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Mary no botó su taza de chocolate por la impresión, tampoco se puso a llorar ni le sonrió al chico que estaba frente a ella luego de aquella impactante confesión, solo se le quedó mirando fijamente sin decir absolutamente nada. Observó su rostro y cabello rizado, sus ojos que en esos momentos la miraban con preocupación -porque los silencios prolongados jamás eran algo bueno- y algo de miedo, su nariz respingada, sus labios delgados y la marca de nacimiento que la bailarina había soñado miles de veces con besar...
Estoy enamorado de Elysia.
Y yo estoy enamorada de ti, idiota.
Suspiró ligeramente y le dio otro sorbo a su chocolate caliente, ahora importándole poco el dolor en su lengua y cómo la punta de esta se iba insensibilizando debido a la temperatura. Mary tenía razón al tener miedo de lo que saldría de aquella conversación, pero ya no había manera de librarse de ella así que decidió tomar al toro por las astas y acabar con aquello de una vez por todas.
Cuanto más rápido se retiraba un vendaje, menos dolía la herida, ¿no?
-¿Y? ¿qué hay de malo con eso? -preguntó como si nada, apoyando sus brazos en la mesa y mostrándose tranquila a pesar de que su corazón bombeaba con fuerza contra su pecho.
-¿Cómo que "qué hay de malo con eso"? ¿es que no me has escuchado? ¡Estoy enamorado de Elysia, la novia de mi hermano, Mary! ¿Acaso no ves la gravedad del asunto? ¡Soy una persona horrible!
-Créeme que te he escuchado perfectamente Harry, pero sigo sin verle nada de malo al asunto -comentó y volvió a suspirar cuando vio la expresión en el rostro de su acompañante, el cual parecía no salir de su incredulidad- Escucha Holland, estás enamorado de la novia de tu hermano, sí, pero aquello no fue tu culpa y estoy bastante segura de que no querías hacerlo--
-¡Por supuesto que no quería!
-¿Es que acaso me vas a dejar hablar? -cuestionó mirándolo mal por la interrupción- Pero adivina qué, al amor le importa un bledo lo que nosotros queramos o no, o la situación en la que nos encontremos; él solo llega, se instala en tu corazón y, o te hace sentir como la persona más afortunada del mundo cuando estar cerca del que se ha convertido en el dueño de tus pensamientos y deseos, o te lleva hasta el mismísimo infierno...
» Uno no elige a la persona de la que se enamora Harry, ojalá fuera tan sencillo porque te ahorrarías bastante de sufrimiento de aquel modo y evitarías derramar un montón de lágrimas, pero no es así. No eres la primera persona que se enamora de alguien imposible ni tampoco serás la única, muchos de nosotros llevamos años en la misma situación y... -Mary volvió a suspirar, ahora frustrada por su verborrea y apretó sus labios unos momentos antes de hablar nuevamente- Escucha Harry, no está mal lo que estás sintiendo y no tendrías porqué sentirte como si hubieras cometido la peor traición del mundo, estar enamorado es algo hermoso gran parte del tiempo y, como ya dije antes, no es tu culpa amar a Elysia, esas cosas pasan y ya.
-¿Estás enamorada Mary? ¿de quién? -preguntó Harry jugando con su taza y la chica cerró momentáneamente sus ojos.
De todo lo que le dije, ¿solo eso se le quedó en la cabeza?
-Así es Harry, llevo varios años detrás de aquel idiota pero él ni caso me hace y como que ya me estoy cansando de no ser correspondida -confesó- Lo amo, realmente lo hago, pero parece ser que no importa las veces que he parado mi mundo para ayudarlo o las cosas que he hecho, él solo tiene ojos para una persona.
-¿Le has dicho lo que sientes?
-¿Cambiaría algo? -preguntó con una sonrisa desganada.
-No lo sabrás si no lo intentas...
- Mira, hagamos esto. Digamos que hipotéticamente tú eres el chico del que he estado años enamorada y un día, cuando ambos nos encontremos solos, voy y te digo que.... -guardó silencio unos momentos antes de seguir- Estoy perdidamente enamorada de ti Harry, te amo y me encanta la pasión que utilizas cuando haces las cosas que te encantan, la forma en que cuidas de tus seres queridos y los pequeños detalles que tienes con las personas. ¿Qué harías tú?
-Posiblemente entraría en colapso y me daría un ataque al corazón o me desmayaría.
-¿Quieres concentrarte? -Holland murmuró una pequeña disculpa antes de beber de su té con leche- Todos dicen lo mismo que me acabas de decir, te animan a confesarte y algunos te llaman cobarde por no hacerlo, pero ninguno piensa en el miedo que conlleva poder romper una amistad de años y perder por completo a esa persona porque al menos la tienes como amigo y eso, resulta ser mejor que ser nada.
-Lo entiendo, pero... ¿qué hago si ya no quiero estar enamorado de ella? -Harry se inclinó sobre la mesa en dirección a la chica e hizo una mueca con los labios- ¿Cómo puedo olvidar a Elysia? Lo he intentado por mucho tiempo, créeme que lo he hecho, pero por más que intente no puedo.
La bailarina respiró profundamente por segunda vez en menos de una hora y acomodó un mechón del cabello de Harry mientras pensaba una solución a su problema. Entendía por completo la situación por la que estaba pasando el aspirante a director y aquello no le agradaba en lo más mínimo, de hecho le estaba dando una sensación bastante amarga y los primeros síntomas de lo que era un verdadero corazón roto, la cosa es que Mary presentía que unos pocos vasos de tequila no iban a reparar el daño, mucho menos minimizarlo.
Esta vez sí le sonrió a su acompañante e incluso se permitió acariciar un poco su desordenado cabello, intentando ordenar todas las ideas que tenía en mente.
-Aléjate de ella, viaja, pierde el contacto y dedícate tiempo a ti mismo -murmuró sin dejar de acariciar el cabello de Harry- No has podido olvidarla porque siempre la ves, ya sea en la casa o en la escuela, debes dejar de verla y hablarle si quieres olvidarla; perderte un tiempo y olvidarte del mundo entero, concentrarte en ti y en tus metas, hace ejercicio, toma fotos o crea historias, no pienses en ella y te aseguro que lograrás olvidarla.
-¿Estás segura?
-Al cien por ciento, pero debes darle tiempo al tiempo, no te puedes olvidar del día a la mañana de una persona a la que amas con tanta intensidad.
Una vez que ambos sus bebidas y la conversación se dio por finalizada salieron del local en silencio, Harry sintiéndose mucho mejor después de haber hablado con la bailarina y decidido a seguir su consejo al pie de la letra y Mary con un túmulo de sentimientos dentro de ella que deberían esperar hasta llegar a su casa para poder ser liberadas mientras era abrazada por su mejor amigo, quien no la abandonaría durante toda la noche y parte de la mañana.
Quizás, pensó Mary cuando estaban a unos metros de su casa, era momento de seguir sus propios consejos y olvidar de una vez a aquel amor que no le ha sido correspondido.
Y Mary Hunt sabía perfectamente qué hacer para desaparecer un buen tiempo de la vida de los Holland.
