Rompiendo Las Reglas - Chriserick (Omegaverse)

Capítulo 29

Si me sentí amenazado, intimidado, mi instinto me puso en alerta y eso solo me pasaba cuando presentía algún peligro.

- Voy a poner seguridad nuevamente.

- No - negué.

- Erick, la casa es grande, tiene alarmas por todos lados pero ante cualquier cosa no es suficiente.

- Pero Chris, habíamos quedado en algo. Quiero tener una vida normal, no quiero la casa invadida con personas que estén observando lo que hacemos.

- Solo cuidarán las entradas, yo necesito cuidarlos a ustedes y no puedo dividirme en este lugar tan espacioso.

- Pero entre los dos podemos...

- Erick.

- Está bien, pero que sea temporal - pedí.

- Será temporal, no te preocupes...hey, ese pequeño durmió - dijo observando a Isaac.

- Sí, espero que no sea así siempre - reí.

Tomó mi mano para llevarme al sofá, nos quedamos observando a nuestros hijos, eran tan hermosos, en simples palabras, nuestra razón de vida.

Ya no me imaginaba una vida sin Christopher, sin mis hijos, mis pensamientos todos eran pensando en el futuro, por mi familia era capaz de dar todo.

- Ya no pesas nada - comentó.

- Lo sé, extraño mi pancita, ya me había acostumbrado.

- Bueno, si quieres...

- Dijimos que íbamos a esperar y tú quedaste en algo - recordé.

- Que nos cuidaremos.

- Ambos.

- Eso golpea mi ego, lo sabes.

- Sí, pero no estamos para más bebés aún, ya con dos tendremos bastante trabajo.

- ¿Que pasaría si vuelves a tener un embarazo múltiple o...?

- Si me quieres asustar, lo estás logrando - dije tapando su boca - no pensemos en eso ahora, ¿me ayudas a llevarlos a la habitación?

- Vamos.

Estaba seguro de que poco a poco la habitación y la casa estaría invadida de cosas de nuestros hijos, eran unos verdaderos angelitos, esperaba ser un buen padre para ellos.

Durmieron por un buen rato, Emma despertó antes que Isaac ya que él tardó un poco más en dormir.

- Toma, dáselo tú - entregué el biberón.

- ¡Emma, miraaa!

Nuestra princesa se veía aún más pequeña entre los brazos de Christopher.

Bajé por el otro al ver que Isaac poco a poco despertaba.

Corrí hasta la habitación al sentir su llanto, creo que a alguien le urgía comer.

- Ya ya amor, ya llegué - dije tomándolo en brazos. Claramente tenía hambre, apenas puse el biberón en su boca no hizo ningún ruido más.

- ¿Escuchaste? Que pulmones tiene - dijo sorprendido.

- Creo que no necesitaremos alarmas, con Isaac será suficiente para levantarnos - bromeé.

- Emma como que es muy tranquila ¿no crees? Ni ha llorado.

- A su papá - dije haciendo halago para mí mismo.

- Já, es un buen chiste ese - rió.

Trataba de recordar todo lo que la doctora me aconsejó y me dijo, con mi novio teníamos bastantes dudas sobre si lo estábamos haciendo bien, por el momento no estaba siendo tan complicado.

- Erick, toca - dijo apuntando el pañal de Emma.

- Cámbiala.

- No, es tu hija.

- Ahora sí es mía ¿no?

- Quiero ver cómo se hace, por favor - pidió haciendo puchero.

Busqué las cosas necesarias, no es que sea un experto, pero Christopher desde antes de traerlos me confesó que tenía miedo a ser algo torpe con ellos.

- Lo haces bien - comentó.

- ¿Tú dices?

- Sí, ya veo que tus manos son buenas en muchas cosas.

- Voy a ignorar eso, eres un pervertido Christopher - negué.