Casey decide quedarse con Kevin, un hombre con trastorno TID... no será fácil convivir con personalidades completamente diferentes.. pero ella se las arregla para adecuarse a ellos
Estaban viviendo en un pequeño apartamento mucho más pequeño y con fallas, fachada, electricidad.. debido al trabajo de ella, fué necesario mudarse y vender el antiguo departamento para poder sobrevivir. Dennis tuvo que abandonar su puesto de jefe de mantenimiento del zoológico para acomodarse en un puesto más abajo de corredor de bolsa (implicando un salario mínimo)
-Filadelfia, sí así es. Gracias abuelo- Apretó sus labios y colgó la llamada. Su abuelo tuvo que enterarse por bocas entrometídas lo que había sucedido. Miro el reloj colgado en la pared, aún quedaban tres horas para salir.
-Te quedarás casey?- una compañera de trabajo le cuestiono
-No Ruth, hoy no puedo, es viernes y quisiera llegar a casa temprano.
-Para ver a tu esposo? Oh vamos ese hombre no te valora- le dijo acomodando la pila de archivos. Casey sonrió y quiso regresar el tiempo para nunca haber hablado de sus problemas matrimoniales
-Por cierto, acabo de enterarme- Fue hacia ella estirando sus brazos para abrazarla. Casey correspondió, se sentía bien, tenía que admitirlo -No quiero traerte ese doloroso recuerdo, pero creo no has recibido un abrazo desde entonces.
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-Gracias Ruth, has sido alguien muy amable conmigo desde que entre a trabajar aquí- la abrazo con más sentimiento
-Bueno basta de cursilerías baratas, sígamos trabajando- Casey asintió y regresaron a sus lugares. Cuando terminó la universidad no fue difícil conseguir un lugar en el lugar en donde esta, podría decirse que tiene un trabajo decente sobre derecho.
Llegó la hora de la salida y cuando estaba apunto de irse su celular vibró por un mensaje qué había llegado
-Estoy cerca de tu trabajo, pasaré por tí- dennis tardo en contestar en la línea, casey odiaba eso
-No, Dennis puedo irme en autobús. Además necesito que cuestiones a luke si el fue el qué tomo el dinero, tengo pensado en pedir algunas horas extras para reponer ese dinero.
-No te preocupes ahora por eso. Y no, ya es noche y no te irás en el autobús, estoy afuera. No tardes en salir- al instante colgó la llamada. Casey suspiro y tomó su bolso para salir.
-Hasta mañana chicos, descansen, nos veremos el lunes- los demás contestaron con un despido al mismo tiempo. Bajó en el elevador y salió a la recepción se despidió por último de su compañera, al salir el aire frío la golpeó haciendo que cruzará sus brazos para protegerse. Dennis abrió la puerta del copiloto.
-Dios! Está helad..- se puso la chaqueta qué cargaba con ella en su bolso
-Como te fué?- se acerco para besarla pero ella ladio la cabeza, el retrocedió desilusionado remojando sus labios.
-Bien- su respuesta era seca y sin interés a voltear a mirarlo
-Es viernes, y sigues igual, fantástico.
-Vayamos al apartamento, muero de hambre.
El trayecto fue silencioso y hasta cierto punto algo incómodo. En las parada del semáforo ambos intercambiaban miradas rápidas sin que él otro lo pillara. Un año fue suficiente para saber que habían creado un vínculo mucho más fuerte.. aunque no lo demostraban como debía ser por lo que había pasado, es un tema que no se tocado desde entonces, ¿Cuál sería el punto?. Nada cambiaría, nada mejoraría.
-Llegamos, espera a que te abr...- no pudo terminar cuando casey ya había salido del carro-Espera, tengo que contarte algo- ella volteó desinteresada, como si ya estuviera exhausta, volteo en su dirección para cruzarse de brazos y esperar sus quejas de diario.
-Se qué no fuí el mejor esposo casey, mierda que lo se, todos los malditos días me lo recuerdas... Pero te amo, casey te amo.
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Ella se quedó en silencio, esas palabras las sabía de memoria, era raro, los viernes se ponía nostálgico y cursi. Quiso reírse pero su expresión se mantuvo sería.
-Genial. Podemos entrar?- levantó su brazo y se dio la vuelta para entrar, ignoró sus palabras-De verdad muero de hambre.
-Perdimos un bebé- Casey se detuvo en seco levantando la vista.
-No.. no lo digas..
-Es por ésto que no podemos avanzar casey- la alcanzó para ponerse frente a ella -No te comunicas conmigo, no hemos hablado de esto, se que sigue doliendo. ¿Crees que yo lo he olvidado. ¿Que sonrió todos los malditos días cómo si todo fuera normal?- Casey derramó una lágrima pero rápidamente se pasó el dedo meñique para limpiarla, ya no quería que el la viera llorar, ya no más...
-Ya lo sé, pero tú sabes bien que no solo es eso, eres un... un egoísta y narcisista. Ese problema tuyo que no aceptas, el tiempo que llevamos viviendo aquí, no has hecho algo para arreglar está pocilga- se llevó la mano al mentón y evitar la punzada.
-Tienes razón, pero todo ésto pronto cambiará- se acercó más hacia ella tomando sus manos frías-Mañana nos vamos a nuestro nuevo hogar- Casey junto las cejas con curiosidad en su mirada.
-He guardado esta noticia por un tiempo hasta que fuera oficial y me entregaran las llaves- busco entre su saco negro y saco unas llaves largas y brillantes
-Dios, esto es enserio??- Dennis le contesto con un beso apresurado, ella no lo apartó.. ambos lo necesitaban, se necesitaban. Sin apartarse caminaron hacía la puerta y abrirla sin cuidado. Al entrar fue cerrada con la pierna de casey. Se alejaron para poder recuperar el aire, lo siguiente fue subir a la habitación tomados de las manos.
-Esta será la noche de bodas que no pudimos tener- Dennis le susurro y entrelazó sus dedos en el cabello de casey. Ella cerro los ojos dejándose llevar por el momento, se sentó en la cama quitándose su ropa de trabajo, quedando solamente en interior.
-Vas al trabajo con esa ropa abajo?-levantó una ceja mientras sonreía.
-Celoso?-le pregunto divertida y tratar de provocarlo. En un segundo el se sacó la playera mientras desabrochaba sus pantalones ella lo miraba impaciente. Se acostó para esperar el momento que había deseado por algunas noches, cuando se despejó finalmente de todas sus prendas, levantó a casey para sentarla en sus piernas. Ella lo abrazo y le dió el permiso para que quitara su ropa interior, besos en su cuello y mejillas la habían puesto húmeda.
-Quiero sentirte- le susurró en el oído y el sonrió ante eso. La acostó suavemente y ponerse encima de ella
