La aldea tenia esa noche un aire especialmente siniestro, al contraluz de la claridad de la luna llena.
Las casas se erguían como barcos esbeltos y las ramas de los árboles con espinas que parecían picas capaz de ensartar a alguien, sobresalían amenazantes contra el cielo nocturno.
Me pareció un mundo nuevo, nunca había visto mi hogar así, tan frío y oscuro, tan tétrico, por el día, la aldea parecía incluso acogedora.
Pero por la noche era algo que ningún aldeano se atrevía a vislumbrar.
La oscuridad de apoderaba de Daggorhorn.
Con pasos silencioso caminé hasta la plaza central, el ágora de pueblo, muy pequeña, apenas unos metros, rodeada de las casas de los asustados vecinos que dormían esperando que acabara esta noche infernal, la peor noche del mes.
Mi pobre Flora estaba temblando de frío sobre un altar de piedra en medio de la plaza, al lado de una pequeña fuente en la que ocasionalmente mi madre lavaba la ropa junto a las demás mujeres.
El gran portón que de alguna forma brindaba un poco de seguridad, se encontraba abierto de par en par, era un símbolo de cordialidad con el lobo, el pueblo aceptaba el mal que se cernía sobre él.
Invitando al lobo a tomar su sacrificio y marcharse, dejando al pueblo en paz hasta la próxima luna llena.
Un aire frío azotó mis mejillas tornándolas rosadas, y estremeciendo mi pequeño cuerpo de niña.
La luna llena se alzaba imponente sobre el cielo.
Con mirada acusatoria, pues sabía que, esto que estaba a punto de hacer, traería represalias contra el pueblo.
Un castigo por no cumplir el trato no pactado que tenían las gentes con la bestia.
Un balido familiar sin embargo me empujó a seguir andando en dirección a mi pequeña cabra, que temblaba de frío y de miedo.
Balaba desesperada.
Flora tiraba de las cuerdas que sujetaban sus delgadas patitas, y estiraba su cuello
-Flora, estoy aquí- le grité y ella empezó a balar más fuerte con forme me veía acercarme.
Eché a correr hacia ella, me partía el corazón verla así.
Oí que algo de aproximaba furibundo a gran distancia y a paso veloz, cada vez más y más cerca en la oscuridad.
Como un fantasma se deslizaba veloz entre los árboles.
Entonces, silencio... La quietud volvió a reinar.
Y apareció.
Al principio solo un borrón negro. Después, el lobo estaba allí, dándome la espalda, su torso brutal y monstruoso.
Era tan grande que no podía verlo entero de una vez, más alto que un caballo.
Más negro que las propias entrañas de la tierra.
Una exhalación ahogada salió de mis quebrados labios por el frío.
Irregular por el miedo.
Sí, esa noche tuve miedo.
Las orejas del lobo se quedaron paralizadas, se estremecieron, y la bestia se giró para mirarme a los ojos.
La mirada de unos ojos salvajes y bellos.
Unos ojos que me vieron, vieron hasta lo más profundo que encerraba en mi interior.
Sus ojos penetraron en mi interior reconociendo algo.
Una oleada de terror me recorrió entera.
Mis pies perdieron fuerza por el miedo, y caí al frío suelo de piedra incapaz de mantener el contacto visual.
Era tan grande y yo tan pequeña que sentí como su sombra me hundía más en el suelo.
Un escalofrío me recorrió y sentí por primera vez la amenaza.
Imaginé al lobo desgarrando mi piel con los ganchudos colmillos.
Hubo un rugido.
Esperé paciente el sentir el salto, el golpe de sus mandíbulas y el rasgar de sus garras, pero no ocurrió nada.
Escuché el tintineo de la campanilla de Flora y solo entonces me percaté que la silueta se había retirado.
Escuché el rechinar de unos dientes u unos gruñidos, y otro sonido que no logré descifrar.
El rugido de una oscura ira al ser liberada.
Después vino un silencio aterrador, una calma frenética e inquietante.
No pude resistir a levantar la cabeza para buscar a Flora.
Pero...
Nada excepto la cuerda rota y aún atada a el altar de piedra, inerte, sobre la piedra fría y polvorienta.
Un pequeño hilo de sangre, marchaba la piedra del altar.
Para continuar con la historia necesito OPINIONES, ¿no entendéis algo? ¿Qué os parece la historia?
¿Cuál es el narrador mejor narrador, Valerie u omnisciente?
LOS VOTOS SON MOTIVACIÓN, Y ESO ES CLAVE PARA SEGUIR UN PROYECTO, GARCIAS Y BESOS
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¿A quién tienes miedo?
Roman d'amour¿Quieres vivir? Entonces, no le tengas miedo al lobo.. "Viviamos en una aldea cerca de un bosque, atravesado por un riachuelo, pocos conocían nuestro pueblo por su nombre, pero si por los horrores que en el ocurrían. Mi madre siempre decía vé a por...