Salió de su habitación, y en el pasillo se encontró con uno de sus vecinos... Un idiota que siempre que podía, era un maldito denso.
—Kiha, que bonita te ves esta mañana —sonrió—. Y justo estaba bajando para ir a desayunar ¿Te gustaría acompañarme?
—No —pronunció con simpleza, pasando por su lado.
—¿En serio prefieres a ese humano? Porque si es así, es porque aún no has estado con un macho real... Te conformas con poco por lo que parece.
La castaña rodó los ojos y fue hasta las escaleras, seguida por él.
—¿Es tu pareja?
—Eso no te importa.
—Me importa, para saber si tengo que luchar con él por ti o no.
—Si con alguien deberías pelear, es conmigo. Soy yo quien elige con quién estar —le dijo en un tono molesto.
La observó, moviendo su cola, y sus orejas hacia atrás. Y se veía tan malditamente adorable. Sonrió divertido, y la aprisionó entre la pared y su cuerpo, colocando un brazo por encima de su cabeza, y tomándola del rostro con su otra mano.
—¿En serio no tienes curiosidad de estar con uno de los nuestros?
Sí, el tipo era mucho más alto que Boit, musculoso, y hasta atractivo. Pero a Kiha no le interesaba. Especialmente, porque luego de saber que ella vivía con Boit, él no había desistido a su acoso.
—Suéltame —le advirtió.
E ignorándola, bajó suavemente su mano hacia su cintura, acariciándola.
—¿Qué quieres a cambio? ¿Una de esas salidas de humanos? ¿Citas?
—No lo repetiré, suéltame.
—O tal vez prefieres-
Le dió un puñetazo debajo de las costillas, provocando que la soltara y se tomara la zona, sonriendo con dificultad.
—A mí no me interesas —gruñó la jovencita.
Él se reincorporó, y la miró sonriendo con diversión.
—Di lo que quieras, pero terminas follando conmigo.
Kiha se giró y bajó las escaleras para irse a comprar. Debía ir a la tienda y ver que prepararía para el almuerzo. Y claro, la comida para Hammie también.
***
—¿Y por qué el mensaje recién llega ahora? ¡Dos meses pasaron! —rugió Kumi.
—Sabes que este tipo de asuntos, muchas veces son ocultados. Especialmente por el hermetismo característico de las tribus del norte.
—Exijo una explicación y resolución inmediata por parte de su líder —gruñó la joven castaña.
—Hemos hablado con Zato, él dice que está haciendo lo posible por encontrar a los culpables.
Kumi se puso de pie, mirando con el ceño fruncido a los oficiales que habían llegado a su tribu.
—A mí no importa que esté haciendo lo "posible". Dos meses pasaron ¡Dos meses y no los han capturados! No pondré a mis hembras y niñas en peligro por su incompetencia. Esto se corta de raíz hoy —gruñó tomando su lanza.
Cep, que estaba en la aldea de visita, miró desconcertado a la muchacha, y luego a los oficiales. Se acercó rápidamente a ella, tocándole el hombre.
—Kumi ¿Pero qué dices? Dónde ocurrió aquel crimen, fue lejos de aquí. Si tomas la vida de la persona equivocada, comenzarás una contienda innecesaria. Y muchas de nuestras mujeres están embarazadas en estos momentos ¿Comprendes la gravedad de lo que quieres hacer? Las expones a que las dañen.
—Nadie dañará a nuestras mujeres, y será un mensaje claro y terminal para todos los machos que quieran volver a intentarlo, o siquiera pensarlo —le dijo seria.
Levantó su mano, y un grupo de diez mujeres se acercaron a ella.
—Quiero vigilancia continua e ininterrumpida durante las veinticuatro horas, hasta que regresamos. El grupo de expedición vendrá conmigo, el resto se queda aquí a proteger a mujeres y niñas.
—Kumi, las cosas no se solucionan así —insistió Cep.
Ella lo ignoró, y observó a los oficiales.
—Notifiquen a Zato que un grupo de hembras de Kanat'ma, entrarán en sus tierras a buscar a los fugitivos.
Los muchachos asintieron con la cabeza, y se retiraron de allí. Cep miró a Kumi, y suspiró, negando con la cabeza.
—Iré contigo.
—No necesito tu ayuda.
—Iré de todos modos
***
Estaba volviendo a su casa, cuando al subir al ascensor, se encontró con un vecino, que vivía en los departamentos de en frente.
—Hola —sonrió.
—Hola —le dijo desinteresado el moreno.
Boit lo observó confundido, y luego miró hacia el frente. Siempre que estaba con Kiha, el tipo solía ser amable. Pero cuando estaba él solo...
—¿Te costó mucho mentirle para follartela?
—¿Qué?
Las puertas del ascensor se abrieron, y salió primero su vecino, luego de Boit.
—Es obvio que un humano no puede querer de verdad a una hembra de nuestra especie. La unión se concreta por nosotros, no por hombres como tú. Ella sólo... Habrá estado vulnerable cuando llegaste.
—El único vulnerable fui yo, que si no fuera por ella, habría muerto en el desierto. Y no hables de lo que desconoces, no sé a qué te refieres con unión, pero yo la quiero de verdad.
—¿Y ella a ti?
—Tambien, somos una pareja.
Lo observó con burla al escuchar aquello.
—Espera la próxima puesta, y verás si es real o no su "unión" —rio con sorna, antes de dirigirse a su departamento.
Boit se quedó mirándolo, desconcertado ¿Qué diablos le pasaba a ese tipo? Hasta donde sabía, salía con varias chicas. Era un imbécil. Negó con la cabeza, y se fue a su departamento.
Al entrar, se encontró con Kiha y Hammie en el sofá, mirando televisión.
—Hola —sonrió suavemente, dirigiéndose a la castaña para darle un corto beso en los labios, y saludar a Hammie.
—Preparé el almuerzo —sonrió.
—¿En serio? Eso es genial, yo también había comprado algo para comer —le dijo mostrándole una bolsa.
—¿Por qué compraste comida? Sabes que yo iba a cocinarla.
—No sabía si ibas a hacerlo o no, así que, pasé por la tienda y compré algo. Igual podemos guardarlo, y comerlo en la cena —sonrió.
Ella lo miró insegura, y luego asintió con la cabeza.
—¿Estás bien? Te noto algo extraña.
—Sí, sólo aburrida de estar encerrada.
—En ese caso, podemos almorzar y luego salir a dar un paseo ¿Te parece? —Sonrió, acariciándole una de sus mejillas.
Ella lo miró a los ojos, y negó con la cabeza.
—No, tú te levantaste temprano, y debes descansar.
—Puedo dormir después.
—Y estarás más cansado luego —le recriminó, poniéndose de pie—... No eres como los nuestros que tiene más resistencia.
La Boit la miró, y luego bajó la mirada.
—Sé que no soy como ustedes, pero intento ser lo mejor para ti.
...
