CAPÍTULO 24: SOLO TU Y YO

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En la actualidad las cosas han ido muy bien. Kevin es felíz, los demás son felices y yo también derrochaba felicidad. Los días frescos y soleados me hacían tener buen humor la mayoría de los días, cosa que agradecía (en especial barry). En cuanto a dennis, cuando se enteró sobre mi embarazo fué lo usual. En un principio se negaba y los reclamos se convirtieron en un fastidio durante algunas noches, pero su actitud cambio por completo cuando cumplí los ocho meses.

—¿Listo?— pregunté al salir de la ducha y verlo sentado en la cama con el cigarrillo inundado la habitación con el humo

—Si—exhalo abriendo la ventana y arrojar la colilla al momento de acercarse a mí y rodearme con sus músculos brazos

Las horas, los minutos, inclusive los segundos eran perfectos con él. Dió pequeños roces pero lo suficiente para estremecerme

Toqué el cielo con eso.

—Puedes creerlo?, Le pregunté entrelazando mis dedos con los de el seguido asintió recargando su barbilla en mi hombro descubierto

—pronto cumpliremos viviendo dos años juntos, en unas horas estaremos casados y en un mes  más tendré a este hermoso bebé— me gire para abrazarlo

—Lo sé, prometo hacer feliz a los dos casey— puso una mano en mi vientre ya desarollado

—Ya vámonos, o se nos hará tarde y ya no alcanzaremos el registro civil abierto— le dije con una risita

—Espero en el auto— colocó un beso suave en mis nudillos.

Me miré al espejo y sonreí al saber que al final de todo lo que paso en mí desorden de vida, ahora estaba viviendo la vida que siempre quise. Me alisté y peiné mi cabello poniendo una pequeña corona de flores que combinaba perfecto con el vestido largo color lila.

Subí al auto y llegamos a una calle pequeña y adornada por letreros luminosos pegados en las paredes, dennis estacionó el auto en el lugar que estaba lleno

—Vaya que hay muchos enamorados hoy en día— mencioné en tono de burla. Suspiré y tome sus manos con las mías temblorosas y sudadas. Él lo notó

—Todo está bien. Estoy contigo, siempre lo estaré— se acercó para besar mis labios con dulzura. Yo sonreí avergonzada y el bajo para abrirme la puerta del copiloto.
Caminamos por el largo camino que conducía a la entrada del pequeño lugar. Entramos y vimos a cuatro parejas esperando su turno

Nos sentamos para esperar nuestro llamado. Luego de largos minutos un hombre de estatura baja salió

—Casey Cooke y Kevin Wendell?—
Nos levantamos tomados de las manos y entramos a la sala. No podría decir que fue un momento romántico, los registros civiles no lo eran ni un poco. Pero ya estábamos casados, ante la ley. Nuestros nombres estaban en esa hoja de papel, y eso implicaba que estarías unidos por siempre.

—Tengo antojo de un café. Ahora— le dije mientras él me miraba divertido

—Creo que en la esquina hay una cafetería. Vamos— salimos del lugar donde ya éramos un matrimonio

Él se adelantó para acercar el auto afuera del establecimiento y esperar a que saliera

—¿Pero tiene burbujitas?, indagué pensando en llevarme un poco y enfriarlo en la casa. El sabor no importa, al final todos saben igual: a nada. El dependiente de la cafetería me miró desorientado. "¿Quien rayos pone canela al café?" Pensé mientras pagaba mi orden

—Bien, vámonos— suspiré al subir a su lado

—A donde te gustaría ir?— me miró luego de posar su mano en mi pierna subiendo poco a poco mi vestido.

—Mirame, eso es imposible ahora— lo miré con desilusión. Era nuestro primer día de casados y no podría complacerlo como a mí me hubiera gustado—Solo tenme paciencia, en cuanto el nazca...— con mi mano toque su barbilla con ternura y darle un guiño coqueto.

—Pero podemos tener una cena.. una cena romántica— lo miré con sorpresa.

—Tienes algo planeado?— asintió y puso sus manos en el volante una sonrisa

—Si.. pero no te diré nada.— prendió el coche y arrancó para irnos de aquel lugar

Cruze ambos brazos haciendo un pequeño puchero para que el lo notará

—Aunque hagas eso, no te diré. Ya lo verás llegando al departamento.

Sonreí mirando por la ventana y esperar con ansias nuestra llegada.

...




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