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No fue mucho tiempo después de la obra cuando el vasto grupo de jóvenes decidió juntarse en la casa del modelo, como una pequeña celebración del próximo termino de la etapa escolar de muchos de ellos, su pequeña fiesta personal llena de comida, un poco de cerveza y muchas películas de acción apiladas en la mesa de centro de la casa Osterfield-Holland.
Porque sí, los mejores amigos se habían ido a vivir juntos hace un año atrás y Mary y Elysia recién se estaban enterando de ello.
-Y yo que pensé que aún seguías viviendo en casa de tus padres, Osterfield -se burló Mary dejando su mochila contra uno de los ventanales de la casa, mirando a su alrededor con suma curiosidad.
-¿Y hay algo de malo en ello?
-No, no -negó mientras veía como Sam abría el refrigerador como si estuviera en su propia casa- Solo que me hiere el que jamás me hayas traído, siendo que yo te he abierto hasta las puertas de mi casa.
-Niña, ¿en qué momento te iba a traer si apenas nos acabamos de conocer este año y me la paso viajando?
Mary se encogió de hombros con una sonrisa y empujó al rubio para sentarse en el sillón más cercano al ventanal, dejando su pie vendado sobre una pequeña pila de cojines a pesar de las quejas de Tom, quien no dejaba de quejarse de lo caro que fueron como para ser utilizados para aquello. Sin embargo, Hunt ignoró al actor con una sonrisa de disculpa a su dirección, ella era la que tenía un esguince de primer grado y si quería sanarse antes del baile iba a mantener el pie en alto a pesar de que el almohadón valiera -quizás- más que su vida.
El resto se fue sentando después de aquello, repartiéndose en los otros cuatro sillones en el lugar mientras Harrison vertía la comida en unos recipientes situados en la mesita de centro.
-Bueno, bueno, mis jóvenes amigos, cuñada y hermanos. ¿Qué hacemos?
-¿Yo nunca nunca?
-¿Verdad o reto?
-¿Siete minutos en el cielo? -preguntó Sam, abrazando a su novia.
-Hermano, a mí no me va el incesto, muchas gracias -rió Harry abrazando uno de los cojines al lado de Tom- Y el único que lo disfrutaría aquí serías tú, que estás con Elysia.
-¿Y acaso tú no puedes besar a Mary? -lo retó Dayman y Harry rió levemente, sintiendo como la sangre era drenada por completo de su rostro.
-Oye Hazz, ¿quién era la chica con la que fuiste a la obra, la de chaqueta negra? -mencionó Sam, intentando desviar el tema anterior al ver la incomodidad en el rostro de su gemelo, deseando que sus intenciones pasaran desapercibidas.
Mary, sin embargo, le dirigió una mirada a su mejor amigo antes de dirigir su atención al rubio. Ella no tenía curiosidad por saber quién era la susodicha ni mucho menos descubrir lo que ocurría entre el modelo y la mesera, Hunt la había conocido ya y estaba al tanto de como Harrison se sentía respecto a Lailah pero desconocía por completo si el resto de los presentes eran conocedores también. Sin embargo, la expresión en el resto de sus acompañantes -a excepción de Tom- reflejaban lo mismo: interés y confusión, por lo que la respuesta era no.
