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Preparen los pañuelos porque me dijeron que estaba bien triste este capítulo, pero que también tenía mucho amor ♡Así que espero que lo disfruten :)

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Preparen los pañuelos porque me dijeron que estaba bien triste este capítulo, pero que también tenía mucho amor ♡
Así que espero que lo disfruten :)

Para Mary, Sam, Andres y Harry la cuenta regresiva había comenzado hace una semana, poco después de que la chica les comunicara a sus familiares su ida al nuevo continente y el mismo día en que las entradas para la última obra de su generación habían sido puesta en venta para que personas externas a su comunidad escolar asistiera y de paso recaudar algo de dinero para el evento previo a su graduación. Ellos, al igual que todos sus compañeros estaban colapsando, llenos de pruebas y trabajos que entregarles a los profesores para sus últimas notas, ensayos hasta tarde para la obra y para la ceremonia en donde recibirían sus diplomas, entre otras cosas.

Los chicos se estaban ahogando y Mary estaba segura de que si tuvieran el tiempo suficiente para llorar, lo harían, pero ahora ni tiempo tenían para eso; era todo bastante triste, sobre todo cuando sus padres no dejaban de lloriquear cada vez que se mostraban unos a otros fotos de sus hijos cuando estos apenas iban en el jardín de niños, alegando lo rápido que pasaba el tiempo y como no se habían dado cuenta de lo rápido que crecieron.

Todo era melancolía y nostalgia en las familias de los futuros graduados, sobre todo cuando quedaban tres semanas para que ellos finalizaran su último año escolar y cuatro para irse de las vidas de todos.

Por otro lado y desde su conversación en aquella plaza, los mejores amigos habían tallado los días que les quedaban juntos en una parte visible para ellos, siendo el número veintiocho escrito en rojo en una pizarra dentro de la habitación de Mary y en negro en la de Sam, ambos sintiendo cierto vértigo cuando sus miradas posaban por aquel rectángulo blanquecino. Y, sin embargo, a pesar de lo que habían dicho, ninguno había encontrado el tiempo suficiente para estar juntos y disfrutar de la compañía del otro, no contando las veces en que se veían dentro del horario de clases -lo que era una verdadera mierda.

No obstante, la bailarina se había sorprendido a sí misma caminando un día martes por la tarde hacia el local que quedaba cerca del Ojo y el Acuario de Londres, dejando de lado uno de los ensayos de la Academia y una posible salida con los demás bailarines de su clase (con los que no tenía ni la más mínima intención de convivir) de lado al recibir la invitación de cierto rubio que había llegado al país el día anterior, alegrando a Hunt y a los hermanos Holland.

Harrison Osterfield, el modelo y actor de ojos azulados que trabajaba como asistente de su mejor amigo, estaba deseoso por escuchar todo lo que había acontecido en la vida de su amiga y lo que había ocurrido con su amor no correspondido, esperando con ansias que la chica le confesara su relación con Harry y cómo es que ya habían planeado su boda y los nombres de sus hijos; después de todo, lo último de lo que él se había enterado respecto a Mary Hunt y su enamoramiento por Harry Holland era la supuesta cita entre ambos, el rubio era un completo ignorante en cuanto a la vida de la bailarina se trataba.

Just friends |Harry Holland|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora