POV NATALIA
No quería ir a esa fiesta. Era lo único que pedía en este mundo.Me daba mucha pereza y sabía que iba a ser incómodo después de la insinuación de Isaac. ¿En qué coño estaba pensando al insinuarse? ¿A caso no sabía que estaba Mikel?
Llevaba evitándolo desde el miércoles. Y yo era incapaz de pensar en otra cosa que no fuese Alba. ¿Qué pensaría Alba si supiese que finalmente sí era yo la misteriosa chica que le gustaba a su ex? Seguro que me insultaría cuarenta veces más. Quizá se había enterado ya y por eso había dejado de seguirme en Instagram.
Suspiré derrotada y me arreglé la camisa que llevaba por dentro de la falda. Lo último que me apetecía hoy era ir a la cena de empresa, pero estaba reservado desde hacía varios días y tenía que ir. En ese momento sonó el timbre y por fin me relajé un poco, al menos Mikel iba conmigo.
Al llegar al restaurante vi a tres de mis empleados ya sentados en la mesa con sus respectivas parejas que nos sonreían de forma cordial.
Eramos un departamento de cinco personas contándome a mí, que supervisaba los proyectos de cada uno de ellos. No nos llevábamos mal, pero tampoco es que tuviésemos una relación fuera de la empresa. Con Isaac era con el único que sí había tenido buena relación hasta ahora, claro. Era el más afín a mí, quizá porque también era el más joven.
Odiaba estos paripés, pero para mantener el buen rollo en la empresa era necesario hacer una cena con los trabajadores de vez en cuando. Eso me lo había enseñado mi padre. Tienes que tener detalles con tus empleados, tienen que ver que les importas, decía siempre. Pero ahora mismo me parecía una estúpidez de teoría. Mi salud mental estaba en juego.
Suspiré aliviada al ver que Isaac todavía no había llegado y saludé a todo el mundo antes de sentarme junto a Mikel que parecía igual de desubicado que yo, pero agradecía enormemente que estuviese aquí. Llegó el camarero y nos pidió las bebidas mientras esperábamos a los que faltaban.
Estaba claro que todo el mundo hoy quería emborracharse para celebrar el inicio de las vacaciones porque el ambiente estaba bastante relajado y sólo se escuchaban gritos y risas. Cuando ya pensaba que quizá Isaac no aparecería, se abrió la puerta principal y lo vi entrar sonriente de la mano de Alba. Espera ¿Qué? No pude evitar hacer una mueca de desconcierto que Mikel notó. ¿Estaban otra vez juntos?
- ¿Qué pasa Natalia? -preguntó él inocente.
Mi mirada siguió posada en Alba que sonreía a través de sus ojos y su boca. Repasé de forma poco discreta cómo iba vestida y me gustó. Creo que nunca podría no gustarme cómo iba vestida. Iba bastante informal, pero era imposible no mirarla. Unos pantalones altos ajustados y una camiseta negra transparente que dejaba ver perfectamente el sujetador de encaje que llevaba debajo. Llevaba los labios tan rojos que ya se veían apetecibles desde esa distancia. Al menos, la noche había mejorado considerablemente.
La actitud asustadiza e infantil que había visto el primer día de conocerla se había esfumado dejando a una Alba segura y con una presencia que no dejaba indiferente a nadie. Parecía que le gustase ser el centro de atención. La Alba de aquel día y la de hoy parecían personas distintas y a mí me tenían fascinada las dos. Su mirada se desvió de Isaac y la vi buscar a alguien con ella hasta que encontró mis ojos. Qué ojazos tenía la cabrona. No pude ver si seguía buscando con la mirada a alguien o ese alguien era yo porque Mikel me agarró del brazo. Le miré confundida y medio enfadada por cortarme ese cruce de miradas.
- ¿Qué pasa? -pregunté algo molesta.
-Eso mismo pregunto yo-contestó algo molesto por mi poca participación.
No tuve tiempo de contestarle porque Isaac y Alba hicieron acto de presencia en la mesa y todo el mundo los saludó con energía.
Miré de soslayo a Isaac que iba directo a la silla vacía que estaba a mi lado, pero frenó al darse cuenta de lo incómodo que podría ser y yo tragué saliva deseando que la rubia se sentase a mi lado. Como si me hubiese leído la mente, la vi aparecer por detrás de Isaac y rozarle con el brazo para darle a entender que ella se sentaría ahí.
Suspiré aliviada, aunque quizá iba a ser peor el remedio que la enfermedad. Alba me miró de una forma que no supe interpretar. Como si volviésemos a ser dos autenticas desconocidas y algo en mi interior se enfrió. ¿Había hecho algo que le molestase? La última vez que nos vimos todo estaba bien, mejor que bien diría yo. Le sonreí intentado que ella hiciese lo propio, pero sólo recibí una mirada furtiva antes de sentarse y mirar a sus compañeros de mesa y ahí sí sonreír a todo el mundo menos a mí. No entendía nada.
Miré a Mikel que me miraba interrogativo y le acaricié el brazo para que se tranquilizase. Noté una mirada en mi nuca y vi que Isaac me miraba desde el otro lado y rodé los ojos mientras Alba charlaba alegremente con Pepe, el de contabilidad. Genial, le intereso a quien no quiero. Intenté borrar ese pensamiento estúpido de mi cabeza. Esta noche iba a ser interesante.
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Tenemos que hablar // Albalia
Fanfiction-Tenemos que hablar-dijo con un tono tan serio que hizo que me girase de golpe. No parecía nada bueno. Se lo noté en la cara. Analizándolo, llevábamos saliendo cuatro años y medio y últimamente habíamos entrado en una relación aburrida y monótona, q...