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TaeHyung y JiMin caminaron al mismo compás hasta llegar a la puerta de la morgue.— Pase usted primero detective Kim. ——menciono JiMin con gracia, ya que sabía que ese lugar frío y tenebroso no era del agrado del peligris.

—Eres un tonto. —decia, a cada paso.— ¿Por qué tenemos que entrar? Pudimos haberlo esperado en su oficina. —se quejo, la luz de una sala estaba encendida, los dos compañeros tocaron a la puerta, la cual se abrió.— Buenas tardes, médico forense.

—Solo pasen, entre más rápido les diga, más rápido se van. —Kim SeokJin, era el médico forense de la estación de policía en Seúl, muchos no toleraban pasar tiempo con él, por su mismo carácter tosco y porque siempre tenía un insulto o una simple palabra para dejarte en ridículo si lo molestabas o no eras de su agrado.— Aquí por favor.

—De acuerdo. —dijeron al mismo tiempo, parándose a un lado de una mesa de metal, donde descansaba el cuerpo yacente de algún humano.

SeokJin destapó el cadáver, dejando a la vista su desnudez y desgaste.— Esta es la víctima número setenta y tres del Conejo Asesinó. Si mal no recuerdo lleva aquí ya tres semanas y media, debería estar ya en descomposición, pero por el enfriamiento se ha podido mantener en su estado.

—Es el sujeto que encontré en el bar de mala muerte. —afirmo TaeHyung, viendo a la víctima.— ¿Cuál es su nombre?.

—No se su apellido, pero los documentos y expedientes del sistema arrojaron el nombre de YuGyeom. —dijo SeokJin, tocando con sus guantes de látex el cuerpo.— Su edad es calculable a los veintiún años.

—Comprendo, ¿Pero y eso qué?. —JiMin se cruzó de brazos, viendo detenidamente y escuchando cada cosa. SeokJin suspiro, sacando una linterna de luz ultravioleta, apagó las luces, y señaló un parte del cuerpo.

—¿Ven la sustancia en la zona de las rodillas y entrepierna?.

—Sí. —respondieron.

—Eso es semen. —dijo secamente.— Y el análisis que hice arrojó que no era de la víctima, sino de alguien más, y por lo que sabemos, fue asesinado en una habitación, donde se encontro su cuerpo desnudo y en una posición vergonzosa. —hablaba calmadamente el médico.— Bien, yo creo que es de tu sospechoso.

—¿Qué te hace pensar eso?. —pregunto el peligris.

—No lo sé, solo estoy seguro, fue por eso que mande las muestras al consultorio, donde serán analizadas y puestas en el sistema, para buscar si alguno de los criminales marcados es tu sujeto.

—¿Cuanto tardará eso?.

—Dos a tres días, no más. —el chico de hombros anchos, volvió a tapar el cuerpo, mientras TaeHyung solo le hecho una última mirada, tenía un mal presentimiento.— Otra cosa, también he notado que el Conejo Asesinó a cambiado una cosa de su método de asesinar.

—¿Otra más?. —menciono sarcástico. Park le miró extrañado, ya que TaeHyung últimamente andaba distraído.

—Lo que note, fue que ahora, ya no tortura a las víctimas como al principio, en donde les sacaba los dientes o les hacia comer partes de su propio cuerpo. —comento, enseñándoles una fotografías.— en las últimas veinte víctimas ha dejado un número que considero es una fecha escrita con un cuchillo en la mejilla derecho de cada uno.

Kim TaeHyung ojeo las fotos, dandose cuenta que era cierto.— Treinta y uno de agosto del dos mil siete. —no tenía ni idea de lo que significaba.

—Y otra cosa, también me di cuenta que las últimas veinte víctimas, han muerto a causa de varios golpes contundentes en la cabeza. Es como si estuviera...

