quince

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maratón (3/3)


Tres días.

Tres malditos y cortos días.

Sólo tenía tres días de libertad antes de que su padre entregue su mano en sagrado matrimonio a Park Jimin, antes de que su mundo se detenga y aquel alfa amarre su cuerpo y alma para siempre.

antes de que la tormenta libere aquel tornado que lo tenia cautivado.

Algo en su pecho de sintió diferente, aquel palpitar, aquella corriente que lo recorrió en sólo esos pensamientos.

Aquellos tres días que no harían nada más que explotar los secretos y enterrar los cuerpos cálidos de almas frías que quedaron en medio de aquella alianza en un acuerdo desalmado y duro.

Pero a pesar de aquella mirada triste y cuerpo débil que todos los criados del Castillo miraban, a pesar de los gritos que soltaba su alma todas las noches, y las lágrimas secas que siempre paraban en su mejilla, adornando su rostro, pintando aquellas marcas crueles, nadie nunca decía nada. Nadie se atrevía a mirarlo.

Y nadie nunca lo haría.

Nunca.

- Yoongi - sus pálidas piernas inestables dejaron de caminar por un momento, dejaron de tratar de huir de aquellos pensamientos y se quedaron quietos, inmóviles esperando el momento adecuado para derrumbarse en el frio suelo, esperando con ansias derrumbarlo en aquella mañana - podemos hablar un momento - cerró sus párpados con fuerzas cuando sintió aquel extraño sentimiento recorrer su cuerpo, las calientes lagrimas cosquilleaban atrás de sus ojos, y aquel nudo quería impedir cualquier palabra que saliera de sus labios. Cualquier sonido que no fueran los lastimeros quejidos. Yoongi no se movió, sólo asintió lentamente como si tuviera miedo, miedo de aquellas palabras y miedo de mirarlo y salir más dañado de lo que ya estaba, de aquella debilidad que lo tenía preso -

Cuando los segundos pasaron y no escucho ningún sonido de la persona contraria. Se volteó. Aquellos orbes avellanas llorosos lo recibieron en su campo de visión destrozando aquellas murallas que quiso formar para afrontar todo lo que viniera, destrozando en sólo cuestiones de segundos su valentía. Y solo basto aquello para que le robara las fuerzas y su respiración se perdiera en el corto espacio que los separaba.

- taehyung negó varias veces, incapaz de hablar, incapaz de poder siquiera dar un paso y mantener su cuerpo firme, sus rodillas temblaron y sus piernas no pudieron resistir más la inestabilidad cediendo cayó arrodillado contra el frío suelo, las gruesas gotas saladas comenzaron a recorrer sus mejillas deslizándose muy cruelmente por su mentón hasta manchar en pequeñas manchas su blanca camisa - lo siento. Por favor Perdóname - y sus brazos se derrumbaron dejando caer todo su cuerpo hacia adelante mientras los suaves gemidos no pudieron ser retenidos por mucho más tiempo - perdóname - volvió a repetir como si no se hubiera escuchado, cerros sus párpados con fuerzas, las calientes lagrimas bañando sus pestañas mientras su frente reposaba en el suelo con todo su cuerpo inclinado, su voz rota y quebrada - nunca quise que las cosas fueran de esta manera -

Apretó con fuerzas sus párpados sintiendo las calientes lagrimas caer por sus mejillas lentamente como si aquellas palabras hubieran roto el tiempo y su cuerpo fuera obligado a sentir aquel inmenso dolor al doble, sus piernas fallaron cuando trataron de avanzar, cuando trataron de acercarse y negar aquellas palabras inentendibles para él, no lo entendía, no podía entender a que venía de pronto aquella confesión, estiró una de sus pálidas manos tratando de levantar aquel cuerpo, tratando de levantar aquella persona que había olvidado su orgullo y el arrepentimiento mezclado con la agonía de la tristeza que reinaban en su corazón, pero sólo quedaron en el aire sintiendo aquel pesado ambiente cuando aquel omega Castaño se levantó de pronto y sin mirarlo comenzó a correr.

El Baile de Blanco - jimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora