Cuando Jimin entró en el lugar en donde se iban a ver (uno diferente a la última vez para que no se cruzaran con la mesera que coqueteaba con Yoongi), el pelinegro ya estaba en una mesa con una jarra de agua y un vaso por la mitad. Jimin sonrió al verlo y caminó hasta el alfa. Estaba del otro lado del lugar, sentado cerca de una de las ventanas.
La decoración era antigua pero linda, bastante vintage. Con manteles y adornos en verde y amarillo.
—No sé qué fue lo que le dijiste o hiciste —comenzó Jimin en vez de saludarlo—, pero Jungkook ahora está más que cariñoso.
—¿No era que venías a insultarme? —Yoongi frunció el ceño.
—Es que pensé que al invitarlo cometías un error estúpido, pero resultó bien.
—¿De qué hablas? —preguntó, luciendo genuinamente confundido— ¿No estabas enojado?
—Lo estaba. Pero cuando volvió Jungkook, me di cuenta que lo arreglaste.
—¿Arreglé qué? —preguntó Yoongi aún más confundido.
—Cierto que no te había visto antes… —recordó en voz alta Jimin—. Jungkook comenzó a evitarme e ignorarme, me sentía afligido y le hablé. Cuando le dije que mi alfa ni siquiera me miraba, me dijo que otro sí lo hacía —suspiró, haciendo una mueca—. Creí que ya se había dado cuenta pero cuando lo invitaste a jugar baloncesto —Yoongi frunció el ceño—, al volver era el mismo que antes. Me volvió a besar y todo.
—Yo no lo invité.
—¿Qué?
—No. Fue algo bastante raro que me citara...
—¿¡Te citó!? —preguntó en un grito agudo Jimin.
Yoongi asintió con la cabeza, luciendo confundido.
—Lo hizo, pensé que sabías porque me dijo que tú le diste mi número.
—N-no, no me lo pidió —negó con la cabeza—. No se lo di.
—Me mandó un mensaje pidiéndome que nos viéramos en un café para hablar —murmuró, todavía confundido—. Pensé que se había enterado porque tú no me hablabas y hasta pensé en no ir...
—¿Y por qué fuiste?
—Me insistió cuando ese día le dije que me sentía mal. Fui y fue extraño, me hizo preguntas sobre mi familia, sobre mí. Parecía como si fuera una charla normal pero se notaba que de su parte fue forzada.
—Que raro... —comentó Jimin—. No me dijo nada. Lo único que comentó es que te encontró y lo invitaste a jugar baloncesto.
—Tú tampoco me dijiste nada, supuse que si se hubiera enterado me habrías avisado.
—No me dijo más que ese comentario que te conté. Pero eso mismo fue algo que dijo cuando estaba enojado —explicó sobre lo que ya había hablado—. ¿Qué pasó cuando fueron a jugar?
—Jugamos tranquilos. Fue extraño también, me hacía muchas preguntas —le explicó Yoongi, moviendo sus manos al hacerlo—. Me preguntó en un momento sobre mi vida amorosa, me puse nervioso y le contesté tarde; le dije que estoy saliendo con una omega...
—¿¡Estás saliendo con esa mesera de mierda!? —prácticamente gritó Jimin.
—No, Jimin. Solo dije una mentira. —Yoongi entrecerró los ojos en su dirección.
—Está bien. Te conviene.
—¡Jimin! —le llamó la atención.
—Perdón, perdón. Sigue. ¿Por qué crees que Jungkook volvió a tratarme como antes?
—Supongo que al decirle que estaba saliendo con una omega le aclaré lo de si era tu amante o no. Debe haber sido solo una suposición.
—No sé... —suspiró pesadamente—. Parecía que lo sabía, pensé que lo próximo sería que me iba a pedir que me alejé de ti o que me iba a dejar. —dijo, mientras tragaba saliva.
Quedaron en un silencio incómodo por un par de minutos hasta que un mesero se acercó para dejarle la carta. Tardaron solo otros minutos en elegir que comer, discutiendo qué deberían comer cada uno, el alfa regañándolo con algunas de las comidas que quería.
—No quiero imaginarme cómo comes cuando yo no estoy cerca —murmuró Yoongi, sonando falsamente indignado—. Soy tu médico y ni siquiera puedes aparentar comer bien.
—Yoongi… —suspiró dramáticamente— no me vengas con tus estupideces. Ya hemos cruzado la línea de paciente y doctor. Somos más que eso.
—Lo sé, igual deberías cuidarte, porque...
—Deberíamos hablar con Jungkook.
—¿Qué? —preguntó Yoongi, con el ceño fruncido.
—Sí —suspiró—, no merece que lo engañe. Quizás terminé quedándome con él, contigo o con ninguno de los dos pero no merece esto. No está bien y no me hace bien.
—No deberías como... ¿pensarlo?
—No creo —dijo luciendo entre confundido y triste—. Me pongo nervioso con todo y estoy paranoico. No le hace bien ni al bebé, ni a mí.
—Está bien, Jimin —murmuró, apoyandolo—. Si es lo que quieres, lo haremos.
—¿Lo haremos?
—Claro —contestó Yoongi—, lo haremos juntos. Será incómodo como la mierda pero lo haremos juntos.
Jimin le sonrió, levantándose de la silla después y dejándolo confundido, hasta que giró por la pequeña mesa y se sentó en su regazo. Con la sonrisa todavía en los labios, tomó su rostro con sus manos y lo besó. Fue tierno y suave, diferente a los otros besos que se habían dado. Sin palabras, el beso mostraba agradecimiento.
Correspondió a los segundos, confundido. Se había quedado solo recibiendo las caricias de los labios del omega hasta que reaccionó. Respondió del mismo modo, sin apresurar la velocidad con la que sus labios se movían.
—Gracias. —soltó suave Jimin, al mismo tiempo que el mesero, incómodo, dejaba su orden en la mesa, acomodando en un tiempo récord los vasos y platos en cada lugar.
Yoongi sonrió mirando hacia su cuello para besarlo, pero cuando vio la marca de apareamiento, su sonrisa se fue. “Está marcado”, recordó tontamente. Su cuerpo se tensó visiblemente, moviendo sus brazos a los lados del cuerpo de Jimin para apretarlo. Con una mueca, dejó un beso suave y caliente en el otro lado de su cuello, donde no estaba la marca.
Jimin notó cómo el cuerpo del alfa se tensó y su sonrisa se borró, pero no dijo nada, solo lo abrazó con fuerza.
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HOMEWRECKER. ➸yoonmin - kookmin
Fanfiction❛❛ Todo está bien entre Jimin y Jungkook hasta que aparece Min Yoongi, un alfa que se dedica a arruinar familias.❜❜ ⓘ cr: @desordonne; tengo su permiso para realizar esta a̷d̷a̷p̷t̷a̷c̷i̷ó̷n̷ ̷♡ ⓘ prohibida la copia, hay cambios creados por mí para...