—Mandadole un mensaje claro y directo a alguien en especial. —termino a decir el peligris.— Todas las víctimas trabajaron o tuvieron conexiones con la empresa que le vendía los fármacos al Hospital general de la zona de Incheon. —los dos compañeros de Kim TaeHyung guardaron silenció.— y todos, a excepción de la última víctima tenían el cabello castaño oscuro, y no pasaban de los treinta años ninguno. Todos con complexión alta, en su mayoría hombres jóvenes.

Wow, así que si es un asesinato por venganza. —menciono JiMin, viendo despectivo como SeokJin negó al igual que TaeHyung.— ¿No?. —pregunto curioso, al notar que parecía estar en un error.

—Esto lo está haciendo solo porque le da placer. —por como lo dijo el castaño, parecía que había encontrado un punto débil en su sospechoso.— Pero sí debe tener algo que ver la empresa Kim y el hospital Incheon.

—Esa empresa fue cerrada después de que encontrarán al dueño haciendo tratos fuera de la ley con el mercado negro, les vendía las fármacos con los que elaboraban las drogas.

—¿No fue cuando también el hijo menor murió por causas desconocidas?. —pregunto un curioso JiMin, para nadie en el país era noticia nueva lo de la gran estafa donde una de las más grandes empresas reconocidas estuvo implicada y mas la tragedia que pasó después.

—Así es, los dos hijos restantes fueron enviados a un hogar temporal, la madre murió al dar a luz a sus dos hijos...

—Gemelos... —SeokJin gruño de mala gana cuando TaeHyung lo interrumpió.— El esposo de la madre había tenido un hijo con otra mujer, después se casó con la actual esposa, dos años después tuvieron a sus hijos, que fueron gemelos, pero ella murió en el parto. ¿Verdad?.

—Sí, así fue, y ya deja de interrumpirme cada que digo algo.

—Lo siento Hyung. —se disculpó apenado.

—Como sea, es una hipótesis, pueda que esto sea obra de la mafia, o bien de algún idiota que busca venganza por quien sabe qué. La cuestión está, en que cada una de las víctimas tienen que estar conectadas en algo, para que las vayan asesinando en orden de lista. —TaeHyung ya no dijo nada, su pierna se movía con nervios, mordió su uña entre sus dientes, en su mente solo se repetía una y otra vez, espero estar equivocado.

—El tipo, el dueño de la empresa Kim y el director del hospital Incheon, ¿Alguno está vivo?.

—TaeHyung, la primera víctima del conejo asesinó fue el director del hospital. —le recordó JiMin.— y el dueño de la empresa Kim, vaya saber Dios donde está.

TaeHyung asintió, tomo sus cosas con rapidez.— Bien, SeokJin hyung, cuando tenga las muestras de los análisis envíamelos por favor.

—Claro, estarán listos lo más pronto posible.

—Muchas gracias por la información. —dijo el peligris despidiéndose del mayor, al igual lo hizo JiMin.

—¿Por qué tanta prisa?. —le pregunto el rubio, siguiéndole a paso rápido.

Mgh, por nada en especial, solo quiero ir a casa y ver a mi chico eso es todo. —JiMin le sonrió pícaro, batiendo sus pestañas.— No todos piensan solo en sexo como tu Park.

—Claro TaeHyung, claro. Entonces dile al chupa sangre de tu novio que no deje tantas marcas en tu cuello, todos los días. —paso lijeramente sus dedos por el cuello del otro.— Yo iré a casa a ver caricaturas, nos vemos mañana, quiero un descanso de todo esto.

—Vete con cuidado. —los dos amigos se despidieron de lejos, cada quien tomando su propio camino.— Jeon JeongGuk. —repitio el chico, TaeHyung espero estar confundido o en un grave error. Pero algo le decía que no era solo simple coincidencia que él y el pelinegro se hayan topado.

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Quiero darle las gracias a LikePalette por la tan bella y preciosa portada de la historia. Le dedicó el capítulo con mucho cariño, y las invito a que lean sus obras que sin duda alguna les encantará.
One.

The ℛabbit Killer. © |KookTae| #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora