¿Te has acostumbrado tanto a algo que cuando te lo cambian te niegas a aceptarlo? Se le conoce como costumbre; tu cerebro se programa para aceptar algo de determinada manera y cuando eso ya no es así causa un corto circuito en un sistema y no puedes...
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Debería de estar bañándome pero aquí me tienen haciéndome pendeja, jajaja salu2
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Había algo que no estaba saliendo acorde a lo normal en la situación que manejaban, para cualquiera hubiera pasado desapercibido pero no para los que vivían en el búnker, no para los que ya habían estado en esa situación y era el hecho de que Dean, en lugar de estar vuelto loco por no encontrar a Cass, no salía de su habitación ni para comer.
La primera semana no fue así, la primera semana fue todo un caos; Dean gritando órdenes, discutiendo con Sam y John, gritándole a Gabriel, pidiéndole a Jody que tapizara todo el país con el rostro de Jimmy y de Cass mujer esperando a que alguien supiera algo de ella; llamó hasta que se le acabó la batería a todos los celulares que tenía, lo invocó esperando una respuesta, rezó hasta quedarse dormido. Dean anduvo insoportable toda esa semana porque pareciera que a Cass se la había tragado la tierra. No había señal de ella ni en el cielo ni en la tierra y, sospechosamente, Crowley, Rowena y Charlie tampoco respondían las llamadas.
Estaba de más decir que todo se volvió casi apocalíptico; Gabe ya había visto cómo solía ponerse Dean cuando algo le pasaba a Sam pero verlo ante la desaparición de Castiel fue otro nivel, uno al que no pensó llegar en realidad. Perdió la cuenta de cuántas botellas fueron estrelladas en la pared después de cinco y de cuántas veces fue mandado al cielo para saber si había noticias de Cass después de diez en tres días.
Pero todo aquello cesó de un día para otro. Ya no hubo insistencias en llamadas ni en vigilancia, Dean le pidió a Jody que quitara todos los letreros que tuviera de Castiel, fuera hombre o mujer, y luego se encerró en su habitación sin más dejándolos a todos confundidos. Desde entonces rara vez salía de ahí, ni siquiera sabían si se bañaba o si comía algo y eso era lo que preocupaba, por lo general ese no era el modus operandin de Dean Winchester, no al menos hacia Cass.
Sam había intentado hablar con él pero Dean no dio respuesta, sólo se quedó ahí sentado en su cama escuchando a saber qué en los audífonos y viendo quién sabe en la computadora. Sam quería que su hermano saliera, que si tanto le importara Cass fuera a buscarla a donde sea que se encontrara, intentó recordarle la vez en que no se rindió hasta poder recuperar a Cass de Lucifer pero eso sólo sirvió para cabrearlo y que le arrojara una botella que fue esquivada con rapidez. Se rindió después de eso y lo dejo ser intentando buscar a la pelinegra por sus propios medios, sospechando que si estaba con Crowley no iba a ser tan sencillo encontrarla.
Dean no quería saber nada del mundo exterior, no quería aceptar que había vuelto a equivocarse, que había salido de esa bella y segura zona de confort donde nada malo pasaba porque creyó que, por un momento, tenía permitido ser feliz con una de las personas que más le importaban, ¿eso era culpa de Cass? ¿Qué Dean estuviera tan dañado como para quererle como merecía? Sabía que no, sabía que todo el daño que había hecho que Cass se fuera era enteramente su culpa, no debió permitirse ese acercamiento, no debió dejar que...que todo saliera.
