Capítulo 6

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-Gracias por el reporte, Orange Fox. Puede irse, y perdona por mandarlo de repente a la misión, es que ya no tenía más Anbus de grandes velocidades -La Hokage sólo lo miró, y luego siguió con su papeleo diario, eran sus últimos días como la Hokage de Konoha, ya que pronto vendría Kakashi a sustituirla como el Rukodaime Hokage.

-Hai, Hokage-sama -Sólo se limitó a decir eso, para luego esfumarse en una ráfaga de viento haciendo aparecer una leve brisa notoria, para luego reaparecer en su apartamento, quitándose la máscara y recostándose en su sillón agotado. -Kena~ -Llamó a Kena desde el sillón.

-¿Sí, Naruto-san? -Kena se encontraba parada mirándolo desde unos pocos metros de ahí.

-¿San? ¿Es algo nuevo?... Emm, quiero un café, si no es molestia -Naruto realmente estaba cansado, encima más tarde tenía que ir a atender las necesidades en el Anbu QH, pero tal vez iría un poco más tarde, sentía que necesitaba dormir más de lo que pensaba.

A los minutos llegó Kena, con el café de Naruto, y se lo apoyó en la mesita que había a un costado del sillón, y le tocó la cabeza sutilmente con su pata de zorro, sin lastimarlo en el proceso. Al sentir el peso de algo en su cabeza, el rubio, algo cansado se acomodó sentándose en el sillón del lado más cercano a la mesita, agarró su café y comenzó a tomarlo saboreándolo.

-Arigato, Kena. Descansa -El Uzumaki estaba tan exhausto que tenía los ojos cerrados mientras bebía del café. Kena sólo se quedó mirándolo como era de costumbre. Al acabarse el café, el ojiazul se levantó y acomodó todas sus cosas, luego se fue a bañar, para sacarse la mugre de sus dos misiones anteriores. Luego de alistarse poniéndose la ropa para irse a dormir, acomodó todo su equipo Anbu, y se fue a recostar sobre su cama. Está de más decir que a los pocos minutos concilio el peor de los sueños pesados, no había ruido que lo despertase, Kena terminó algunas cosas pequeñas que se le pasaron a Naruto por su cansancio. Y todo siguió así, hasta cierta tarde meses después.

6 meses después...


El joven de 19 años, durmió aproximadamente 5 horas, parecerá poco, pero para Naruto era suficiente, ya que con sus grandes reservas de chakra es fácil para él recuperarse. Había estado en una misión, 5 días mientras llevaba un paquete a un País vecino, y al llegar fácilmente tuvo 1 horas y media de misión junto con otro escuadrón de investigación. ¿Sólo 5 horas va a dormir? ¿No es muy poco? Lo es, pero Kurama lo ayuda a recuperarse dándole una transferencia de su chakra, y luego él la iba a recuperar, para el bijuu darle un poco de su chakra no era nada en lo absoluto, porque el podía conseguir más fácilmente, sin mucho esfuerzo.

Al despertar, Naruto se levantó sin muchas vueltas, se fue a poner el equipo del Anbu, y después de comer un poco de ramen instantáneo, se dirigió hacia el Anbu QH (la guarida de los Anbus), ya que ahora al ser el comandante de todos ellos, tenía que ir a revisar diariamente como estaba el estado de ésta, y obviamente tomar el examen de admisión por si alguno quería entrar, tal como lo hizo el ex comandante con él, revisar los historiales de misión, y también ir a ver a los que habían salido heridos en misiones.

Al llegar, el rubio, paso por paso empezó a hacer todas sus tareas como nuevo comandante, y luego de haberlas hecho a su debido tiempo, un Anbu lo llamó, diciéndole que tenía a 2 personas queriendo entrar al Anbu de Konoha. Como era el comandante ahora, él debía tomar los exámenes de admisión, y en qué se rama se iba a especializar.

-Está bien, llevenlos a la sala, les haré las preguntas en cuando terminé ésto -Sin más, el otro Anbu afirmó con su cabeza y se retiró a su espera. Minutos después, Orange Fox dió por finalizada su tarea, y se dirigió a dónde se encontraban las dos personas que iban a estar a prueba para entrar al Anbu.

Naruto | Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora