CAPITULO XXVII

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Había salido hace unos 15 minutos del salón de belleza, me pare en un espejo y sonreí, mientras miraba a mi yo, a la verdadera yo.

Mi pelo, mi ropa, mi maquillaje, mis gestos, mi apariencia, mi yo, casi siempre me comparaba con otras chicas, y después de pensar que solo por parecerme a Joselyn, y ser ella, era la única razón para ser amada, por fin me sentía bien conmigo misma, estaba cómoda con quien era y eso me hacía feliz.

Solo esperaba que Kendall me aceptara y me amara por ser yo, por ser la chica que más lo ama, y lo conoce tan bien, por ser Andrea Evans.

Salí del centro comercial, y me subí al carro, puse la música a todo volumen, me sentía feliz, y eso era lo que quería mostrar al mundo.

De pronto aquella felicidad se transformó en un mar de nervios, cuando mire un carro rojo afuera de la casa de Kendall.

Eso significa que Kendall estaba ya en casa, mire la hora 5:30 pm. Había llegado antes, así que no me sentía preparada aun para poder verlo.

Mi plan era llegar antes de Kendall para que así pudiera preparar las palabras correctas para decirle que yo no era Joselyn, que yo no era aquella chica que lo había hecho feliz hace años, que era simplemente yo, una chica dispuesta a amarlo con todo mi corazón, y que tiene tanto amor para él, pero que...

No soy ella.

Estacione el auto dos casas lejos de la de Kendall, tarde un poco para bajar, ya que mi boca no tenía las palabras adecuadas para iniciar una conversación con Kendall, mas, ya que sentía miedo de su reacción al mirar que Joselyn volvió a desaparecer y que nunca más volvería

Hacerlo entender que ella estaba muerta, y que ella no regresaría, jamás.

Decidí finalmente salir del carro, puse la alarma y comencé a caminar, aunque en cada paso, mis pies parecían aferrarse al suelo y no querer avanzar más.

Mis pensamientos fueron interrumpidos, cuando me di cuenta que estaba ya en frente de la casa, me quede quieta y por un momento la idea de huir se asomaba por mi cabeza, pero la elimine, quería a Kendall e iba a luchar por él, no iba a huir, iba a afrontar las cosas.

No supe de donde saqué tanto valor, pero de un momento a otro, yo estaba dando pasos gigantes hacia la puerta, hasta llegar a ella.

Aquel valor se fue, dejándome lucir como un pequeño ratón entrando a la boca del león.

Quería que alguien me acompañara, no quería estar sola, quería que alguien estuviera conmigo diciéndome que todo estaría bien, y que no debía tener miedo de nada.

Me gustaría que Rydel, Logan y James estuvieran aquí, apoyándome, dándome valor, pero después de lo que paso hoy en el centro comercial sabía que esa idea era muy tonta, ya que ellos habían aclarado no querer volver a verme con ellos, y respetaba esa decisión.

Agarre las llaves, y las metí en la cerradura, como si fuera una cámara lenta, la llave giraba muy despacio, hasta escucharse el "clic" que indicaba que la puerta había sido abierta.

Entre y cerré la puerta tras de mi despacio, mientras escuchaba el grito de Kendall

- Joselyn – grito – estoy en la cocina amor

Sin pensarlo fui a la cocina, quería terminar con esto lo antes posible.

- Kendall – dije y sus ojos verdes se posaron en mí.

Aquellos ojos verdes me miraron con detenimiento, estos se volvían un poco más oscuros, mientras que su mirada se tornaba enojada, había desesperación y confusión acechando sus ojos, y sus labios, una fina y recta línea.

- ¿Que mierda hiciste? - dijo Kendall mientras daba pasos largos hacia mí, acorralándome en una pared.

Sentía que el aire se me iba, y sabía que en cualquier momento mis lágrimas saldrían.

- lo lamento – dije con sinceridad – ¡perdón por querer ser ella! Perdón por crearte una falsa ilusión en la que ella es la protagonista, disculpa por querer ser la persona que tú amas – grite – perdón por compararme con ella, y querer pensar que yo podría cambiar

- no eres Jocelyn - dijo enojado

- ¡Exacto! – grite no soy ella, no soy esa chica que conociste desde tu infancia, no soy aquella chica que te ayudaba a tus citas, no soy la responsable de que tu estés tan enamorado, no soy aquella la cual te regalo tu sudadera favorita, ni la cual le pediste ser tu novia para que luego le pidieras matrimonio, no soy la chica que lleva en su vientre a tu hijo, y no soy aquella que murió en un accidente automovilístico – dije, mis lágrimas se hacían notar en mis mejillas húmedas

Él se quedó pasmado, mientras algunas lágrimas salían de sus ojos

-Perdón por crearte una falsa realidad en donde me destruí a mí misma, pero también logré destruirnos a ambos – dije acercándome mientras lo abrazaba – esa jamás fue mi intención, nunca quise romper tu corazón, solo a veces las cosas se destruyen así – le dije.

- yo – dijo el

-Solo quiero decirte que estoy dispuesta a amarte, y empezar todo de cero – dije mientras sentía sus brazos en los míos, en forma de abrazo – solo quiero decirte que Joselyn ya no está – dije – y no soy ella

Sentí sus manos agarrando mis brazos con más fuerza, mientras yo trataba de zafarme, ya que me estaba lastimando

-Kendall, me estas lastimando – dije mientras él me sostenía más fuerte

Me agarro de los brazos, mientras me subía a la habitación, abrió la puerta y me tiro mientras me decía que yo le había robado a Jocelyn que yo era una copia, y otras incoherencias más.

Kendall salió de la habitación mientras me miraba con odio.

Ahí entendí la frase "a veces una mirada puede acabar con un sentimiento más rápido que una palabra, porque los ojos expresan la entrada del alma, las palabras solo ocultan lo que quieres decir"

Me pare del suelo, mientras lloraba desconsoladamente, me sentía incapaz de volver a enfrentarlo.

Me miré al espejo, y después los recuerdos invadieron mi mente, gracias a esto, perdí a mis amigos, perdí mi identidad, perdí mi dignidad, perdí mis ganas de vivir, perdí todo.

Con frecuencia el amor es muy doloroso, ya que el destino a veces te pone a tu persona correcta en el tiempo incorrecto.

Tal vez eso era lo que pasaba con Kendall.

Pero eso acaba hoy, no quería aguantar ser otra persona nunca más.

Pensé todo esto, para después sentarme en el suelo de la habitación a llorar desesperadamente, buscando una solución a todos mis problemas.

El me comprobó hoy que jamás podrá superarla, que ella seguirá siendo la protagonista de su historia, no yo; y yo no puedo quedarme en un lugar donde sé que jamás seré correspondida como quisiera.

Un lugar en donde solo sea ella.


°°°°

MAÑANA GRAN FINAL!!!

Y TAL VEZ EL EPILOGO TAMBIEN :3

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NO SOY ELLA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora