Se aferró a las mantas, jadeando alto mientras él la embestía de aquella forma tan profunda y deliciosa. Ya no podía ni siquiera pensar, lo único que quería, era que él no se detuviera.
Se quejó al sentir que Boit salía de ella, y lo miró molesta, recibiendo una suave sonrisa, y luego un hambriento beso, que la hizo olvidar sólo unos segundos su enojo.
La giró, quedando enfrentando ambos, y la acostó, abriéndole los muslos para volver a hundirse en ella. La joven castaña gimió extasiada, y se abrazó a él, sintiendo los húmedos besos de Boit en su cuello, en su hombro.
Pasó sus piernas hacia detrás de la cintura de él, y escuchó como el muchacho le decía que estaba cerca. ¿Cerca? ¿A qué se refería con eso?
Un par de estocadas más, y salió de ella, corriéndose entre sus muslos. Kiha lo miró confundida... E insatisfecha.
—¿Qué pasa? —le dijo agitado, al ver la expresión de ella.
La castaña desvió la mirada, y Boit se maldijo internamente ¿Acaso no había llegado?
—Que idiota, lo siento —pronunció bajo, antes de besarla, y acariciar suavemente su cintura, sus caderas—. Te lo compensaré —sonrió divertido, antes de seguir bajando con suaves lamidas por sus pechos, en dirección a su abdomen.
***
Estaba agotado ¡Esa mujer no se cansaba! Ya ni sabía cuántas veces lo habían hecho, sólo que estaba cansado, hambriento y muy sediento. Necesitaba agua.
Ni sabía cómo había logrado que se durmiera, o él como seguía caminando sin caer rendido. O quizás sí.
Se sentó contra un árbol, y cerró los ojos por un momento. Su cansancio se asemejaba a haber corrido una maratón, o más. Y ni siquiera sabía cómo sentirse ahora.
¿Cambiaría algo entre ellos? ... ¿O sólo sería sexo casual? Es decir, Kiha era una mujer sola e independiente, que no quería nada con un hombre.
Y él había sido el primero, recordó, pasándose una mano por el rostro. Debía prepararle algo especial para el desayuno, no sabía cómo ella iba a reaccionar al despertar.
***
Se giró entre las mantas, y se despertó al sentir un delicioso aroma a comida. Abrió suavemente sus ojos, y poco a poco, fue recordando lo que había pasado la noche anterior.
Se maldijo, por no ser más fuerte, por su maldita condición y el celo... Por oler a él, su aroma ahora estaba impregnado en toda su piel.
—Como si fuera suya —murmuró.
Negó con la cabeza, y se puso de pie, cubriéndose con una manta. No, sólo había sido por el celo, de otro modo, ella jamás se hubiera entregado a un hombre que tenía en la mente y corazón a otra.
Respiró profundo un par de veces, y salió de la tienda, encontrándose con Boit cocinando.
—Buenos días ¿Cómo te sientes? —sonrió suavemente el castaño.
—Bien —respondió caminando, alejándose de él.
—¿A dónde vas? Ya tengo todo aquí para el desayuno —le dijo confundido.
—Iré a asearme —pronunció tomando una cubeta de agua.
Se alejó de la tienda varios metros, y luego echó unas gotas de una esencia aromática en el agua, antes de tomar un paño y humedecerlo, pasándolo por su cuerpo.
Debía quitarse su aroma. Y mientras se aseaba, miró el cielo, recordando que el año anterior el celo le había durado tres días... Y ahora ya no tenía deseos de estar con nadie más.
Ni siquiera repetir con Boit. Y la castaña pensó que quizás se trataba a que como había saciado sus deseos con él, por eso ya no tenía ganas de hacerlo con nadie más.
—Debe ser eso —murmuró, ignorando el verdadero motivo.
***
Boit desvió la mirada, y la observó disimuladamente. Ella estaba desayunando como si nada, era evidente que actuaría "normal", ignorando lo que había ocurrido la noche anterior.
Y eso, de cierto modo le causaba algo de incomodidad en su interior. ¿No sé suponía que para las mujeres la primera vez era importante? Es decir, no esperaba ser "el hombre de su vida"... Pero creyó que ella actuaría de otro modo.
"No es como las humanas" se recordó, mezclando su infusión. Ellas eran mujeres fuertes, a veces algo frías, y Kiha parecía no ser la excepción.
Escuchó a Hammie ladrar, y observó al cachorro ladrándole a una lagartija que estaba caminando por el tronco de un árbol. Sonrió suavemente, y le silbó, para que volviera a su lado.
—Sí, mejor llámalo, son venenosos —le advirtió Kiha, tomando una fruta pequeña y amarilla.
—¿Podría llegar a matar a Hammie si la muerde? —le dijo preocupado.
—Ahora que es pequeño sí, pero cuando sea adulto, quizás sólo le cause mucho dolor.
Boit abrazó al perrito a él, que estaba desesperado por volver hacia el árbol, para continuar ladrándole.
La castaña terminó de desayunar, y se puso de pie, estirándose. En verdad el cuerpo le dolía un poco, y no sabía si se debía a que había dormido en el suelo, o que luego de hacerlo varias veces seguidas, el sexo se había descontrolado un poco después.
—Iré guardando las cosas, así podemos continuar con el viaje.
—Ya termino y te ayudo —pronunció Boit, atándole una soga en el cuello a Hammie para que no se alejara a él, e intentara acercarse a la lagartija.
—De acuerdo —le dijo entrando a la tienda.
El viaje era largo, pero cuanto menos descansaran, y más caminaran, mejor sería.
Kiha observó las mantas donde ambos lo habían hecho, dónde habían dormido juntos, y gruñó bajo. Debía deshacerse de ellas, o mínimamente, lavarlas.
Ahora se arrepentía, porque sabía que había estado con el hombre de su "perfecta" prima. Porque sabía que siempre que recordara su aroma, recordaría que ese sería el aroma de Sula también.
Qué Boit la haría suya, como lo había hecho con ella... Qué había sido una hembra débil y estúpida, que se había entregado al primer tipo cerca de ella, sin siquiera resistirse o pelear.
No, ella se había ofrecido a él... Cómo una Umi'et lo hace con su Shi-e'tu, y ellos no eran nada. Y Kiha comenzaba a arrepentirse, y no sólo de haberse entregado a él y buscarlo, sino también de haber decidido ayudarlo.
Desde un comienzo sabía que debía dejarlo morir en el desierto, y como la estúpida que era, lo había terminado involucrado en su vida.
...
¡Al fin Wattpad notifica las actualizaciones! 😍💕
Pd: para entender porqué cesó el deseo de Kiha... Deberían recordar porque Micaeli tampoco se presentó en la puesta luego de estar con Fahir👀
