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Tareas

Tony estaba más convencido que nunca, viendo cómo su hijo le mostraba las cosas que había hecho en la escuela, que debió encargarse él mismo de su educación.

Peter hablaba y hablaba. Había sacado varias manualidades que su maestra los había puesto a hacer, y le había contado como algunos de sus compañeritos se habían comido el pegamento.

Tony dio un trago a su copa, cruzó sus piernas y siguió observando a su niño. Dios, Peter era un amor. Tony no lograba comprender cómo era capaz de lucir tan alegre de ir a una escuela tan ordinaria, siendo que Peter había heredado un increíble intelecto que sobrepasaba el de esos revoltosos que hosaban llamarse niños; Tony prefería llamarlos monstruos.

—¡Mira Papi!

Tony alzó su ceja cuando vio las orejitas chuecas llenas de pegamento y brillantina que su hijo le mostraba.

Peter dejó su mochila y sus demás cosas en el suelo, se puso de pie y se acercó a su papá.

—Pontelas—Pidió con emoción, mientras subía a las piernas de Tony.

Tony soltó una risita y dejó su copa en la mesita a su lado.

—¿Tú las hiciste?

—Sip—Asintió con un fuerte cabeceo—Johnny me molestó y dijo que parecían de niña.

Tony se volvió loquito con el puchero de su hijo y lo llenó de besitos por toda su carita, mientras escuchaba sin cansarse la risa contagiosa del menor.

—¿Qué puede saber Johnny de eso?—Dijo luego, Tony. Tomó las largas orejitas y se las colocó en la cabeza—¿Parezco niña?

Peter se rió y negó.

—Ñho.

—¿Lo ves? Son preciosas—Tony sonrió ampliamente.

Peter quedó satisfecho y de nuevo volvió a su mochila.

—¿Papi?

—Mmmm

—Mi maestra manda ésto.

Tony tomó la hojita y la leyó. Hizo una mueca de desagrado y viró sus ojos.

—¿Vas a participar?

—Shi—Contestó el castañito.

—Bien. Puedo mandar pedir...

—Nooooo—Peter se acercó a su papá y le quitó la hoja—Aquí dice que debes hacerlo tú.

—Bebé—Tony se hincó en el suelo y acercó a su pequeño. Lo tomó de su carita con ambas manos y lo miró a los ojos—, papá está muy ocupado como para hacer un traje con...

Peter de nuevo hizo un puchero y se cruzó de brazos.

—Le diré a Pepper—Dijo Peter.

Tony se quedó con la boca abierta unos segundos. Entrecerró sus ojos y frunció el ceño.

—Eso es jugar sucio, niño.

—¿Papi?

—Está bien—Gruñó Stark—, haremos el mejor traje de pollo que jamás se haya visto.

—¡SI!—Peter besó las dos mejillas de su papá y comenzó a saltar y a aplaudir.

Tony rió y negó. Su hijo era un pequeño manipulador; estaba muy orgulloso.

—Pero... Antes de hacer tus aburridas tareas...—comenzó el genio—¿No quieres ir primero al al taller?

Los ojos de Peter se iluminaron con un par de estrellas y asintió frenéticamente.

—¡¿Veré al tío Bruce?!

—Si, claro.

—¡Yay!

Tony tomó a su pequeño en brazos y juntos fueron al ascensor.

***

—¡No quiero que me ayudes!

—Johnny.

—¡No! Puedo hacerlo yo solo.

—Te acabarás el gel y...

—Steph.

La rubia miró a Nat por el espejo.

—Habrá un festival de otoño en la escuela de Johnny—El ruso le mostró una pequeña hoja—. Y además, no hizo su tarea.

—¡Tío!—Gritó el rubito frunciendo su ceño.

Stephanie suspiró, llevó una de sus manos a su cien y negó.

—¿Por qué no me habías dicho?

Johnny miró a su mamá. Cruzó sus bracitos y alzó su cabeza.

—No te había visssto.

—Es cierto.

Stephanie fulminó a Romanoff con la mirada.

—No me ayudas—Gruñó—. Lo siento, Johnny. Sabes bien que...

—Vete. Tío Nano y yo nos encargamos—Y Johnny se volvió de nuevo hacia el espejo, tratando de peinar sus rebeldes cabellitos.

Nathaniel dedicó una sonrisa comprensiva a la rubia.

—Ve a trabajar. Yo me encargo.

Stephanie sintió un nudo en la garganta. Asintió, caminó hacia su amigo y lo abrazó. Eran momentos como esos cuando se sentía sobrepasada y recordaba con fuerza a su difunto marido. Le hacía demasiada falta; y a Johnny también.

—De acuerdo—Stephanie se volvió a su hijo, le besó la frente y luego salió del baño.

Nathaniel vio el momento cuando el semblante del niño cayó. Miró a Steph perderse hacia la cocina y, segundos después, se escuchó la puerta principal al cerrarse.

—No hacer tu tarea no llamará su atención—Dijo Nat.

Johnny hizo como que no lo escuchó.

—Johnny.

—¿Por qué no tengo un papá cómo Peter?—preguntó finalmente con un puchero y ojos húmedos—Él siempre está con Peter y... Y lo lleva a pasear y...

Nathaniel avanzó hacia el menor y lo tomó en sus brazos.

—No llores campeón—El menor se aferró a su cuello y siguió derramando lágrimas. Nat lo apretó contra su pecho y suspiró —. Mamá pronto tendrá tiempo para ti. Mientras tanto hay que ayudarle a ella en casa, ¿De acuerdo?

Johnny asintió.

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Capítulo cortito :/

Pregunta!: A alguien más le pasa que no le aparece notificación cuando hay actualización?!

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