The ℛabbit Killer. © |KookTae| #2

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—¿Tu padre? Kim IlCheol, el dueño de la empresa Kim. —rió con sarcasmo— A ese sujeto nadie lo ha visto desde hace más de diez años.

—Para ser exactos doce años. —respondio— ¿Quieres la verdad Kim TaeHyung? —lo vio asentir. NamJoon se sentó al lado de SeokJin ignorando triunfalmente a todos a excepción de TaeHyung— De acuerdo les contaré todo, todo lo que JungKook y yo sabemos, lo que vivimos y lo que nos toco ocultar.

—Puedes dar tu versión, así como nosotros dimos las nuestras. —NamJoon suspiro, porque a esas horas del día, sabía perfectamente que el verdadero culpable sabía que Jeon estaba preso.

—Mi padre se casó por segunda vez cuando yo tenía seis años, me sentí feliz de saber que tendría una mamá después de que la mía muriera por causas misteriosas. Ame a mi madrastra, la quice tanto, éramos una familia feliz al principio, mi padre festejaba y presumía el hecho de que sería padre por segunda ocasión, y de gemelos. —rió, con tanta rudeza— Mamá me dijo que yo debía cuidar de ellos, porque era el mayor, aún cuando yo no era su hijo de sangre me amo. Entonces los gemelos nacieron... mamá murió. —bajo la mirada a sus manos— Papá no se recuperó, y creo que nunca lo hizo, él no quería a mis hermanos, solo le recordaban el hecho de que su esposa ya no estaba. Las nanas y sirvientes cuidaron de mis hermanos durante los primeros tres años de vida. Pero cuando   JungKook y JiHoon, cumplieron los cuatro años, papá de repente se le dio por ser el padre del año, nos llevaba de paseo, nos compraba lo que quisiéramos, jugaba con nosotros, pero en especial con JiHoon, ya que era el gemelo menor, era el bebé de la casa, el consentido. —hizo una pausa, le dolía recordar— JungKookie nació tres minutos antes que JiHoon por eso era el mayor. Había algo que los diferenciaba, y era que JungKook tenía el cabello oscuro, JiHoon lo tenía castaño. Al principio todo estuvo bien, papá volvió a ser el mismo, sonreía y nos cuidaba. De la nada, cuando mis hermanos tenían seis años, fue cuando todo empezó a cambiar, yo a mis doce años pude darme cuenta que papá hacía cosas extrañas, tenía una afición por los conejos y el color rosa, la casa estaba pintada de ese color, siempre nos daba a comer dulces, pensé que era normal, ya que a JiHoon le gustaba, pero a JungKook no, mucho menos a mí. —Los presentes escuchaban atentos, claramente la infancia de esos hermanos no fue la mejor— Ya deben saber que mi papá era el dueño de la empresa que le vendía los fármacos al hospital general de Incheon y algunos otros más, así como también le vendía mercancía a la mafia y organizaciones criminales, la casa siempre estaba llena de ese tipo de gente, yo procuraba que mis hermanos no vieran nada de eso, pero era casi imposible. Las cosas se pusieron peor cuando los gemelos cumplieron ocho, papá... ese tipo estaba enfermo, yo no sabía nada de lo que hacía con ellos, no lo supe hasta que una noche JungKook me lo dijo, él, él estaba llorando, desesperado porque JiHoon no paraba de llorar. —jalo de sus  cabellos— JungKook me dijo que papá los obligaba a comer dulces todo el tiempo, pero esos dulces estaban bañados de sangre, los obligaba a ver videos de como asesinaban a las personas, les leía historias de asesinatos, los llevaba a cazar animales y a matarlos, para después comerse la carne cruda, dijo que papá, hizo que JiHoon comiera un conejo vivo, lo hizo matarlo, al igual que lo obligó a él. —aguantaba las ganas de llorar— Cuando le pregunté a mi hermano menor si era cierto y el me dijo que papá los castigaría por hablar fue cuando entendí que mi padre solo estaba jugando a ser el padre del año. Explote, le recrimine, le dije que lo denunciaría por toda la mierda que estaba haciendo, y él solo rió. —el silencio se apoderó de la oficina, cuando NamJoon empezó a hiperventilar, aún así siguió narrando— Cuando mis hermanos estaban a solo un día de cumplir los nueve años, fue cuando la noticia de que papá estaba implicado en actos ilícitos y que iría a prisión nos llegó, su misma gente lo entrego, esa noche, el estaba furioso, tan furioso que explotó con nosotros, intente proteger a mis hermanos, me gane una paliza, la más grande paliza de mi vida que incluso me dejó en cama por meses. Fue el treinta y uno de agosto del dos mil siete, recuerdo que papá me había golpeado y quedé inconsiente por horas; cuando desperté, lo único que vi fue a JungKookie llorando —sollozo, limpiando las lágrimas que se escapaban— lloraba, gritaba y gritaba. Y yo le pregunté, “¿Qué sucedió?” y JungKook me vio a los ojos, mi hermano estaba manchado de sangre, estaba abrazando a JiHoon, me dijo “JiHoon no despierta, Hyung, ¿Por qué JiHoonie no despierta?, No me hace caso, soy mayor que él, y no me hace caso, no quiere abrir los ojos”, como pude me arrastre hasta donde estaban ellos... —paro, paro por largos minutos, donde el llanto fue lo único que se escucho. TaeHyung esquivaba la mirada a alguna parte, todos lo hacían era incómodo ver a alguien quebrarse de esa manera.