CAPÍTULO V

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V.

Su cercanía era algo que siempre me ponía nerviosa, el solo poder ver sus ojos color verde mirando los míos, era una sincronía que me encantaba, aquellos labios entrecerrados pidiendo un solo beso, aquel aroma natural que emanaba una purificación al alma.

Podrías llamarme cursi, pero las palabras que salen cuando uno esta enamorada, es algo tan inevitable.

Baje mi mirada hacia sus labios, y luego mire sus ojos, aquellos ojos tan encantadores, el sonrió mientras nos balanceábamos a un ritmo imaginario, y yo sonreí de vuelta.

Mi mundo paro cuando sentí sus labios sobre los míos, aquella melodía imaginaria sonó tan fuerte, que, aunque me quede en shock al sentir sus labios, me deje llevar y ambos movíamos nuestros labios en una entonación perfecta.

Sin duda, sus besos eran la perfección, ya que nuestros labios encajaban tan bien juntos, sabia con ese beso, que él era el amor de vida.

Nos separamos por falta de aire, no supe que hacer, ya que mis mejillas estaban tan sonrojadas, así que bajé la cabeza, un remolino de emociones se apodero de mi ser. No sabía si sentirme feliz, triste, animada, sorpresiva, o tal vez confundida.

Jamás había sentido lo mismo antes, y tal vez esa era la razón por la que estaba avergonzada y quería que me tragara la tierra.

Estaba tan hundida en mis pensamientos, que había olvidado que Kendall estaba ahí mirándome, fui consciente de ello cuando sentí la mano de Kendall en mi mentón, alzando delicadamente mi cara para poder observarlo

-Hola – dije y el rio

Después me di cuenta de la tontería que dije, así que bajé la cabeza, pero el volvió a hacer que lo mirara

-Tranquila, todo está bien - hablo

-Lo siento, es algo raro – dije tratando de justificar mi timidez

- ¿No te gusto? – dijo Kendall preocupado

- ¡No es eso! – dije alarmada

- ¿Entonces? – pregunto

Podrías dejar de preguntar Kendall Schmidt, pensé.

-Nada, solo que no me esperaba este beso – sonreí tímida

- Y espero que estos besos no terminen nunca más – dijo y yo me confundí mas

- ¿Quieres ser la mujer que me acompañe toda mi vida? - dijo mirándome

- ¿Tu mejor amiga? - dije sonriendo como el gato en Alicia en el País de las Maravillas

-No seas boba - dijo riendo - ¿Quieres ser mi Novia?

-No sabría – dije – deja pensarlo bien - puse cara de pensamiento - pues si - dije besándolo.

Este podría ser el día mas feliz de mi vida, ya que, por fin sabia que Kendall estaba enamorado de mí.

Ya no era una ilusión más, ya no era un sueño, era la vida real en donde el me pedía ser la mujer que lo acompañara a lo largo de su vida.

Y, aunque no supiera lo que el destino tenia preparado para Kendall y para mí, era tan obvio que aceptaría intentar estar en la vida de Kendall como su novia.

Quería ser la mujer mas importante en su vida, más que Jocelyn.

Sus besos, eran lo que mas me encantaba de la relación, aunque lleváramos 2 minutos, jamás me cansaría del sabor de esos labios, que ahora eran míos.

Después de aquel beso, abrace a Kendall poniendo mi cabeza en sus hombros, vi que en uno de los arbustos se movía bastante, lo cual hizo que fijara mi vista en él.

NO SOY ELLA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora