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Capítulo 14

Había dado un par de horas de clases en la mañana y luego fue a buscar a Jungmin al jardín, dejándolo en la casa de su madre. Le dio la excusa de que volvería a ver a la mujer de la clase de yoga, que ahora, para su madre, ella era su amiga. Pero por supuesto, en realidad fue con Yoongi.

No fue a buscarlo a la clínica porque pensaron que si le veía la secretaria o alguna enfermera que supiera de él, los vería raro por salir en la hora del almuerzo juntos. Así que se encontraron en un restaurante a unas cuadras, era bastante económico pero el lugar era bastante lindo. Tenía una decoración con beige y marrones, sillas de maderas y mesas con manteles. Había lindos cuadros de flores o paisajes en las paredes, los cuales Jimin se quedó observando mientras esperaba a Yoongi. 

Había llegado un poco antes de la hora pactada con Yoongi, así que se la pasó revisando su teléfono y mirando el lugar.

Tiempo después, Yoongi entró por la puerta, le sonrió a lo lejos y se acercó. Besó sus labios rápidamente y se sentó en el asiento frente suyo.

—¿Ordenaste? —preguntó Yoongi, levantando la mano hacia la mesera para llamarla.

—No, te estaba esperando.

—Bien —le sonrió Yoongi—. ¿Qué quieres pedir? —preguntó cuando la mesera ya estaba sonriendoles frente a su mesa.

—Pastas con salsa roja. —Jimin se encogió de hombros.

—Está bien —la chica giró hacia Yoongi—. ¿Y usted?

—Me gustaría la ensalada y carne asada.

—En seguida se los traigo. —dijo la mesera antes de guiñarle un ojo a Yoongi y alejarse.

Jimin frunció el ceño, levantándose de su asiento y yendo tras ella. Yoongi lo tomó por la cintura, besó rápidamente sus labios, riendo, y le pidió que se sentara.

—¿Quién se cree para guiñarte el ojo? —preguntó, haciendo cara de asco. Yoongi rió—. Estoy embarazado y se nota —murmuró, tocándose el vientre para hacer énfasis—, ¿Qué si eres mi alfa? ¿solo coquetea contigo frente a mí?

—Pero no soy tu alfa. —comentó.

—Eso es bueno saber. —soltó la mesera con una sonrisa.

Se acercó ahora con una jarra de agua y dos copas. Yoongi le sonrió divertido y ella se sonrojó mientras les servía agua en las copas. Jimin miraba la escena con el ceño fruncido y los brazos cruzados a la altura de su pecho, o fue así hasta que la mesera se alejó para ir hacia otra mesa, porque cuando comenzó a alejarse, Jimin agarró el vaso de agua de Yoongi, tomó un trago de agua y lo escupió de nuevo en el vaso. Yoongi rió, rodando los ojos.

—Qué infantil.

—Y tú eres muy maduro sonriéndole a ella.

—Jimin… —comenzó a hablar, serio—, estás casado. No soy el único para ti, así que no tienes porque ser el único para mí. No estoy diciendo que coqueteo con todos mis pacientes o persona que vea en la calle —levantó una de sus cejas, sin lugar a objeción—, lo que quiero decir es que no tienes derecho a ponerte celoso.

—¿Quieres que te escupa en la cara también?

—¡Jimin! —exclamó—. Estoy hablando en serio. No quiero que hablemos más del tema, ¿sí?

Solo rodó los ojos y no volvió a hablar o moverse hasta que la mesera trajo la comida pedida. No hizo ningún tipo de comentario esa vez, quizás habiéndose dado cuenta de lo desubicada que había sido y de lo que había provocado. Jimin sonrió por ello. Yoongi negó la cabeza.

Comenzaron a comer a los minutos, Jimin dedicándole miradas con una ceja alzada cada tanto.

—¿Qué? —preguntó Yoongi, recién terminando de masticar un bocado de su comida.

—Me invitaste a almorzar porque tenías que hablar conmigo, ¿no?

—Pensé que estabas molesto.

—Lo estoy. —se calló, acomodándose en la silla.

—No sé si quiero seguir con esto —comenzó a hablar y Jimin se quedó quieto. Yoongi tragó saliva visiblemente e hizo una mueca con sus labios—. No soy de los que tienen pareja, más bien de los que solo tienen aventuras. Si hubieras sido otro y no me encantaras tanto, ya no te hablaría fuera del ámbito profesional —suspiró pesadamente—. Lo que quiero decir es que no quiero salir lastimado. Quiero separarme antes de que te vuelvas aún más importante para mí.

—Yoongi... —soltó en un suspiro tembloroso—, no tienes porqué salir lastimado.

—Quizás no tengo qué pero lo más probable es que sea yo el lastimado. Tienen una familia, se conocen desde chicos, yo creo que a quien vas a elegir al final es a él.

Jimin lo pateó por debajo de la mesa. Yoongi frunció el ceño.

—No puedes dejar a un embarazado. —murmuró, su ceño fruncido y sus brazos cruzados infantilmente.

—Te ves tan lindo que quiero besarte. —habló Yoongi, sonriendo.

—Entonces bésame y deja de decir estupideces.

—Jimin, en serio, no creo que podamos seguir con esto.

—Arriesgarse a tener una relación casi seria —murmuró, desviando la mirada en la última parte—, en cualquier relación, aún así no sea con alguien casado, corres posibilidad de que te lastimen. Y sé que no soy justo —suspiró—, pero te quiero y yo también tengo miedo de salir lastimado al tener que elegir y perder a algunos de ustedes.

—Pero es diferente, porque puede que me quieras ahora pero no en un futuro.

—En un futuro, puede que no quiera a Jungkook tampoco —hizo una mueca antes de continuar hablando—. Sé que soy injusto pero prometo no volver a celarte con alguien más, ¿sí?

—En realidad, me diste ternura, esto viene de la ecografía. Tú y Jungkook se veían tan felices...

—Oh... —soltó Jimin, abriendo la boca—. Lo s-siento. Sí soy feliz con él pero también contigo. Sé que se dice que solo se ama a una persona y que dicen que "si amas a dos personas, quédate con la segunda porque significa que no amas a la primera", pero no lo siento así. Los amo a ambos, dame una oportunidad, ¿sí?

Yoongi lucía serio, pero luego sonrió por un segundo.

—Claro que sí, amor. —soltó con ternura y se levantó en la mesa para tomar sus mejillas y besarlo rápido en los labios.