CÁPITULO XII

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XII

Nuestros ojos se encontraban, amaba que sus ojos esmeralda, combinaran tan bien con mis ojos café.

Lo bese y nuestros labios encajaban a la perfección, había una pequeña melodía imaginaria, que hacía que el ambiente fuera más tenue y tomatico.

Nos separamos, pero eso no duro mucho ya que nos volvimos a besar, y de pronto, aquel beso tierno, paso a ser lujurioso y lleno de pasión, pero sobre todo estaba lleno de amor.

Estábamos besándonos hasta que nuestros cuerpos pedían oxígeno, así que nos separamos, aunque Kendall me miro y volvió a tomarme de la cintura, mientras me acostaba en aquel sofá.

Sus ojos conectaron con los míos, y pude ver en ellos pasión, lujuria, aquellos ojos verde esmeralda, se habiam tornado más oscuros por aquel deseo carnal.

Nos separamos, mientras él me acariciaba la cara. Sentía sus dedos pasar por mi barbilla, para irse a mi cuello y terminar en mi clavícula, para regresar de nuevo a mi cara.

-Amo como te queda ese vestido –dijo mientras me daba pequeños besos - pero ahora mismo me encantaría quitártelo - susurro en mi oído mordiendo el lóbulo de mi oreja

Sentía que debía contestarle, era mi primera vez, pero no era estúpida, sabía que tenía que decir algo para que... supiera que lo deseaba también.

Pensé mucho, y... de algo me ayudaría la lectura erótica de Wattpad.

-me encantaría ver como lo haces - dije excitada mientras sentía mis bragas mojarse, pero, sobre todo, sentía todo el amor que quería demostrarle.

Sonrió, fue aquella sonrisa que hacía derretir las bragas de cualquier chica, no pudieron pasar ni 5 segundos cuando me tomo de las caderas y me cargo haciendo que mis piernas quedaran enredadas en su cintura, mientras comenzaba a besarme desesperadamente.

Comenzamos a caminar mientras nos besábamos como si el mundo dependiera de eso, como si hoy fuera nuestra única noche juntos, como si solo estuviéramos él y yo.

Casi nos caemos de las escaleras, pero eso no importaba ahora, y, con dificultades llegamos a nuestra habitación, sonreí porque aquella habitación seria la prueba constante de aquel amor que Kendall y yo nos teníamos.

Al abrirla Kendall quedo mirando la habitación que había preparado horas antes, me bajo despacio, mientras daba una vuelta a la habitación.

- ¿Estabas preparada Andrea? - dijo el levantando una ceja, mientras me abrazaba y me cargaba de nuevo.

- ¡No lo sé Kendall! – dije levantando los hombros - se preparó sola - hablé sarcástica mientras reía.

Kendall rodo los ojos divertido, mientras ambos combinábamos nuestras risas.

- Interesante – hablo Kendall - ¿rosas amarillas? – pregunto - sí, sabía que tu no eras la chica cliché que tanto piensan, sabía que eras especial

- ¿Las rosas rojas? Son demasiado trilladas – hable – siempre son las protagonistas de las historias románticas

- ¿En que estábamos? - dijo comenzando a besar mi cuello

- En esto - dije mientras lo comenzaba a besar muy apasionadamente.

Estábamos en la posición inicial cuando me retiré de sus brazos, y lo miré, aquellos centímetros que me hacían más baja que él, hacia el momento un poco más divertido.

Reí, mientras besaba su cuello, y comenzaba a quitarle aquella camisa blanca, que tanto amaba.

El comenzó a bajar el cierre del vestido mientras tocaba todas las partes descubiertas de mi espalda, sentía la yema de sus dedos viajar por toda mi columna vertebral, ese movimiento me hizo arquear la espalda,

Mire y delinee con mi dedo su torso marcado, trazaba con cuidado cada línea de su torso, mientras que el me quitaba por completo el vestido.

Se separó de mi para poder quitarse el pantalón, los boxers y los zapatos mientras yo me quitaba las zapatillas (tacones), la ropa interior y la joyería que llevaba, me sentía expuesta, me sentía rara al sentirme completamente desnuda frente a él, mientras tanto él no quería desperdiciar el tiempo, y yo quería complementarme con él, lo más rápido posible.

Quería que ambos fuéramos uno.

Terminamos juntos de desvestirnos, el miraba mi cuerpo, mientras sentía mis mejillas arder, lo cubrí con mis manos, pero él las quito admirándome.

-Tan hermosa – dijo el mientras sentía su respiración en mi cuello.

Me cargo y me acostó en la cama, mientras que observaba mis pechos.

De un momento a otro se metió uno de mis senos en la boca y comenzó a chuparlo mientras que con una de sus manos masajeaba el otro.

La sensación fue tan placentera en ese momento,

Con su mano libre acariciaba mi muslo derecho y yo acariciaba su torso.

Después de que mis pezones quedaran erectos el me besaba y toqueteaba por todas partes y mi excitación estaba ya en su punto máximo.

Estábamos desnudos cubiertos por la pasión, sentía mi cuerpo con cansancio, aunque apenas estuviéramos iniciando, me di cuenta de los gemidos tan altos que trataba de controlarlos, trataba de que nadie más escuchara, solo Kendall, aquellos gemidos producidos por él.

Gemía por cada contacto que el ejercía sobre mi cuerpo, mientras su espalda sufría por aquellos rasguños de placer.

- Sé que es tu primera vez y haré que sea especial para ti - dijo besando mis labios dulcemente

Amaba aquella amabilidad, aquella sensación de sentirme protegida, solo en sus brazos.

- Te amo - dije besándolo

- Iré muy despacio - dijo mientras estaba encima de mí - y si te duele o te lastimo me lo dices.

- Hazlo de una vez - dije ya excitada

Estaba a punto de introducir su pene cuando mi mundo se vino abajo

Aquellas palabras, fueron una estaca a mi corazón, fue... un sentimiento de decepción.

-Te amo amor y quiero que grites mi nombre Jocelyn, grítalo fuerte - dijo Kendall cerrando sus ojos.

Lo pare en seco cuando él me miro confundido, y después pareció entenderlo.

Aquella pronunciación de aquel nombre, venía con sueños rotos, con ilusiones quebradas, con un futuro destruido, venía a destruirme.

Siempre imagine ser la protagonista de la historia, pero... no lo soy, nuca lo fui.

-Quítate - dije aun debajo de el

- Andrea, yo no quise decir...

- ¡Mierda! ¡que te quites! - dije gritando mientras lágrimas de dolor e impotencia salían de mis ojos.

Espere unos instantes para que se alejara, pero lo único que hice fue empujarlo, aquellos ojos verdes, me miraban tristes, pero deje de mirarlo, no quería arrepentirme, y pasar de largo aquella confusión, dejar pasar que yo no era la protagonista de su historia.

Me pare y comencé a vestirme con lo primero que vi, que era un short y una playera, sentía que en ese lugar en faltaba el oxígeno, sentía nauseas de permanecer más tiempo en aquel lugar.

Me puse mis Converses mientras Kendall trataba de dar explicaciones estúpidas, pero no miraría atrás, no sería su estúpida una vez más.

Salí de la recamara azotando la puerta, mientras tomaba mi teléfono y cartera, escuchaba de lejos aquellos gritos que decían mi nombre, pero... yo no quería regresar, quería ser por primera vez después de conocer a Kendall, ser fuerte y valiente, pero sobre todo valorarme.

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:(

NO SOY ELLA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora