CAPITULO 4: ACUERDOS

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Abrí los ojos lentamente y me levanté de la cama.

No pude dormir ya que al verme en el espejo del baño las ojeras se habían marcado más de lo inusual.

Me recordé que era lunes y tenía que ir a clases. Camine a la puerta y le di vueltas a la manija, seguía con llave, di varios golpes tratando de abrirla pero fue inútil.. miré el celular nuevamente y ví que faltaba poco para las siete de la mañana. Las clases empezaban a las ocho así que fuí directamente a darme una ducha rápida, tomé la mochila donde había guardado ropa para irse el día anterior. Saqué unos jeans negros desgastados y un suéter color gris junto a los converse rojos. Al ponerme todo metí algunas libretas a la mochila para clase. Ya eran las 7:20 de la mañana llegaría tarde... De nuevo.

Antes de dirigirme a la ventana y escapar por ahí, escuché el sonido de las malditas llaves y el sonido de unos tacones acercándose.

—Esto no puede ser cierro —susurre mientras daba un suspiro de frustración.

La puerta se abrió y ví a quien menos esperaba ver.

—Hola Casey, nena como amaneciste?

Hay momentos en los que él era tan dulce pero su melosidad duraba poco.. sus momentos de inestabilidad y cambios bruscos de una personalidad indeseable eran recurrentes

—Bien. Tengo que ir a la universidad.

Patricia movió su dedo haciendo un movimiento negativo con la cabeza.

—Pero mira como vas vestida, ni te has peinado aún.. eso no es de una mujercita, ven acá —acerco su mano a la mía y me encaminó a la cama, tomó un cepillo que estaba tirado entre el desastre que tenía en la habitación. No podía hacer nada para quitarme encima al hombre que actuaba como mujer, reaccionaria con violencia si la contradecía. Paso el cepillo varias veces entre mí cenizo y enredado cabello.

—listo, ya esta. Ahora quítate la ropa —se levantó mientras abría el closet

—¿Que?

¿Que hay de malo en mí ropa?, pensaba mientras miraba extrañada a patricia.

—Quitate la ropa, anda niña que se hará tarde. No irás vestida así.

—De acuerdo ire a cambiarme —dí la vuelta pero patricia me detuvo con su voz

—Lo harás aquí, quítatela — no pude evitar arrugar los labios con la mirada aún más nerviosa

"Recuerda lo que pasó la última vez que lo contradeciste" pensé mientras se daba la vuelta. Me bajé el cierre del suéter

—Quítate todo —dijo tranquilamente.

No quería problemas. Me quite todo. Mis cicatrices eras más evidentes, y era horrible, me ardía la cara por la vergüenza, patricia se acercó lentamente viendo con más detalle los cortes y las quemaduras de cigarro.

—Eres hermosa casey, no dejes que ésto te haga sentir mal. Entiendes?—patricia roso sus dedos suavemente en mi mejilla sonrojada.

—No tienes que hacer eso, ni mucho menos decir que soy hermosa. No tienes que sentir lástima —las lágrimas nuevamente salían.

—No.. no es lastima.

Patricia se dió la vuelta y me dió una bolsa, di un paso abriendola dentro había un vestido no muy corto

—Ponte esto. Tu ropa interior—hizo una seña para que me pusiera de nuevo.

—Gracias —dije caminando a la entrada de la habitación

—Te veré en la tarde, dennis tiene que ir a trabajar y me está pidiendo la luz. Ten un buen día en la escuela.

Ni lo pienses. Sonreí por lo que se me había atravesado en mente. Me puse el vestido junto a unas mallas que venían en conjunto en la bolsa. Solo me apresuré en salir y reze por llegar a tiempo a la segunda clase.

....

Al llegar me percate que mis compañeros de clases ya estaban en clases. Con pena, llegué a la puerta.

—señorita cooke, De nuevo tarde? —el profesor Harrison se veía irritado y no solo por mí, si no por los demás problemáticos del salón.
Se limitó a asentir.

—Perdon.. había mucho tráfico, el autobús tuv... —la mano del profesor me interrumpió.

—Esas excusas ya me las sé. Entre pero está vez será la última vez que le permito la entrada —su vista regreso al pizarrón.. entré y me senté en mí lugar sacando la libreta

—La rarita llegó tarde de nuevo.

Al escuchar eso, fue inevitable mi rabia hacia claire. La tonta del salón que le encantaba molestar. Por lo regular solía ignorar las burlas por la costumbre, pero esta vez ella cruzó la línea.

—Vuelve a decirlo —hablé fuertemente atrayendo la atención de la mitad del salón.. incluyendo al profesor.

...


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