Rompiendo Las Reglas - Chriserick (Omegaverse)

Capítulo 18

Sentía como mi pancita crecía cada vez más, cada día aumentaba un poco y no puedo negar que me veía chistoso, era un como un palito con bulto.

Christopher pidió una cita para que me revisen, mañana al fin íbamos a saber como iba todo. Nosotros estábamos cuidando de nuestro pequeño más por instinto, pero estábamos consciente de que un embarazo llevaba cuidados específicos.

- ¡AH! - exclamé adolorido. Un fuerte dolor en mi parte abdominal me estaba provocando incomodidad. Traté de respirar, pero no servía de mucho, el dolor cada vez aumentaba más y más - C-Chris...que pasa...¡ah!

Intentaba gritar pero no podía, toda la fuerza en mi voz se iba con cada punzada.

Las ventajas de tener un lazo con alguien era que la conexión entre ambas partes se hacía única, tanto los omegas como los alfas son muy intuitivos y tienen claves para llamarse ante cualquier situación.

Lancé un par de gemidos, unos muy agudos esperando que dieran resultados, este dolor me estaba matando.

Escuché pasos desde el pasillo, apenas se abrió la puerta me percaté de que mis llamados habían dado resultados.

- ¿Qué pasó?

- Me duele, me duele mucho Chris - respondí llorando.

- Mierda - dijo sentándose a mi lado - te llevaré con un...

Levantó su mano dejándola a la vista de ambos, me tomó en brazos inmediatamente al ver la sangre.

- ¡CHRIS! - grité asustado.

- SAQUEN EL AUTO - gritó en una orden.

De seguramente nadie entendía nada, Christopher estaba con su pecho totalmente agitado y por más que intentaba controlar esto, no podía.

- Mi cachorro - dije ya en el auto.

- Pequeño, respira, inténtalo ¿sí? - pidió tomando mi mano. Le daba órdenes a su trabajador para que se dé prisa, estaba igual de asustado que yo.

Llegamos a la clínica en donde me atendieron de inmediato, me prestaron la ayuda necesaria para asegurarse del que sangrado no siga.

No tardó demasiado en llegar la ginecóloga que me atendería, estaba muy asustado, durante todo el tiempo de embarazo jamás había sangrado.

- Tranquilo, veremos que tal está tu bebé ¿vienes solo?

- N-No, mi pareja está afuera.

- ¿Se llama?

- Christopher...Vélez.

- Espera un momento, trata de relajarte - pidió en lo que salía.

Se veía una chica muy joven, agradecía que fuera alguien amable y no alguien que le dé exactamente igual mi estado.

La presencia de Christopher me tranquilizó en gran parte - pasó, pasó pequeño.

- ¿Quién es tu ginecólogo...Erick?

- Mañana precisamente teníamos que venir, sería la primera vez - expliqué.

- Veamos... - dijo buscando en aquella computadora - ¿Erick Brian Colón Arista?

- Sí.

- Nos conocimos un día antes ¡eh! ese pequeño tiene prisa, tenías cita conmigo.

- ¿Está todo bien? - preguntó Christopher.

- Eso veremos, su sangrado no fue tan abundante, pero me preocupa ese dolor que sintió - añadió - te haré una ecografía Erick para ver que esté todo bien, te diré las semanas que tienes y escucharemos sus latidos.

Asentí con una sonrisa, miré a Christopher quien respiró más tranquilo, traté de darle seguridad, al menos lo malo había pasado.

No entendía nada de lo que veía en esa pantalla, se notaba a lo lejos que éramos padres primerizos.

- Ahí está - indicó la ginecóloga - tienes aproximadamente trece semanas. Déjame ver...

- Que raro es - susurró Christopher.

- Está pequeño aún - respondí bajo.

- ...aquí está el otro - dijo a lo que ambos nos miramos.

- ¿Cómo que otro? - pregunté confundido.

- Felicidades chicos, son dos - sonrió.

Ambos nos miramos sin saber que hacer, Christopher se puso a reír sin razón mientras caminó por aquel espacio.

- ¿Dos? - preguntó aún riendo.

- Dos - respondió aquella chica riendo por la actitud de mi alfa.

- ¡Woow! - se sentó nuevamente a mi lado quedando en total seriedad - Erick, son dos.