, pero se ponía a pensar en posibles consecuencias y siempre terminaba por arrepentirse. Francia le insistía continuamente en que era el momento de hacerlo, bueno, después del pequeño incidente en el parque, tenía todas las cartas para jugarsela, pero en vez de darle motivación solo lo hacía sentir más nervioso. No quería hablar con Martín, el simple hecho de pensar en como podría reaccionar a una tan descabellada declaración le producía dolor de cabeza, aunque era obvio que en algún momento debería hablarlo, tarde o temprano Martín se daría cuenta y si de algo estaba seguro, es que era mejor hablarlo como una declaración de su parte y no como un extraño descubrimiento del argentino.

Ensayó un sin fin de veces con la pared, pensando en las palabras que debía decirle, como debía decirlas y en que momento, pero era obviamente estúpido, claro que cuando lo tuviera en frente en ese momento reapareceria su incapacidad de formar palabras existentes.

Su cabeza no dejaba de fabricar preguntas que arruinaban sus días: ¿Qué iba a pensar de él? ¿Y si lo odiaba aún más? ¿Qué pasa si lo rechaza? O peor, ¿Qué pasaría si le corresponde? No se sentía listo para enfrentar todas esas emociones.

Estaba parado en el medio del parque en el que había ocurrido la "tragedia" que ahora lo tenía en esa situación, cuestionando un poco sus ideas, otra vez, con solo tres horas de sueño y con el argentino, infaltable en su cabeza. Necesitaba respirar un poco, oxigenar su cerebro era fundamental teniendo en cuenta lo que estaba por venir, sabía que Martín estaría allí, o bueno, tarde o temprano aparecería, siempre iba al parque.

Estaba asustado, no podía quitarse ese recuerdo de su cabeza, tan sólo fueron milésima de segundos que arruinaron su semana, estaba seguro de que se dió cuenta de algo, él había logrado reaccionar rápido y ocultar la carta, pero luego de pensarlo varías veces se dió cuenta de que no fue suficiente. No podía quitarse la expresión del latino de la mente, sin duda algo había notado y eso provocaba una mezcla de sensaciones en su cuerpo. Sí se dió cuenta o sospecha algo, eso significa que debía decirle la verdad lo antes posible, no le quedaba mucho tiempo para evitar un colapso brutal entre él y el argentino. Así que, después de pensarlo detalladamente toda la semana, hoy se decidió a decirle la verdad.

Además, ya era tarde para tantos cuestionamientos, todo esto era su culpa y ya no había marcha atrás, ni tiempo para arrepentirse. Así que hoy se había levantado de la cama, totalmente decidido a gritarle en la cara todos sus sentimientos, todo lo que había estado reprimiendo durante tanto tiempo, y a la mierda lo que pueda llegar a pensar de él, hoy nada lo detendrían.

Luego de una larga espera, pudo ver cómo ese rubio que tenía prisioneros a su corazón entraba con las manos en los bolsillos, caminando de una forma tan vaga que hasta daba sueño, o tal vez era él que no había dormido bien. Sus piernas empezaron a temblar, sabía lo que se venía y no importa cuánto se haya preparado, seguramente metería la pata, pero no podía arrepentirse ahora, el argentino al fin estaba solo y debía aprovechar.
Se arregló la ropa y el pelo y carraspeó un poco para arreglar su voz.

You can do it —Se dijo a sí mismo para darse aliento.

Comenzó a caminar a paso apurado hacia su dirección y entre más se acercaba, más miedo e inseguridad sentía. Martín se sentó en el suelo y empezó a jugar con el césped, no parecía tener prisa o algo importante para hacer.

—Martín. —La palabra salió de su garganta como si fuera vómito y por eso no logro medir el grado de su voz.

El argentino pegó un pequeño saltito y se volteó rápidamente, tal vez el volumen de su voz lo asustó.

Cartas Anonimas [ArgUK] (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora