This Is Home.

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Gracias a Daiana por las bonitas fotos de Megan Fox embarazada, no podía encontrar una :c (perdón por la falta de etiqueta, es que la compu se pone mamoncia) y como no me decidía por cual poner decidí hacer esta foto de apreciación a Megan Fox porque ella es...bueno, porque es ella, duh.

NOTA: Vi que todos tenemos el problema de que Wattpad se hace wey con la notificación de las actualizaciones así que le comento, le platico, le informooooo que antes de empezar les diré el nombre del cap anterior¿? por si no lo leyeron o algo así. El anterior es Lo que un Nefilim Quiere y anterior a ese es No es Culpa de Dean, se los digo por si comenzaron a tener ese problema de las actualizaciones desde antes para que no se pierdan nada c:

NOTA 2: Les haré un pequeño apartado sobre mis aclaraciones sobre el embarazo de Cass, como el libro de Charlie, ustedes deciden si lo quieren después de este o al final de toda la historia.

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Aquel era un pintoresco condominio lleno de flores y árboles, bonitas casas con la cerca blanca y autos relucientes mientras las personas iban y venían. Era el lugar soñado, el cielo personal de quien vivía ahí.

Gabriel se encontraba recargado en un árbol mirando con atención a la persona de su interés mientras devoraba un chocolate en barra, llevaba ahí algo de tiempo decidiendo si se acercaba o no, temiendo la reacción de aquella persona. Sentía a Sam llamarlo pero no era muy insistente, el pelilargo sabía que Gabe estaba algo ocupado en el cielo desde que Castiel había desaparecido de su radar aunque "escondido" era mejor empleado puesto que Gabriel era enteramente consciente de dónde se encontraba su hermano pero el cielo no y se encargaba de cubrirlo.

Eso no importaba de todas formas, nada de eso, sino lo que tenía en frente.

Según Crowley le había dicho dentro de unas semanas Cass daría a luz y Gabe sabía que la llegada del Nefilim iba a cambiar mucho sus vidas, tanto de los cazadores como la de los ángeles, el hijo de, ni más ni menos, el ángel Castiel y Dean Winchester iba a llegar al mundo. Si no sonaban las trompetas sería un milagro. Pero bueno, ese no era el punto en ese momento, no era lo que lo había llevado a ese lugar. Sus problemas con Sam...bueno, esos eran otro asunto.

Técnicamente no había nada de malo con ellos, parecía que estaban bien y entendiéndose a la perfección como siempre había sido a pesar de sus diferencias. Todo estaba bien pero ninguno lo sentía así, Gabe sentía que estaban ante la calma antes de segunda tormenta y si no solucionaba lo que sea que anduviera mal aquello les explotaría en la cara.

Salir con Sam Winchester no era fácil, todo el mundo lo sabía; corrías riesgo de muerte prematura o que al final él se fuera sin mirar atrás, estaba el hecho de que siempre elegiría a su hermano por encima de ti y ahora, con toda su familia de vuelta, corrías más riesgo de no caerle bien al señor Winchester o a la mamá Winchester. Milagrosamente, Gabriel había sobrevivido a todo eso pero había llegado a un punto en el que se preguntaba si en verdad quería seguir con eso, sobrevivir y no vivir a un lado de Sam, seguir con el miedo de que en algún punto lo mandaría al diablo por el bien de su familia olvidando que Gabe era su familia también, preocupado de que su sobrina no fuera lo que ellos creían y quisieran lastimarla cuando Gabe ya la quisiera.

Así que estaba ahí recargado en el árbol con un gesto de absoluta indiferencia mirando fijamente la pintoresca casa del frente. Sabía que en cuanto saliera de su escondite la inquilina reconocería los problemas que tenía, sabría que algo estaba mal porque no siempre aparecía ante ella como si nada.

Vio a la pareja de ensueño salir de esa casita y sonrió con melancolía al verlo a él, al verlo como siempre quiso luciendo un traje aburrido y con portafolio en mano mientras aquella hermosa mujer lo acompañaba hasta su vehículo con un bebé de rizos dorados montada en su cadera. Aquella vida perdida un dos de noviembre de hace tantos años, una vida que se había vengado con creces a pesar de no verse lograda. Una vida que Gabe también quería a pesar de ser imposible pero no reclamaba, claro que no.

Sigue siendo Cass.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora