CAPÍTULO 12- "El regalo"

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Este capítulo tiene contenido +18, si eres menor de edad y tus papás no te revisan Wattpad, pues ¿qué puedo decirte? queda bajo tu responsabilidad.


Capítulo 12 

Rhett Honner estaba demostrando su verdadero ser.

Ese chico que no acepta un no por respuesta, ese chico que parece perfecto pero su querer dominar la situación lo llevaba a actuar estúpidamente.
  
Y ésta, era una de esas situaciones.

Me veía forcejeando con él mientras caminábamos hacia la parte trasera del auto, el taxista salió para reclamar su dinero.

¿Estaba haciéndose el ciego a mi visible secuestro?

Rhett se acercó a él y le entregó un billete de $100, el tipo abrió tanto la boca que lo menos que le importo fuí yo quien le gritaba que me ayudara. 

Estaba cabreada, muy cabreada.

—Suéltame, imbécil—grité inútilmente tratando de soltarme de su amarre.

—Any tranquilízate —gritó el chico de ojos azul eléctrico mientras me arrastraba a la moto.

—Suéltame, o grito más fuerte— exclamé, esta vez con más furia, golpeándole el pecho con mi mano libre, la cual solamente se lastimó, porque fué como tocar una pared muy dura, pero aún así seguí lanzando mi puño al pecho de Rhett, quien sin previo aviso me tomó del rostro con ambas manos y estampó su boca contra la mía.

Por un instante no movió sus labios, sólo se mantuvo así haciendo que mis manos lograran sentir el latido acelerado de su corazón. 

¿Por qué esta así? ... mi subconsciente gritó, pero esa duda se discipó en segundos, Rhett me mordió los labios, su cuerpo se puso tenso y sus manos se mantenían firmes en mi rostro, su beso comenzó de una manera muy demantante, abrí mi boca dándole paso a su lengua la cual comenzó a moverse junto a la mía, nuestro beso comenzó a tomar un ritmo descontrolado a tal punto que estaba dejándome sin respirar. 

—Moría por hacer esto desde que te ví bailándole a ese imbécil —gruñó entre dientes con su respiración agitada, subió su lengua por todo mi cuello, apreté los labios justo cuando sentí todo mi cuerpo estremecerse, mis rodillas se sentían débiles. Rhett volvió a besarme, enterrando sus dedos en mi cabello, nunca había sentido un beso tan intenso como éste. 

El chico sabe besar, sus besos tienen un motivo, son besos de amor, de pasión y deseo, son besos de entrega y placer. Es algo que no podía describir, poco a poco ese beso se volvió más lento hasta que suavemente se separó de mis labios.

—¡Nunca más vuelvas a besar a otro!— murmuró entre dientes. Madre mía me va a dar algo.

—Rhett... yo — tartamudee al tener al chico a centímetros de mi rostro, con sus ojos mirándome sin parpadear. Puedo sentir a mi pobre corazón latir desesperado en mi pecho y Rhett puede sentirlo, puede sentir las sensaciones inexplicables que está sintiendo mi cuerpo en este momento.

—Eres mía — resopló entre mis labios los cuales besó nuevamente, podía sentir el calor que emanaba su cuerpo en ese momento y el deseo de tocarnos se hizo más fuerte cuando apretó mi cintura y yo solté un leve gemido en su boca el cual lo hizo gruñir de deseo.

De pronto una luz resplandeciente nos hizo separarnos, entrecerré los ojos un poco y distinguí un auto, el cual movía las luces para que nos quitáramos, miré para todo lado.

Rhett ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora