O7.

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TaeHyung subió las escaleras viejas de su departamento, sus ojos estaban a punto de cerrase, no tenía nada en el estómago, lo que su cuerpo le pedía era un merecido descanso. Pero ese descanso parecía no querer llegar, porque lo primero que vio al llegar a la puerta de su casa fue a su vecino Jeon JungKook.— ¿Qué haces sentado en frente de mi puerta? —esa pregunta se escucho más a reproche, porque si mal no recuerda la noche anterior ese pelinegro le había tratado muy groseramente. JungKook solo se encogió en su sitio, pegando sus rodillas a su pecho.

Perdón. —dijo sin verlo a la cara. TaeHyung no supo que decir, nunca espero que el menor se disculpara.— No debí haberme desquitado con usted de esa manera, tiene razón soy un mocoso inmaduro que no ha vivido lo suficiente.

—Bien... ¿Algo más?. —no quería que eso sonará mal, solo era que Kim TaeHyung no sabía cómo reaccionar ante esas palabras. JungKook negó, sin darle la cara, de hecho la tenía oculta entre su pecho y rodillas.— Ve a casa JungKook, es tarde. —y sí que lo era, al peligris le toco hacer doble turno, y regreso a casa a los dos días.—son casi las nueve de la noche, debes descansar. Y yo también.

—Lo sé. —respondio. Pero siguió sin moverse TaeHyung solo lo observaba desde arriba, moviendo las llaves de su departamento.— Supe que el Conejo Asesinó atacó de nuevo. —El mayor asintió, era cierto, por la mañana ese criminal había asesinado de la misma forma a una mujer joven, la dejo envuelta en papel de regalo, con una bella nota para TaeHyung.

—Sí, lo hizo. —respondio cortante.— Regálame permiso JungKook, tengo que pasar.

—Hyung, ¿Puedo quedarme a dormir en tu departamento?.

—No. —respondio el mayor.

—¿Por qué?. —pregunto el menor, sin darle la cara.

—No te conozco, no eres de mi confianza. Por eso. —dijo seguro, no podía confiar en nadie. JungKook levanto la cabeza, sonriéndole con cariño al mayor. TaeHyung sintió que algo dentro de él dolió al ver esa sonrisa de tristeza en el rostro ajeno, con graves golpes y sangre seca en su camisa.— Si que te gusta meterte en problemas. —dijo frío.

—Esta vez fue por una causa justa.

—¿Qué causa es tan justa para que terminé con el ojo hinchado?.

—Amor. —respondio.

—¿Por esa mierda terminaste todo golpeado? Si serás tonto. Por un sujeto de una noche déjaste que te molineran a golpes. —nego. Pero JungKook rió bajo.

—No entendió Hyung, no era por un sujeto de una noche... Era por mi hermano. —respondio, a la vez el pelinegro suspiro limpiándose la sangre se la cara.— Uno no solo ama a la persona con la que pasara el resto de su vida, también ama a su familia.

—Comprendo. ¿Qué dijo tu hermano mayor que de hayan golpeado por su causa?.

—No Hyung —nego de nuevo.— Lo digo por mi otro hermano. —se encogió de hombros.— Bueno no importa, igual NamJoon Hyung va a enfurecer cuando lo sepa.

—Te gusta meterte en problemas eso es todo. —contesto severo el peligris.—  Bueno, agradezco que te hayas disculpado ahora debo descansar, permiso. —TaeHyung paso la llave por la cerradura pero JungKook seguía en medio del camino.— Quítate.

—Ande Hyung, déjeme quedarme con usted aunque sea solo por hoy... No quiero enfrentar a mi hermano, se enojara mucho conmigo de nuevo.

—No es mi asunto, tu te metiste en problemas arreglalos tu solo.

—Por favor, por favor, por favor, por favor. —instistio el menor, con cara de cachorrito, incluso se aferró a su pierna para convencerlo.— Hyung, bonito, hermoso, bello, por favor déjeme quedarme hoy con usted.

—¡Que no! Eres como un chicle en el zapato carajo. —se quejo el mayor.— Suelta mi pierna Jeon JungKook.

—¡No sea tan malo con su donsaeng, por favor!. —TaeHyung gruño, dándole golpecitos en la cabellera al menor, pero ni eso funcionó.

—¡Voy a tocar a la puerta de tu hermano si no me sueltas!. —amenazo el mayor.

—¡TENGO INFORMACIÓN VALIOSA DEL CONEJO ASESINO!. —grito a pulmón el pelinegro, aferró más su agarré de la pierna del mayor, esperando algún otro golpe. Por otro lado TaeHyung estaba parado viendolo dudoso.

—¿Y que te hace pensar que con eso me vas a convencer?. De seguro es falso todo lo que dirás.

—No, no lo es, usted ya se dio cuenta que lo que le dije es cierto. —El mayor suspiro cansado, JungKook tenía razón. La nota que el Conejo Asesinó dejo junto al cadáver de la mañana era un clara advertencia de que no le gustaba el color de cabello que tenía ahora, una buena pista para el detective.

—¿Qué quieres a cambió?.

—Que me deje quedarme a dormir con usted, es todo lo que pido, ¿Sí hyung?.

—Hay de ti que me estés engañando, porque no dudaré en meterte una bala por la cabeza.

—Le doy mi palabra. —dijo el menor. TaeHyung abrió la puerta dejándolo pasar.— Oh~ que apartamento tan oscuro.

—Solo cállate.  —iba a ser una larga noche.


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JungKook parecía niño, observando y tocando todo lo que tenía a la mano, había encontrado una caja en la sala que con tenía figurillas de acción, cosa que lo mantuvo entretenido todo el rato, hasta que TaeHyung apareció con mantas y almohadas.— ¿Y eso? —pregunto.

—Bueno, JungKook, a esto se le llama mantas o bien colchas —dijo señalandolas— y a esto almohada, sirve para reposar la cabeza a la hora de dormir.

—No sea sarcástico Hyung, me refiero ¿Para que las trae aquí?.

—¿Cómo, qué?. —el peligris no comprendió.— Pues las traje para que duermas aquí, en el sofá.

JungKook dejo las figuritas de acción por un lado, parecía molesto por lo que dijo TaeHyung.— Kim TaeHyung, dije que quería dormir contigo, no que quería dormir en tu sofá. —el rostro del mayor se deformo por completo, empezó a reír nervioso.

—Que cosas dices niño.

—Hablo en serio, eso fue a lo que yo me refería. —contesto de mala gana, levantándose y a la vez tiró las almohadas y cobijas por un lado, TaeHyung estuvo a punto de reclamarle pero el menor fue más rápido al tomarlo de la cintura y arrincondolo a la pared.

—¡¿Qué haces?! —reclamo asustado, sintiendo como las traviesas manos del chico de hacían paso por su ropa de dormir. JungKook lo cargo como costal de papas hasta la habitación, donde lo dejo caer en la cama, el peligris estaba aterrado, y no recordaba donde había dejado su arma.— Habla idiota.

—Dije que quería dormir contigo, y no específicamente a dormir... Sabes a lo que me refiero. —el pelinegro se desvistió sin ninguna vergüenza delante del pobre chico con una crísis mental.— Así que, Hyung, abre esas preciosas piernas porque voy a hacerte cosas muy ricas toda la noche.

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The ℛabbit Killer. © |KookTae| #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora