El Baile de Blanco - jimsu

cinco

Su cabeza comenzó a punsarle, sus brazos se sentian tan debiles, que nisiquera podia levantarlos, su garganta estaba tan seca que la sed fue lo unico que lo hizo salir de su ensoñacion.

Abrio primero un parpado, mirando a su alrededor "blanco" fue lo primero que vio, extrañado levanto su otro parpado para que el panorama se vea mejor.

- ¿d-donde...estoy? - su garganta dolia, se sentia tan aspera, que cada palabra que salia, parecia que las arrastraba al hablar

- yoonie despertaste, nos tenias tan preocupados - escuchar a su lobo le subio el animo, aunque él no supiera que su lobo tambien habia caido en un sueño profundo como él, que habia sentido el mismo dolor que él, pero con la diferencia que su lobo si sabia lo que estaba sucediendo

"Nos tenías tan preocupados"

- ¿p-preocupados?

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Cansado era como se sentía Jimin

Se encontraba sentado en su recámara, sus manos estaban a cada lado de sus rodillas, mientras que su mirada estaba perdida en algún punto en específico del lugar.

Yoongi había caído inconsciente en plena clase del señor Seok Jin, su mirada siempre se encontraba donde el Omega, incluso cuando le llamaron la atención se sintió más impotente que otras veces, entonces se dio cuenta que algo estaba mal, yoongi nunca se desconsentra en alguna clase, nunca lo hace, entonces comenzó a prestar más atención, pudo ver como sus ojos se cerraron con fuerza, y como su aroma había cambiado en el aire, y como su cuerpo cambió, estaba tenso, como si el algo lo estuviera molestando, no tardaron segundos en ver como se movía de un lado a otro, y como su cuerpo se ponía pesado y ligero a la vez, lo había atrapado justo a tiempo antes que su cuerpo impacte contra el frío suelo del cuarto.

Suspiro frustrado mientras una de sus manos cepillaba su cabello hacia atrás

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Su mirada estába perdida en el tétrico color de la pared, el blanco nunca fue su color favorito, y toda vía más Ahora.

Suspiró con frustración.

Odiaba lo que estába pasando ¿Como no hacerlo?, su primer amor estaba apunto de ser comprometido con otra persona, mejor dicho, apuntó de casarse con otra persona que nunca lo valorará.

Se levantó de aquél incómodo asiento frustrado y triste, no sabía ni siquiera Porque lo hizo, sólo sabía que sus pies se movian sin un lugar en específico, como si con eso logrará alejar todos aquéllos problemas que vienen a su mente, como si con eso lograría resolver aquello que estaba apunto de comenzar, donde el primer amor de su vida sería el más lastimado y el sólo lograría ser un espectador más.

Pero eso va a cambiar,  No haría que nada le pase, si tiene que dar su vida por él, lo haría.

Levantó la mirada cuando escucho el ruido de un auto pasar, sacó su teléfono y marcó.

- ¿donde estás? - gruño molestó

- ¿cómo se encuentra? -

- ¿tu que crees? - rodó lo ojos por aquélla pregunta, tenía ganas de gritarle, pero no podía, su corazón estaba oprimido por alguna razón, haber escuchado aquélla voz, o estaba tan preocupado por su amor inconsciente en aquél hospital.

- ¿Porque estas molesto con migo? ¡yo nisiquiera hise nada! -

- ese es el problema, "no hiciste nada" - recalcó las mismas palabras

- ¡¿y qué se suponía tenía que hacer?! -

- No lo se - claro que si lo sabía pero no lo iba a decir, él pudo haber insistido más, él pudo decir que eso era una total mala idea, él pudo salvar a su amor.

- ¡¡maldita sea!! ¿puedes dejar de culparme a mí? -

- no te estoy culpando - claro que No, el no era el culpable en todo este maldito teatro.

- ¡¡eres un maldito idiota!!, ¡tu muy bien sabías que yo no podía decir alguna palabra en esa decisión! - su voz se fue apagando poco a poco - yo...... no

- Tae... - susurró desconcertado

- No, cállate de una vez, yo, yo hice todo para convencerlo de que eso era un error, que sólo traería problemas en el futuro, ¿acaso me escucho?, No, él nisiquiera sabe lo que está pasando, ¿Porque será No?,  sólo porque una persona decidió jugar al héroe con espada para salvarlo, ¿que estas haciendo? -

- nunca entenderías - susurró triste, su voz sonó apagada, sin vida, ¿acaso entendería que duele ver a tu primer amor comprometido? Que pronto estaría en brazos de otro, que pronto se alejaría para siempre...

- me gustas - y sus palabras comenzaron a apagarse poco a poco - siempre lo hiciste hoseok - y su voz se rompió, como aquélla llamada.

silencio fue lo único que escucho.

Su mirada quedó perdida en aquél árbol de Cerezo frente suyo, sus ojos picaron, sus manos temblavan, sus piernas se sentían inestables, su corazón se sentia oprimido, su lobo se estaba lamentando de dolor, ¿No lo entendía?, después de tanto tiempo, no volvia a sentir aquél dolor, las lágrimas resvalaron una por una en silencio, ya estaba comenzando a entender algunas cosas.

Era primavera, los árboles vestían hermosas Flores, el dia era tan perfecto como el clima, el era el encargado de cuidar al príncipe kim.

- hoseokiee ven a jugar con migo - habló aquél Omega de cabello Castaño, piel palida y unos esponjosos labios.

- príncipe kim, no se me permite hacer eso - sus miradas estaban conectadas, mientras pequeños pétalos de cerezos volavan a su alrededor.

- esta bien - susurró mientras caminaba poco a poco más cerca del moreno alfa, su corazón latia rápido, estaba nervioso - mañana me voy

- lo se príncipe, espero que su estadía allá no sea desagradable - sonrió mostrando aquélla Linda dentadura, y bella sonrisa.

- me gustas - susurró despacio pero no tanto que el alfa no pudiera escuchar, su mirada estaba posada en sus zapatos, sus pálidas manos temblavan por aquél silencio - me gustas - volvió a repetir más fuerte, como si aquellas palabras le dieran fuerzas de seguir continuando - h-hoseok... - sus palabras quedaron perdidas en el aire al sentir como unos suaves y delgados labios se posaron en los suyos, sus ojos picaron, y una por una fueron saliendo aquellas lágrimas silenciosas

- lo siento - susurró una vez que se hubieran separados, desviando la mirada por miedo de ver aquélla escena delante de él - a mi me gusta yoongi

- lo se - su voz estaba rota, ya no podía soportar aquellas lágrimas, su corazón estaba destrozado, tenía aquélla esperanza de que si se lo decía lograría cambiar aquél amor que siente por su hermano menor, pero que iluso fue, su lobo aullo de dolor, ante aquél  rechazó - p-por eso me voy