Heechul iba a matarla, fue lo que pensó más de una vez durante toda la noche y también ahora que despertaba. Dio varias vueltas en su cama tratando de pensar, razonar o quizás solo estaba ocultándose de Donghae. No sabía cómo se comportaría ahora el frente a ella, tenías varias ideas en su cabeza y cada una era más aterradora que la anterior. Tal vez la ignoraría o también podría hacer de cuenta que nada paso y su trato hacia ella continuaría siendo el mismo de siempre, esa era la opción que más deseaba ella que sucediera, pero la más terrible de todas era pensar que quizás la correría de su casa, entonces debería despedirse de todos los lujos a los que casi ya se había acostumbrado. Si, aún quedaba en ella algo de interés y egoísmo, era algo que no podría irse de la noche a la mañana.
Se levantó de su cama arrastrando los pies hasta la ducha, tuvo suerte de que su cuarto tuviera baño propio, era un lujo del cual no toda las habitaciones de huéspedes de esta casa disponían, pero Donghae se había encargado de darle la mejor habitación a ella. El agua tibia recorrió su cuerpo relajándola un poco, creyó que tal vez las gotas de agua quitarían algo de la culpa que aún estaba instalada en ella, pero no fue así. Todavía recordaba la expresión triste de Donghae luego que ella lo rechazara, pero el luego había sonreído apretando sus labios, pero ella había podido notar perfectamente que aquello solo era fingido, esa sonrisa no era 100% verdadera, pero el solo había dicho avergonzado "está bien, lo entiendo" fueron sus únicas palabras y luego había corrido hasta su habitación a refugiarse en ella. ¿Qué tocaba ahora? Como ya lo había pensado quizás la evitaría y su trato hacia ella cambiaria, quizás debería hacerse aquella idea.
Como de costumbre se vistió para ir a su trabajo, esta vez opto por un vestido de color azul a juego con zapatos altos de color negro. Bajo hacia la sala y cuando creyó que ya no encontraría a Donghae, oh sorpresa, él estaba allí tomando su desayuno como de costumbre. Se llevó una sorpresa al verlo todavía en casa, cuando el escucho las pisadas de sus tacones volteo hacia ella, sonrió como de costumbre.
— Buenos días.
— Hola...—contesto a medida que tomaba asiento en su lugar. Yoora se encargó de llenar su taza con te de canela— ¿dormiste bien?—pregunto intentando decir algo mas—
— Si, normal. Me levante con muchas energías, tal vez comience a hacer ejercicio por la mañana—ella lo miro sorpresiva, casi ahogándose con su taza de té—lo sé—musito como si estuviera respondiendo antes de que ella lo regañara—son ejercicios aptos para mi...—ella suspiro dejando su taza a un lado—
— Que bien, creo que es perfecto que aproveches toda esa energía que tienes, además de tener un gimnasio bastante amoblado aquí en tu casa ¿hace cuánto que no lo usas?
— Hace algunos meses. Por cierto, no dudes en usarlo si tienes ganas de ejercitarte...
— Gracias...—susurro extrañada. Era increíble pero sin siquiera notarlo había estado teniendo una charla demasiado normal con Donghae, como si la declaración de él y el rechazo de anoche jamás hubieran sucedido. Donghae continuaba siendo dulce, bueno y amable con ella—
— (TN) _____—parpadeo al sentir que el la llamaba por su nombre, tal vez por tercera vez—
— ¿Eh?
— ¿Terminaste tu desayuno?—ella asintió—de acuerdo, iré por unos papeles que deje en mi escritorio, alístate saldremos en unos minutos...
— Está bien.
De camino a la empresa, el continuaba hablando acerca de un coctel que debía realizarse en unas semanas, motivos por los cuales (TN) ____ tendría que ayudar a Sara, ya que ella estaba a cargo de dicho coctel. Mientras Donghae le deba algunas indicaciones ella iba tomando nota en su anotador, pero entonces un mensaje llego a su móvil. "Podríamos vernos hoy" mando a rodar sus ojos de solo ver el nombre de Heechul, estaba más que segura de lo que pretendía con aquel mensaje.
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NO DEBISTE ENAMORARTE DE MÍ (con Donghae)
RomanceEl lo tiene todo... dinero, poder fama pero... una sombra oscurece sus días. Un dolor que lo ha atosigado durante toda su vida... Una mujer bella, solitaria y astuta sin nada que perder... se cruzara en su camino... sin saber que jamás debió posar s...