ya llevábamos una semana viviendo aquí.
en este repugnante lugar que no soportaba, quería irme, pero a los demás les agradaba.
extrañaba Rusia.
-¿en que tanto piensas? -pregunto sentándose a mi lado.
-en nada -claro, siempre tragándome todo.
-te conozco bien t/n
-necesitarías mas de una vida completa para hacerlo -susurre con mi mirada perdida.
-as cambiado mucho
-no siempre iba a ser asi Jazz -el no respondió nada, sabia a que me refería y que tenia razón -tengo hambre
-el sonrió de lado observándome, eso era un alivio, no quería seguir hablando sobre "ese" tema, por muy raro o no que pareciera aun no lo superaba -¿que le gustaría comer a la bella dama?
-flan -respondí de prisa sin pensarlo.
-aun me sigue sorprendiendo la velocidad con la que contestas "flan"
acepte la mano que me tendía para bajar del tronco de árbol caído sin prestarle mucha atención a la distancia con la que nos encontrábamos.
no era nada personal, pero al quedar demasiado cerca casi con 10cm de distancia me sentí extraña, "que raro" pensé.
-¿carrera?
-jazz, se supone que me conoces -a pesar de que intente hacer un tono divertido, no pude, se escucho mas frio y aburrido "maldita bruja, incluso en el futuro consiguió joderme"
-¿que pasa? -cuanto odiaba su don en estos momentos.
-nada, y, si yo fuese tu, ya habría empezado a correr
-que competitiva
-te lo advertí
empeze a correr directo a la residencia Cullen, "mi hogar", concentrada en el camino.
apenas dos simples minutos bastaron a obtener un desagradable olor a vampiro que bebía sangre humana, este era territorio nuestro, no podían pasar aquí.
emprendí camino al lugar donde provenía su aroma, creo que escucho mis pasos por que el también comenzó a correr, extrañamente a mi dirección ocasionando que ambos nos tacleáramos a gran fuerza rompiendo lo que se encontraba cerca, no me habia dolido tanto el golpe levantándome enseguida.
-¿quien eres? -su mirada era lasciva, me daba repulsión.
-hola preciosa -se relamió los labios.
-¿quien eres?
-que fría, y de pocas palabras, me gusta
-no es nada personal. pero, que asco
-y también directa, eres toda una caja de monerías ¿te lo an dicho?
-¡dios mío! -exclame soltando un suspiro -dame paciencia, por favor. escúchame atentamente vampiro, si te vuelvo a ver por estos rumbos no dudare en matarte
-¿acaso eres una Strigoi? -su seño se frunció de pronto "que sospechoso"
-no, soy un lobo, obvio que si inútil
-¡valla! fue mas fácil de lo que pensé
-¿que tratas de decir?
no me contesto, simplemente se lanzo en sima mío volviendo a caer los dos a la tierra rodando. quede en arriba de el ahorcándolo con una mano y la otra sujetando sus manos sin contar que me daría un cabezazo sin obtener ningún resultado "suerte que las torturas de la bruja sirvieron de algo"