-Vaya, hasta que vuelve la princesa-Perla entró abriendo de un golpe la puerta. -No empieces con esta infantería. -Toma, ese es el expediente de Eduardo-me aventó una carpeta sobre el escritorio-ponte a trabajar. -¿Más modales no?-lo tomé y empecé a hojearlo. -¿Te vas a quedar toda la vida ahí o que? Hay trabajo que hacer-aplaudía con sus palmas para apresurarme. -Estoy esperando órdenes del Ingeniero-me levanté al archivero para buscar las hoja de registro. -Aquí la que da las órdenes doy yo-caminó hasta a mi jalándome del brazo. -Me lástimas-intente zafarme de ella. -Ay, ¿te lastimo princesa?-me soltó. -¿Por qué no me dejas en paz?-la encare. -Porque tienes algo que es mío. -¿De que hablas?. -Rodolfo-reí ante su comentario-y si estás de por medio nunca será mío-colocó su mano en mi cuello. -Estás loca-intente empujarla.
-¿Qué está pasando aquí?-interrumpió el Inge. -Déjala en paz-se acercó Jürgen y la hizo a un lado empujándola-¿Estás bien?-tocó con su mano mi mejilla, a lo que asentí. -Solo estábamos poniéndonos al día jefe-dijo ella. -No seas cínica, mira lo que le hiciste-Jürgen mostró la marca de mi brazo-desde que te vi dirigirte acá, fui por el Inge. -Tú no te metas, desnutrido-lo insulto. -Perla, ya basta-la interrumpió el Ingeniero-Ya me habían advertido de ti, pero nunca había visto que te comportaras así-la regaño duramente. -No estaba haciendo nada malo. -Lamentó informártelo de esta manera, pero no puedo permitir, abusos así dentro de este club, por lo tanto quedas fuera de los planes de esta institución. -¿Qué ? Tantos años se van a la basura por esta-intentó acercarse a mi, pero Jürgen la detuvo. -No te atrevas a tocarla-la sentenció y me coloco tras de su espalda.
-Te retiras tu misma o hablo a seguridad-la sentenció el Inge. -Ya me voy, hay pura basura en este lugar. -Te pido no volver acercarte a las instalaciones o tendremos que tomar las medidas necesarias-la sentenció el Ingeniero. -Me las vas a pagar-se dirigió a mi amenazándome.