Lo que un Nefilim Quiere.

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Disculpen por la foto de Bella y Nessie cx me dio weva buscar algo más y esa ya estaba en mi galería :v

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Castiel había descubierto de distintas formas que ser mujer no era tan fácil como parecía; desde que Sekhmet lo maldijo había sufrido por la cantidad de ropa que usaba una mujer para un solo día; había descubierto que el periodo menstrual era una tortura biológica realmente arcaica, aún le parecía imposible que todas tuvieran que vivirlo mes con mes; experimentó con desagrado esas pequeñas cosas que las mujer sufren día con día como a los hombres intentando sobrepasarse con ellas, Cass estaba segura de que había hombres sufriendo de eso también pero no era tan visto como con las mujeres. Había sufrido en un caso discriminación porque era mujer, sólo por eso.

Sin embargo, un embarazo no estaba las experiencias que deseara tener siendo mujer, si era sincera no planeaba un embarazo nunca, siendo ella mujer o no. Sí, se planteó que tal vez un embarazo detuviera los cólicos por un tiempo pero jamás imagino que fuera peor.

Después de que huyera con Crowley aquel día en que se decidió a poner en orden su patética vida se dedicó a pensar con seriedad qué hacer respecto al Nefilim; sabía que no podía tenerlo, que sólo le causaría más problemas de los que ya tenía pero, al mismo tiempo, vio inútil intentar deshacerse de él, al menos lo fue cuando Crowley la llevó a una cita con el obstetra y le declaró que comenzaba su segundo trimestre del embarazo y los felicitó, como si Crowley hubiera hecho el bebé con ella.

Quizá escuchar el latido del corazón del Nefilim había tomado una decisión por Cass, quizá fue el hecho de ver su imagen borrosa en el primer ultrasonido que le hicieron, muy similar a la de un cacahuate subdesarrollado. No lo sabremos, ni Castiel lo sabía, sólo era consciente de que después de ese día sintió que no podía estar sin el Nefilim, no podía darle la espalda ahora que la necesitaba porque por primera vez alguien dependía de ella, por primera vez tenía alguien que nunca la dejaría a pesar de los problemas. Cass dejó de sentirse sola cuando escuchó el corazón del Nefilim en su vientre.

Fue ese día en que se decidió a mandarle un mensaje a Dean para calmarlo pues Charlie había visto varios carteles con su foto en las tiendas y en los centros comerciales. Dos simples frases que ni de lejos expresaban lo que Castiel quería decirle pero eran lo que Dean necesitaba, lo que ambos necesitaban.

Tener a la pelirroja con ella había sido un consuelo que no esperaba tener. Charlie se la pasaba la mitad del tiempo con Cass enseñándole todo lo habido y por haber sobre bebés y aprendiendo ella en el proceso; ambas veían películas que hablaran de la maternidad, leían libros sobre lo que se esperaba de los primeros meses y Charlie escribía el propio sobre bebés Nefilim, quizá pudiera servir en algún futuro puesto que la información en internet muchas veces era realmente exagerada o inservible. A Cass no le molestaba ser el objeto de estudio de la pelirroja, no en esa ocasión; le agradaba tener a Charlie con ella, le gustaba tener a alguien con quien compartir aquello que tan extraño se sentía dentro de ella, como si tuvieras el peso del mundo en tu vientre.

Todo fue bien, tranquilo. Al menos las primeras semanas en las que Charlie no la dejaba sola mucho tiempo y Crowley le recordaba que tenían que ir cada semana a un doctor distinto para que les dijera constantemente cuánto tenía de embarazo ya que el Nefilim no tenía preocupación por crecer lento. Fue en una de esas citas que descubrió que tendría una niña y Castiel jamás se había sentido tan extraña en toda su existencia, nunca había pensando en el Nefilim con alguien, siempre fue como un algo pero ahí estaba ante ella la imagen en blanco y negro de lo que parecía un cacahuate enorme y con una doctora diciendo que iba a tener a una niña.

No iba a negar que lloró, porque lo hizo, lloró en el momento en que aquella imagen borrosa tuvo sentido frente a ella, lloró porque la sensación de no volver a estar sola dentro de ella creció y porque el Nefilim también estaba feliz de que Castiel la aceptara, de que al fin dejara de mantenerla a raya y mezclara sus emociones con las del Nefilim. Quizá ese fue el problema antes de que la calma se fuera por el desagüe.

Sigue siendo Cass.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora