Capítulo 11: Sorpresas de la vida

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Francia es realmente una buena ayuda para dispersar ideas tontas de su cabeza, a pesar de que le duela admitirlo, es un alivio tenerlo para hablar. Pensó con tranquilidad lo que el galo le había dicho y tenía razón, no servía de nada alterarse y sacar ideas tontas de su cabeza. Ya llevaba dos semanas después de el, como lo llamaba, "desastre monumental" frente a Martín, aunque aún quedaban secuelas del ridículo más grande de su vida, no dejo que afecte en su vida cotidiana.

Hoy se realizaría una importante reunión de la ONU, la cual ya había sido programada hace un mes y todos los países debían asistir. No había forma de salvarse, seguramente encontraría al argentino y tendría que pasar por unos varios segundos de vergüenza, pero no iba a poder evitarlo para siempre. Que mejor manera de reencontrarse con él que en un lugar bullicioso y colapsado de gente.

El auto lujoso en el que viajaba estacionó frente a una edificación colosal, de hermoso aspecto, habían muchas caras conocidas, saludó a varios a su paso e ingreso en el lugar. Buscó con la mirada a Martín, pero en su lugar solo encontró a los hermanos México, Ecuador y al fondo logro distinguir a Colombia, no había rastros del egocéntrico sudamericano.

Todos los presentes en el lugar ingresaron a un salón con una enorme mesa que creaba un círculo, algunos países tomaban sus respectivos asientos y otros simplemente se quedaban parados conversando de trivialidades. Kirkland se sentó, aún explorando su vista entre todas las personas.

—Arthur —Lo llamaron por detrás.

El inglés se volteó, encontrándose con el americano, quién tenía una enorme sonrisa en su rostro y varios papeles desordenados bajo su brazos.

—Ah, Alfred, no te vi en la entrada —Dijo, pasándole su mano para saludarlo cordialmente.

—No, es que he tenido que preparar unas cosas y no pude bajar de mi auto —Explicó — ¿Me cuidas esto? —Pidió mientras tiraba el montón de papeles sobre la mesa—. Debo ir a buscar algo.

—Sí, claro, no hay problema —Respondió, encogiéndose de hombres.

Alfred se dió la vuelta y desapareció del lugar. La atmósfera le parecía un tanto extraña, estaba todo demasiado tranquilo y eso era algo poco común en su día a día. Tal vez era la ausencia del francés a quien, por cierto, no había visto desde que llegó al lugar, le pareció extraño que no lo haya buscado e hiciera una de sus típicas apariciones silenciosas que le ponían los pelos de punta y lo llevaba a golpearle el rostro. Tampoco había visto al brasileño, lo cual significaba que tampoco estaba Martín, teniendo en cuenta que esos dos siempre estaban juntos.

Luego de varios minutos de pensar, el estadounidense había regresado con una caja de donas y un refresco en las manos y retomó su lugar junto al mayor. Alfred lo miró disgustado ¿De verdad iba a comerse todo eso? Un sonido que alarmó a toda la habitación dió por iniciada la seción y todos tomaron sus asientos, haciendo que el lugar sea más visible.

Un hombre mayor, que parecía ser muy importante, se posicionó en el medio de la sala y se presentó ante todos. Arthur notó varias caras que no había visto antes, tal vez sea por el repentino orden que tomó el lugar cuando todos se sentaron y también notó la cantidad de sillas vacías que quedaron, demostrando la falta de responsabilidad de ciertos países. Al otro lado pudo ver a Luciano que estaba sentado junto al resto de los latinos. Martín no estaba ahí, de hecho, su silla estaba vacía. Por algún motivo, el inglés se molestó por la irresponsabilidad del más joven.

El hombre en el medio del salón comenzó a pronunciar un largo y aparentemente importante monólogo, mientras indicaba algunas cosas en una pantalla. Estaba interesante todo lo mencionado por el sujeto y le hubiera seguido prestando atención si el repentino ruido de la puerta abriéndose detrás suyo no lo hubiera sorprendido. Arthur volteó para ver quién era el cuasante de tal irrespetuoso ruido y quedó extrañamente sorprendido cuando vió entrar al trío de primos sudamericanos.

Cartas Anonimas [ArgUK] (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora