CAPÍTULO 16- "Club Insignia"

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— Te vas a morir —  le refunfuñé a Dane, quien llevaba más de quince minutos fumándose esa cosa blanca, sus ojos vidriosos lo delataban

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— Te vas a morir — le refunfuñé a Dane, quien llevaba más de quince minutos fumándose esa cosa blanca, sus ojos vidriosos lo delataban. El se encogió de hombros.

— ¿No te importa?

— Déjame en paz — gruñó el, revolviéndose el cabello y volviendo la mirada al cielo, el chico era insoportablemente grosero, si fuera otra chica le habría lanzado algo en la cabeza, pero me contuve ya que si no fuera por él, quien sabe en que lugar me habrían dado trabajo. La luz del sol iluminó su piel blanca brindándole un poco de color a sus pálidas mejillas. Yo bostecé mientras lo veía.

Era sábado y habían pasado tres semanas desde mi encuentro en la cafetería con Rhett, y como era de esperarse, nuevamente no volví a verlo, ni a saber de él, al contrario, estas semanas me había dedicado a compartirlas con Ed, salimos a pasear y a cenar, también fui a saludar a su madre al hospital, ella me recibió de una forma cálida y tranquila. Como es de esperarse en esa familia, ya que todos son muy respetuosos y educados y es algo que mi padre siempre ha querido de mí, que tenga cerca gente que no es problemática. El celular de Dane comenzó a sonar sacándome de mis pensamientos.

—¿No vas a contestar?— pregunté intrigada.

—Nah—. respondió encogiéndose de hombros.

—Es el ¿verdad? —musité, mordiéndome el labio inferior con nerviosismo— Dane me miró curioso.

—¿Ya no se hablan?— preguntó y yo negué con la cabeza. Dane tomó su celular pero no contestó, lo apagó y dirigió su mirada hacia mí.

— Eres una tonta—.

—¿Yo?—.

—No para nada, le estoy hablando a el — señaló un perro San Bernardo quien tenía rato mirándome comer mi helado de chocolate.

—Uy que grosero, ¿Siempre eres así?—

—¿Grosero? Si, y ¿tú siempre eres así?—

—¿Así cómo?—

—¡Así de distraída! — farfulló y se puso en pie alejándose de mí, lo seguí a grandes zancadas para enfrentarlo.

—¡Dane, ¿por qué distraída?, explícate!— .

—¿Todavía no lo sabes?, no entiendo cómo no te das cuenta cuando alguien de verdad está interesado por ti comparado a alguien que no le importas en lo más mínimo.

—Yo—pero me interrumpió.

—Nada, tú nada Foster—.

Lo miré confundida y aceleré el paso para ponerme frente a el justo cuando sentí algo frío en mi estómago, Dane elevó una ceja y llevó su mano derecha a la boca, la otra la usó para señalarme, la seguí con la mirada solo para encontrarme con todo el helado de chocolate encima de mí.

Rhett ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora