diez

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Los primeros rayos de sol comenzaron a posarse en los cristales de los ventanales, como largas tiras amarillas reluciendo cada rincon del castillo, la suave brisa movia con pequeños movimientos las copas de los arboles, mientras los cantos de las aves que pasaban por ahi eran acompañados por pequeños murmullos y sonidos de pasos apresurados por todo el castillo.

Cada sirviente tenia una tarea importante que ejecutar, cada persona del personal estaban caminando de un lado para el otro con grandes cuadernos en las manos analizando que faltaba y que estaba perfecto, incluso los mas grandes diseñadores se encontraban ahi, midiendo cada lugar y pequeño detalle del gran salon. Mientras que los mejores cocineros se encontraban discutiendo que platillo era mas exquisito para una especial noche.

Todos estaban ansiosos por la gran celebración que daría inicio hoy al anochecer. Todos esperando con ancias la gran noche para el pequeño principe yoongi.

El baile de la luna.

El rey Min les habia informado que por fin, hoy se daria la gran noticia, que los dos hijos menores del reino Park y el reino Min anunciarian el compromiso de su boda a todos los reinos en un baile.

Uniendo en una alienza y un tratado de paz, a los dos reinos diferentes.

Uniendo en secreto de todos, a dos reinos poderosos. Que no dudarian en defenderse si algun reino inferior los retara a una batalla. Donde juntos podrian levantar la mas sangrienta guerra y salir inmune de ella.

Dos reinos que esconden secretos en finas mantas de seda que cautivan a todos los del pueblo. Como una ilusion dulce con el doble filo de la espada.

Aunque todo se montara dulce y maravilloso para el pálido omega en su futuro a los ojos de las demas personas. Muy poco sabian la verdad que escondía la sonrisa del príncipe menor.

No todos sabían que aquél pálido Omega que se encontraba aún descansando entres sábanas de seda blancas, tenía los ojos hinchados de tanto llorar y las lágrimas secas en sus carmesí mejillas por aguantar el dolor de su frágil corazón o los gritos silenciosos que escondia su alma cada vez que la oscuridad tocaba a su puerta.

Como una rosa con espinas. Dejandose engañar por la apariencia pero no pudiendo fijarse bien en la heridas que tiene en su alma.

Porque la vida de un príncipe no siempre es un cuento de hadas cómo todos creen. Y aquel palido omega escondia su dolor en sonrisas fingidas y una mirada dulce que lo unico que lo delataba era el brillo apagado de sus orbes verdes.

Pero nadie decia nada.

🌉🌉🌉

Su corazón comenzó a latir rapidamente mientras miraba aquélla gran puerta negra de madera, podía sentír la forma en que sus manos temblaban y su cuerpo sentía una ansiedad voraz, su omega estaba nervioso y sutilmente asustado, el pálido omega castaño podía escuchar claramente cada latido que su corazón daba, cada sonido, cada temblor de su cuerpo, como si el viento pudiera escuchar cada pequeño movimiento que emitia su cuerpo al temblar, la brisa fría chocaba en sus palidas mejillas como si un suave beso se tratara antes de entrar a la tormenta.

Tenia miedo.

Suspirando una vez más subio una de sus manos lentamente, como si aquella madera fuera peligrosa y en cualquier momento se abriria un gran agujero negro donde crueles llamas sin piedad iban a agarrar sus dos pálidas manos como cadenas quemando e impidiendo su libertad para luego arrastrarlo y empujarlo en las llamas de aquel vacio infernal, aquello era extraño, pero de alguna forma se lo esperaba, de alguna forma su conciencia le decia que se lo merecia, cerro sus ojos, por alguna extraña razón, su lobo lo obligaba a estar alerta

El Baile de Blanco - jimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora