❝TaeHyung es el detective más importante de toda Corea del Sur, es por esa razón que su jefe le ha asignado el caso del siglo «Atrapar al Conejo Asesino».
El chico aceptó con gusto el caso pero, ¿Qué ocurrirá ahora, cuando este cara a cara con su mi...
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Kim TaeHyung, tallo sus ojos con pesadez, revisando una y otra vez el expediente que tenía en sus manos. Hizo una mueca de asco al ver la fotografía de un cadáver descompuesto, con bolsitas de dulces a su alrededor, dio vuelta a la hoja, viendo que ahí también había otra fotografía con la misma escena, un cadáver con envolturas de dulces.— Esto va a ser más difícil de lo que pensé. —con cansancio se recostó en el respaldo de su silla, la estación de policía de la ciudad de Seúl se mantenía en mucho movimiento desde hace meses, desde que cierto asesino serial apareció, cometiendo varios de sus crímenes en sus narices, un año entero ha durado su ola de crímenes, fue por eso que a Kim le asignaron ese misterioso caso, era el único apto para el trabajo, (y el único que acepto, ya que sus compañeros se negaron a estar vinculados). TaeHyung quería atrapar a ese sujeto, sea quien sea, lo atraparia y lo pondría detrás de las rejas.
—Oye Kim, es hora de irnos. —le aviso su compañero.
—¿Ir a dónde?. —pregunto el chico castaño.
—Tu sospechoso acaba de dejar un bonito regalo unas calles de aquí. —respondio serio. TaeHyung trago en seco, siguiendo a su compañero, tomo su arma, notando que todos en la estación tenían la atención puesta en él. Cobardes, pensó Kim, todos pedían justicia pero ninguno se atrevía a enfrentar al “Conejo Asesino” a excepción de él, su compañero, y su jefe.
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—Al parecer alguien ya sabe de ti. —dijo sarcástico. TaeHyung observó horrorizado la pared delante de él.— Vaya tipo enfermo.
—Park. —dijo el castaño, llamando la atención de su compañero.— ¿Qué es eso?. —dijo temeroso, señalando hacia arriba.
—¡Oh! Bueno, eso Kim, es un cadáver decapitado. —dijo como siempre sarcástico Park JiMin.
—Eso ya lo sé idiota, ¿Me refiero a lo que está escrito hasta arriba?. —JiMin saco una cámara, tomando fotografías del cadáver, algunos oficiales solo veían como esos dos sujetos actuaban tan normal delante de un cadáver, regalo del Conejo Asesinó.
—Ahí dice, “escuche que un lindo castaño está buscándome, es un gusto bonito Kim” —JiMin dejo de sonreír con burla, para ver a su compañero y amigo hecho un mar de nervios, apenas llevaba una semana siendo el detective a cargo del caso “El Conejo Asesino”, y su sospechoso ya lo estaba haciendo perder la cordura.— ¿Todo bien TaeHyung?.
—Toma fotos del cuerpo y de ese mensaje, también de esas envolturas en el suelo. —esquivo la pregunta, tomando nota de lo que estaba delante de él.— Este sujeto puede jugar a lo que quiera, pero yo no voy a rendirme hasta verlo detrás de las rejas.
—Lo que tú digas. —respondio tranquilo su compañero.— Por cierto, ¿YoonGi me comentó que te mudas de apartamento?.
—Sí, me mudaré cerca de la estación. —dijo tranquilo.— ¿Por cierto, donde estará la cabeza de nuestra víctima?. —ambos chicos se vieron entre sí.— Lo averigüemos después.
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Era sábado, medio día, cuando Kim TaeHyung, sacaba cajas de mudanza, llevándolas a un edificio donde viviría de ahora en adelante. Subió las escaleras, ya que ese estúpido edificio no tenía ascensor, estiró sus brazos cansados. El ejercicio no era lo suyo, pero ahí estaba, cargando caja tras caja.— Un poco más. —se ánimo. Pasando las horas logro meter todas sus cosas, observando sentado en el piso de la sala su nuevo hogar, un pequeño departamento con dos habitaciones, una diminuta sala, cocina decente, un solo baño y un pequeño balcón con vista a la ciudad. Hubiese estado más tiempo admirando la soledad que lo acompañaba, hasta que tocaron a su puerta.— ¿Quién es?. —pregunto, pero nadie respondió, muy dudoso abrió la puerta con su llave. Aun así ahí no había nadie parado.— Mhg~ —estaba dispuesto a cerrar, hasta que vio por la puerta de las gradas del pasillo, salir a un chico pelinegro, caminando hacia el. TaeHyung se quedó quieto esperando cualquier cosa de ese sujeto, pero no sucedió nada, el misterioso chico paso de largo, no sin antes verlo con una sonrisa... ¿Coqueta?. El castaño sacudeo su cabeza, alejando ese leve sonrojo que apareció en su rostro.— Aleja esas cosas de tu cabeza TaeHyung. —murmuro dispuesto a cerrar la puerta, cuando otra cosa llamo su atención, una pequeña caja en la puerta. Kim dio un paso al frente, agachándose para abrirla, claro que no la llevaría dentro de su departamento. Con mucho cuidado la abrió, alejando el nailon que protegía algo rojo y viscoso, TaeHyung hizo una mueca de absoluto asco, saco su teléfono marcando el número de Park, espero paciente a que contestará la llamada.— Hola Park, sé que es fin de semana y que odias que te hablé en tu descanso, pero esto es importante.
—“Habla” —fue lo único que dijo su compañero del otro lado de la línea.
—Encontre la cabeza de la víctima. —escucho una risa del otro lado.— Está delante de mí, alguien la dejo en mi puerta. —las risas se detuvieron.
—“¿Quieres que vaya?”.
—Sí, trae tu cámara y una patrulla, habra que llevarle esto a SeokJin.
—“Estare ahí en unos minutos”.
—Te espero. —TaeHyung cortó la llamada, viendo la cabeza de un tipo envuelto en bolsas, apestaba a descomposición. Arrugo el ceño, leyendo la nota que estaba en el interior de la caja, sonrió de mala gana, al saber de quién era.— No me das miedo. —dijo serio, dejando la nota en su lugar.
“Veo que te has mudado cerca de tu trabajo, ¿Tantas ganas tienes de conocerme?. Pues déjame decirte que estoy muy feliz de al fin tener un rival de mi nivel, estoy tan contento de tener con quién jugar, bonito Kim”
