CAPITULO XXV

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2 meses después

Me mire nuevamente al espejo, mientras las lágrimas salían de mis ojos, y aquel maquillaje que había hecho horas atrás, estaba en mi cara, parecía un monstruo, pero eso no me importaba ahora, solo me importaba lo que sentía.

Limpio mis lágrimas, aunque estas siguen saliendo, y aunque me gustaría decir que no seguía amando a Kendall, eso era una maldita mentira, seguía amándolo como la primera vez que nos vimos, seguía amándolo con toda la fuerza de mi corazón roto, pero... ya no aguantaba ser Jocelyn.

Yo amaba a Kendall por ser Kendall, por ser aquel tipo cariñoso, tierno ¿, gentil y amable, pero él me amaba por ser Joselyn una chica extrovertida, sexy, inteligente, atrevida, hermosa y genial, pero... esa no era yo.

Yo no era Joselyn.

Me volví a mirar al espejo, de nuevo aquella imagen de una chica fingiendo ser otra persona que no era, una chica rubia, aquella persona destruida, aquella chica con una vestimenta que no le gusta, con maquillaje que odia, con un color de pelo que no le agrada, simplemente una chica que odiaba ser otra persona que no era.

No estaba deprimida, solo estaba enojada, de ver como mi vida se había trasformado en una pesadilla diaria, de la cual nunca despertaba, estaba molesta de ver como mi vida se transformaba en sufrimiento, enojada de ver como yo misma me hice sufrir, en una alucinación, en un mundo que yo creé.

Me quede pensando acerca de muchas cosas, acerca de...

¿Que he ganado con todo esto?

¿Su amor?

¿Su comprensión?

Realmente amor, jamás lo tuve, porque no lo he conseguido, ni lo conseguiré, porque la ama a ella, desea a ella, sueña con ella, y piensa en ella.

La amó, la ama y la amara a ella, eso ya estaba destinado a ser, yo solo era una pequeña pieza que se travesó en su juego.

Me desvisto para irme a la regadera, Kendall pronto llegaría del trabajo y no quería que me viera así, no quería un cuestionario acerca de lo que mi "supuesto" embarazo provocaba en mis hormonas, con estos estúpidos cambios de humor.

Me relaje en el baño, el agua caliente, sacaba mi negatividad, sentía que mis músculos se relajaban y me hacían sentir tan bien, creo que los baños calientes, son la solución perfecta para cualquier problema que tengas.

Salí de la ducha, mientras me miraba al espejo, tenía los ojos hinchados por haber llorado, y debajo de ellos, había restos de maquillaje, así que agarré una toallita húmeda y me limpié restos de maquillaje.

Me mire un rato más al espejo, y odiaba ver lo que había allí, dentro de 5 días iría a retocarme el tinte de pelo, ya que la última vez que quería dejar mi cabello sin rubio, Kendall se puso demasiado mal.

Recordé como caminaba como un loco, las manos las movía demasiado, sus ojos solo me miraban a mí, pero aquellos ojos verdes eran demasiado crudos, y solo decía que no quería perder a Joselyn.

Sentí un pequeño escalofrió al recordar aquellos ojos verdes mirándome.

Mire mi mano, note que la pulsera que Logan me había regalado no estaba.

Sonaba algo estúpido, pero, aunque lleváramos casi 5 meses sin hablarnos, él era y es parte de mi vida, lo quiero tanto, y siempre tendrá un lugar importante en mi mente, pero sobre todo en mi corazón.

Comencé a buscarla, tal vez parecía loca, pero necesitaba encontrar esa pulsera cuanto antes.

Abrí el cajón de Kendall y encontré mi pijama, aquella sudadera y pantalones holgados color amarillo, estaban ahí. Ahora solo usaba camisones, shorts y playeras sin mangas, ya que ese tipo de ropa usaba Joselyn.

Sonreí al ver mi degastado pijama, la desdoblé y algo cayo en la alfombra, aquella pulsera de perlas, y bolas azules, con un corazón en medio con la inicial L, estaba ahí tirada.

Me causo demasiada curiosidad pensar acerca de ¿por qué Kendall tenía mi pulsera y el pijama en su cajón?

Deje de pensar en ello, cuando mire que eran las 5:30 pm, pronto llegaría Kendall y yo no estaba lista, ni estaba la comida caliente.

Me iba poner aquel camisón de seda, aquel el cual me quedaba demasiado sexy, y muy escotado y corto, pero miré aquel pijama, sonreí, tal vez hoy era un buen día para volver a usarla.

Me lo puse y cepillé mi cabello, mientras iba a la cocina y calentaba algo del día anterior, unas costillas en salsa de mango, y ponía la mesa para que ambos cenáramos.

Kendall llego y cenamos, últimamente nuestras cenas se habían vuelto monótonas, y sin sentido, solo llegaba y cenábamos y a dormir.

Me sentía mal ya que aún no estábamos casados, y poco a poco perdíamos la química.

- ¿Joselyn? – me pregunto Kendall mientras cenábamos

- Dime – dije mientras dejaba aquellas costillas sin tocar, ya que, no tenía hambre

- últimamente nos hemos distanciado – dijo el – así que tal vez mañana podamos hacer algo – dijo sonriendo

- me parece perfecto – sonreí también

Hace tiempo que ambos no hacíamos nada, así que me parecía una muy buena idea poder hacer algo entre ambos, volver a sentirme amada por él, volver a tenerlo conmigo, ir a un parque, o a un cine, pero juntos.

- ¿Por qué te pusiste eso? – dijo, su voz sonaba dura, pero él se miraba relajado

- Creo que, lo necesitaba – dije bajando la mirada.

- Bien, me voy a poner el pijama, buenas noches – dijo el mientras me daba un beso en la frente.

Él se subió, y yo me quede recogiendo la mesa y lavando los trastes, y subí a la habitación, lo mire dormido, y me acosté dándole la espalda, y al tocar la cama, quede profundamente dormida.

Desperté y Kendall ya se había ido, hoy no tenía ganas de hacer nada, y ya que Kendall llegaba temprano hoy, dejaría la cena en sus manos.

Estaba tumbada en la cama de nuestra habitación habían pasado 6 horas, y Kendall había llegado, y yo seguía en pijama, veía una película en Netflix, no sabía cuál era su nombre, pero había comenzado a verla y no pude pausarla.

- Jocelyn, la cena esta lista, vamos a comer - dijo Kendall sonriendo, mientras llegaba a la habitación.

- Claro - dije dando una sonrisa falsa

- Te gustaría ir al cine después de cenar - dijo sentándose a mi lado

- realmente me siento mal - dije viéndolo a esos ojos verdes esmeralda

Sonríe, amaba esos ojos.

- te lo pierdes - dijo el riendo

Bajamos a cenar, y vi una foto de Jocelyn y Kendall, ahí es donde me di cuenta que él no va a poder superarla, y que yo estoy contribuyendo a la obsesión de él hacia ella.

Entendí y acepté algo... yo no era la protagonista de su historia, yo no era aquella chica que el tanto amaba, yo no soy la luz de esos ojos verdes.

Yo no era especial para él.

porque, yo no era ella... 

NO SOY ELLA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora