Hat•trick

Sorpresa.

Estos últimos días, han sido muy difíciles para el. Desde que quedaron subcampeones, le ha llovido montones de críticas, y muchísima gente tirándole que se vaya del equipo, que no ha echo nada, y no merece estar en la final.
Lo vi un poco afectado con esos comentarios, me sentía impotente, por también estar tan lejos de él, ya sea por cuestiones laborales o personales, sin poder brindarle mi apoyo más de cerca, así que me ideé un plan, no podía, no debía, y no quería dejarlo así.

En esa temporada Tigres quedó fuera de liguilla, al ser eliminado por los Rayados. Quienes ahora se encontraban en la Final junto a los Tuzos.
Final que les toca jugar de visitante en el estadio conocido como el gigante de acero.
Gran mayoría de la familia de Rodolfo viajó a Monterrey, se quedaron por supuesto en la casa que él compró para nosotros, no iba a permitir que se quedaran en un hotel, teniendo esas habitaciones disponibles.

El club Pachuca, llegó a Monterrey dos días antes, para acoplarse al clima caluroso de acá.
Les dieron medio día libre, debían reportar temprano por la mañana en el hotel donde se hospedan en concentración, así que opté por robarme a Rodo.

-Tengo dos sorpresas para ti, una esta aquí, en nuestra casa, la puse ahí para que nadie la viera-le dije a punto de abrir la puerta de la misma casa.
-Puedo imaginar que es-dejó un beso en mi cuello.
-No, eso no es-reí girando los ojos.
-¿Entonces?
-Me ayudas abrir, esta atascada-me hice a un lado y el abrió la puerta sin batallar.
-No estaba difícil amor-dio un paso dentro de la casa.

"Sorpresa"

Toda su familia estaba ahí, tanto los Thomas como los Pizarro, y sus amigos más cercanos.
Su expresión de asombro y felicidad se combinaron, todos se acercaron y comenzaron abrazarlo, para felicitarlo por estar en otra final, su sonrisa era envidiable, era lo que necesitaba.
No había duda.

-¿Eres la mejor lo sabías?-se acercó a mí abrazándome por la cintura.
-Algo me han dicho de eso-sonreí elevando los hombros.
-Mira ahora quien es la engreída-ambos reímos.
-Ya un año contigo, me tuviste que haber pegado algo.
-Vamos, sigue disfrutando a tu familia, que en un par de horas te voy a secuestrar-sonrío asintiendo.

Pasó toda la tarde, platicando y conviviendo con sus seres queridos, había muchos de ellos, que no los había visto en un largo tiempo.
Estaba mi familia y  amigos de él, entre ellos Alan, Antonio, Diego, hasta Jürgen fue ahí.
El encuentro fue muy emotivo, tenían casi un mes sin verse, y juró que pude ver una que otra lágrima, tal vez exageró, pero fue algo que vi.
Más tarde había gente que ya se estaba retirando, varios de ellos se iban a quedar a dormir ahí, se acomodarían como pudieran.
Mi hermano se llevó a mis papás y por nuestro lado Rodo y yo nos pusimos en camino a su siguiente sorpresa.

-¿A donde me llevas amor?-decía con los ojos vendados.
-¿Confías en mi?-pregunte mientras manejaba.
-Claro que si, con mi vida.
-Entonces guarda silencio y no se pregunte-rio asintiendo.
-Sabias que te amo-agregó.
-¿Y sabias que yo más a ti?-estacione el coche y baje, ayudándolo a descender del mismo.
-¿Ya llegamos?-pregunto curioso.
-Si, solo debes de pisar con cuidado, yo te guiaré-tome sus manos y lo ayudaba a caminar, hasta llegar al punto indicado.
-¿Ya?-pregunto impaciente.
-Ya-destape sus ojos dejando ver el paisaje, del lugar donde tuvimos nuestra primera cita y en el pasto, la misma manta.
-¿Enserio?-me abrazo cargándome.
-Quiero que recargues pilas con el mejor de nuestros recuerdos-bese sus labios y me bajo de apoco.
-Eres lo mejor que me ha dado esta vida.
-Y tú lo mejor que me dieron de respuesta a mis plegarias.
-Ven conmigo-se recostó en la manta, y repetí su acción, recargando mi cabeza en su pecho-quiero estar toda la vida así-entrelazo nuestras manos y dejo un beso en mi cabeza.
-No, el domingo tienes una final que ganar-reímos.
-La ganaré por ti, porque quiero unir mi vida a ti lo antes posible, y quiero que sea en cuanto pase esta final.
-¿De qué estás hablando?-pregunté sonriendo curiosa.
-Eso, que pasando el juego nos casemos.
-Amor, pero no tenemos nada listo, vaya, no necesitamos nada en grande, pero estamos en ceros, con la planeación.
-No es necesario que planeemos, podrá ser algo pequeño con nuestra gente más cercana.
-Esta bien, si es lo que quieres-suspiré.
-¿No es lo que quieres tú?-pregunto desanimado.
-Si amor, quiero todo contigo-lo mire fijamente-no me malinterpretes, solo no quería hacer las cosas, con prisas y nos vaya a salir mal.
-No puede salir nada mal, si estamos más unidos que nunca.

Día de Final

En mi trabajo en los estadios, me ha tocado ver y ayudar en los vestidores, ya que las familias, arreglan el espacio de cada jugador a su manera, y se me hace algo súper bonito.
Ya tenía el permiso de la directiva, así que ese día muy temprano nos pusimos arreglar todo el vestidor para ellos, con globos y decoraciones con los colores alusivos al equipo, pancartas con mensajes positivos, para motivarlos. Y montón de cosas para que ellos sintieran el apoyo de sus seres queridos.

El lugar de Rodolfo tenía montones de cositas con pequeñas frases, fotos de nosotros, de su familia, amigos y dulces que le gustan.
Para ser más especial aún coloque una cajita con un regalo y una nota "abrirse en privado"..