Capítulo 4

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Habían pasado dos semanas y Jimin no había ido a ver a Yoongi todavía. Claro que eso estaba mal, el alfa le había dicho que debía volver hace una semana, así que ayer Yoongi lo había llamado y le había dicho que debía volver para otro control mañana, lo que sería ya hoy. Él le había contestado que sí, nervioso, y pudo sentir como Yoongi sonrió por teléfono, lo que era raro.

En resumen, era esa la razón por la que Jimin estaba despierto a las seis de la mañana, porque él siempre se levantaba tarde, aunque tuviera que trabajar y estar en el colegio a las diez. No es que las diez fuera muy temprano, pero lo era para alguien como él, acostumbrado a dormir hasta tarde, aunque llevara años levantándose temprano.

Como era profesor de teatro, sus clases nunca eran más temprano que las diez. Antes de eso, estaban las clases aburridas, o así como él las llamaba en secreto, esas clases eran matemática, historia y ciencias, y sí, él era muy infantil respecto a eso. Las odió en su infancia y adolescencia, y las iba a seguir odiando.

El problema ahora no era que tuviera de la nada que dar sus clases más temprano, sino que debía ir a un control con Yoongi, de nuevo, sin su esposo. Eso lo ponía bastante nervioso, porque Yoongi era un alfa y atractivo; totalmente diferente a su anterior obstetra, quien era beta y un señor de mediana edad.

Él tenía de dejarse hacer preguntas incómodas y, lo peor, dejarse tocar por Yoongi, eso era lo que más lo incomodaba aún más que cualquier pregunta. No le tocaba ningún otro alfa que no sea Jungkook desde hace años, y con decir años, se refería a más de diez seguramente.

Se sobresaltó un poco cuando sintió unos brazos rodear su cintura por delante. Había estado acariciando el cabello de Jungkook y se le había quedado mirando fijamente mientras pensaba, pero definitivamente no se había dado cuenta que se había despertado. Jungkook le sonrió adormilado y Jimin lo hizo ampliamente, acercándose para besar su nariz y luego sus labios, besándolo despacio, apenas moviendo sus labios contra los de Jungkook.

Cuando se separó, el castaño todavía estaba sonriendo.

—¿Por qué estás despierto a esta hora? ¿Va a llover hoy? —le preguntó suavemente pero con un tono divertido, inclinándose para besar su frente, mientras que Jimin se acercaba, abrazándolo.

—Tonto —le pegó en el brazo, riendo—. Estoy nervioso. —dijo después, con un pequeño puchero en sus labios.

—¿Por tu control? —le preguntó, aunque sabía que la respuesta era sí.

Jimin asintió, subiendo por el cuerpo de Jungkook hasta esconder su cabeza en su cuello.

—También porque es un alfa.

—Eso no tiene porqué ponerte nervioso —murmuró en un tono más duro de lo que debería—. Es un alfa y tu un omega, pero eso no quiere decir nada. Tú eres mío, y él está acostumbrado a trabajar con omegas, así que no es como si fuera a lanzarse a ti como un imbécil desesperado.

—No, pero... no sé. —murmuró, cortándose a sí mismo con un suspiro.

—Pero nada, él no va a tocarte más de lo que deba. Eres mío. —gruñó Jungkook, cerca de su oído.

—Sí… —suspiró—, pero él no lo sabe. Sabe que tengo un alfa por esta marca en mi cuello, pero podría pensar que eres uno de esos alfas que no les presta atención a sus omegas, y podría aprovecharse de eso.

—No se aprovechará de nada —gruñó de nuevo Jungkook en su oído, tomando mechones de su cabello y tirando de este, hasta dejarlo sobre la cama, él encima suyo—. Sabrá que eres mío. —susurró en tono duro y Jimin estaba seguro que su culo ya estaba lleno de lubricante.

Ellos tenía una buena relación, monótona la mayoría del tiempo, pero nunca aburrida y mucho menos cuando tenían momentos como estos, donde Jimin lograba poner a Jungkook lo suficientemente celoso para que lo follara fuerte, duro y lo dejará sin aliento y tonto por horas.

Bajó una de sus manos por su cuerpo, acariciando sus costados, hasta llegar a la cinturilla de su pantalón de pijama. Lo bajó de un tirón y confirmó lo que había olido y pensado, Jimin estaba húmedo, más que húmedo, mojado, caliente lubricante natural había mojado sus pantalones y ahora corría libre por sus muslos. Jungkook olió su dulce aroma por varios segundos, llevando su  nariz desde el cuello de su omega hasta su estómago. Su nariz recorriendo el cuerpo de Jimin con total desesperación. Mientras que una de sus manos tomaba su miembro y lo apretaba en la base, haciendo al omega chillar fuerte, y la otra vagaba por sus muslos internos mojados, buscando su entrada, la cual encontró poco después y penetró con dos dedos, sin previo aviso. Movió sus dedos, dentro y fuera, abriendolos como tijeras adentro, haciendo que Jimin tenga que morder con fuerza su labio inferior para evitar que gemidos escaparan de su boca. Amaba tener este tipo de sexo con Jungkook, pero eso no significaba que debería ser ruidoso, no estaban solos después de todo.

Jungkook no preparó a Jimin por mucho tiempo, tampoco era como si lo necesitara, así que estaba más que bien que solo luego de un par de minutos estuviera introduciendo su pene dentro de esa húmeda, caliente y estrecha entrada que tanto amaba. Se quedó dentro sin hacer ningún movimiento por unos minutos más, los cuales se mantuvo besando a Jimin, moviendo sus labios de forma dura y desesperada contra los ajenos.

Entonces, Jungkook comenzó a moverse, embistiéndolo de forma brusca, rápido y duro. Jimin soltó varios gemidos, agudos y fuertes, hasta que se dio cuenta de lo que hacía y tapó su boca con su mano, mordiendo parte de esta, mientras Jungkook aumentaba la velocidad de sus embestidas.

Apretaba con fuerza sus caderas, manteniéndose en posición para seguir penetrándolo, mientras Jimin arañaba su espalda o tiraba de su cabello, ahogando gemidos en su propia mano.

Unas cuantas embestidas más cuando Jungkook sintió su propio orgasmo acercarse, soltó la cintura de Jimin con una de sus manos y la llevó hasta su cabello, tomándolo, levantó su rostro por su agarre y hundió su cabeza en su cuello. Mordió con fuerza, abriendo la piel y marcando nuevamente sus dientes en la sensible piel. Fue ahí que Jimin se corrió sobre su abdomen y el de Jungkook, soltando inesperadamente un gemido fuerte y chillón. Jungkook también se corrió poco después, su semen corriendo por el culo de Jimin, su pene hinchándose dentro y anudando.

La sangre comenzó a correr fuera del cuello de Jimin cuando Jungkook quitó sus dientes. Empezó a lamer la herida inmediatamente, logrando que el menor jadeé una vez más.





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