Capítulo 3

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Sí había algo que odiaba era que se sientan con el derecho de querer tomar a cualquier omega solo el hecho de ser alfas.

Sentí que el aire me comenzaba a faltar, aunque quisiera mi fuerza no se comparaba con la de él.

No me quedó de otra que dar un golpe en su parte baja, fue la única manera a mi alcance para que el aire volviera.

- ...¡mi descendencia!... - dijo tomando su parte íntima.

- No por ser de otra casta vas a pasar sobre mi - respondí tomando mi cuello.

- Bájale a tu liberalismo, no somos iguales.

- Claro que no, yo soy más que tú.

- ¡Uh! No no no - negó retomando su postura - que te manejes en esto no quiere decir que ya seas un líder. Ah, y si fueras mejor hubieras ganado los negocios que te recuerdo, ya te he ganado.

- Ay como si hubieran sido muchos - respondí con los ojos en blanco.

- Aunque... - dijo acercándose - podríamos negociar con otras cosas.

- Vete a la mierda - dije pasando por su lado. Sentí como su mano dió en mi parte trasera, me detuve de inmediato.

- Eres un...

- ¿Un que? - preguntó pegando mi cuerpo contra la pared.

- Quítate.

- Quítame - desafío - yo de ti no haría eso, es una provocación.

Comenzó a frotarse en mi como si estuviera dando embestidas, no niego que me sentí avergonzado, independiente de todo mi lado omega sentía.

- Basta - dije agudo.

- ¿No te gusta? - susurró.

- No.

- Yo diría que te encanta. Necesito sentir tu aroma ¿por qué lo ocultas? Tienes que cumplir con lo que hacen los de tu casta.

Me quité como pude, salí de ahí lo más rápido posible.

Le ordené a todos que nos fuéramos, no era bueno estar en este lugar, mucho menos sabiendo la forma y la visión que tenía Vélez conmigo.

- ¿Todo bien? - preguntó Daniel.

- Sí, nada malo.

- Erick - habló cerca de mi oído - ¿que pasó realmente?

- Nada, típico alfa machista y con aires de posesivo.

- Ya entiendo el porqué del aroma que llevas, no es el tuyo - comentó.

- Mierda, abre la ventana - pedí.

- ¿Seguro?

- No, mejor no, ya da igual.

- Mmm...

- ¿Por qué me miras así?

- Por nada - respondió desviando la mirada.

Negué mirando por la ventana, sentía su aroma como si estuviera realmente junto a mi, lo que más me molestaba era que no me sentía incómodo ante este, incluso era hasta agradable.

- No necesito nada más por hoy, pueden descansar - hablé.

- ¿A qué hora necesitas que esté acá?

- Yo te llamo Daniel, ve tranquilo.

- Bueno, que descanses.

Me dirigí directamente a mi habitación, quité mi camisa para dejarla junto a la ropa sucia pero no sin antes volver a sentir su aroma.

Era bastante invasivo, no era algo que me molestara, todo lo contrario.

Me tomé un baño para liberar toda la tensión de hoy, fue un día extraño, aunque con más cosas malas que buenas.

Necesitaba mi cama, mi habitación era mi mejor refugio, mi espacio al cual nadie pasaba sin mi consentimiento, era mi lugar seguro.

- No me vas a ganar - dije abrazando mi camisa - las cosas serán como yo las quiera.

Rompiendo Las Reglas - Chriserick (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora