Caballo de Troya II.

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Razones por las que amo a Halsey #217, ella nunca me decepciona *w* la canción en multimedia creo que expresa con 85% de exactitud el cómo se ha sentido Cass en toda la historia, chi cheñol. No soy un dulce sueño pero sí una noche infernal AAAAHHHHHH SÚBALEEEEEE A ESA MADREEEEEEEEEE.

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Gabe y Cass aparecieron en un pasillo desierto, ni siquiera había señales de que todo aquel desastre hubiera alcanzado aquel lugar. Castiel miró a su hermano apartándose el cabello del rostro, realmente molesta por no tener con qué sujetárselo y sabía que Gabriel no iba a poder ayudarle con eso, las runas bloqueaban casi toda la gracia del arcángel.

—Debemos ir abajo—aclaró Gabriel señalando el pasillo—Con los demás.

Cass asintió sujetando con fuerza el arma que Mary le había dado, miró a Gabriel y decidió extendérsela, ella se las arreglaría con las pequeñas. Caminaron en silencio por aquel lugar, Cass iba mirando a su alrededor mientras que con una mano sostenía una pequeña arma y con la otra cubría su vientre, como si temiera que algo fuera a pasarle y de esa manera pudiera protegerlo. Era extraño pero sentía la ansiedad del Nefilim, como si deseara ir a un lugar en específico y estuviera molesto de que no fuera rápido.

Sí, los Nefilim gestaban rápido, dependiendo de la madre. Si Cass hubiera sido enteramente humana tal vez el embarazo le habría durado los normales nueve meses puesto que no tenía la fuente de gracia a su disposición y tardaba en gestarla propia pero ahí estaba Cass con su gracia guardada que servía de alimento al Nefilim. No le sorprendería que naciera en un par de meses.

Castiel se detuvo junto a una puerta entreabierta y miró, asegurándose de que estuviera vacía. Y así era, la sala se encontraba vacía pero no parecía en desuso sino que la pared del fondo estaba cubierta por pequeñas pantallas donde se mostraban diferentes rostros, muchos de ellos conocidos por Castiel y alguno que otro que sabía era amigo de los Winchester.

Se adentró, mirando alarmada aquel lugar mientras Gabriel la acompañaba; ahí estaba Jody junto con las chicas, sintió que su vientre se revolvía al ver a Claire marcada en una de las pantallas. Estaba un sujeto llamado Garth que decían era hombre lobo, estaba segura que Dean le había llamado en un par de ocasiones a alguien con ese nombre; pasó la vista por todos esos cazadores, por Mary Winchester, por Sam y por Dean.

Apretó en un puño el arma al ver a Dean en la pantalla y al verse a ella y a Gabe como posible amenaza. Ellos no habían hecho nada, no habrían hecho nada si los hubieran dejado en paz, si no hubiesen estado constantemente detrás de ellos.

La pantalla que mostraba a Sam explotó haciéndola sobresaltarse, miró hacia Gabriel que lucía con los ojos encendidos y las manos apagándose, como si ver a su novio en una pantalla hubiese sido el peor de todos los golpes que le habían dado.

—Si esos bastardos creen que pueden poner una sola mano en el brillante cabello de mi Sammy están muy equivocados—gruñó el arcángel saliendo de aquel salón— ¡Incendiaré este maldito lugar si se atreven a tocar a Sam!—gritó una vez afuera haciendo vibrar las paredes.

Castiel apretó el arma en su puño y salió de aquel lugar sintiendo la sangre hervir en sus venas ante la idea de que alguien lastimara a Dean, era extraño porque esa furia no solo le pertenecía a ella sino a alguien más. Le pertenecía al Nefilim en su vientre, también odiaba la idea de que algo o alguien lastimara a Dean, alguien que no fueran ellos. Gruñó mientras la gracia de su Nefilim comenzaba a tomar control de ella haciendo que sus ojos brillaran violetas y la estática hiciera su cabello erizarse de manera en que cualquiera vería que no era buena idea hacerla enojar, no al menos en ese momento.

Sigue siendo Cass.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora