—¿Puedo saber por qué Jude te besó? —cuestionó Chris con seriedad, había dejado su amabilidad a un lado.
—¿Perdón? —arqueó una ceja. —¿Cómo sabes que me besó?
—Jude me dijo que sabías a cereza y lo acabo de comprobar. —lo miró a los ojos.
—¿Estás celoso? —preguntó Downey con superioridad.
—Por supuesto que si... —suspiró Chris. —No me gusta ni que se te acerquen.
—Eso es una pena...
—Ya, no has contestado mi pregunta... ¿Por qué te besó?
—Me tomó por sorpresa es todo... —Robert se recargó en el respaldo del sofá. —Cuando me di cuenta ya tenía sus labios contra los míos.
—Voy a...
El castaño lo interrumpió. —¿No te dijo nada más?
—¿Acaso te hizo otra cosa? —el rubio estaba más que celoso.
—No... Pero le dije que él único que puede besarme eres tú. —se acercó a Evans y le susurró al oído. —Que tú eres él único que puede tocarme... —besó su mejilla.
El rostro de Chris estaba de un color rojo intenso de lo avergonzado que estaba. —Bue-bueno... Eso es... Aceptaré eso...
—¿Hay algo qué quieras decirme, Chirs? —Robert le dijo con voz suave, su corazón latía a todo lo que daba y sabía que si Evans quería llegar más allá no sabría qué hacer.
El ojiazul sonrió con ternura. —Si, hay algo... Te lo iba a decir antes de que el imbécil de Jude nos interrumpiera.
—¿Ah, si? ¿Y qué es? —se acercó aun más a Chris. —Te escucho.
—No me importa como se lo tome los medios ni la gente, solo necesito que estés a mi lado... —sujetó con suavidad el rostro ajeno, a pesar de saber cual sería la respuesta no podía evitar sentir nervios, solo esperaba que no fuera un sueño y que despertara sin piernas al final.
—Será un gran reto... Un reto que superaremos los dos. —Robert se acunó en las manos de Chris.
—¿Quieres ser?...
—¿Mi pareja? —lo interrumpió el castaño, de esa manera ambos se lo pidieron al mismo tiempo. —Me encantaría.
—Por supuesto. —Chris se acercó a Robert y lo besó como si no hubiera un mañana.
El beso se intensificó hasta el punto en que ya estaban recostados en el sofá, Chris estaba encima de Robert, ambos peleaban por dominar el beso, ninguno quería quedarse atrás.
De un segundo a otro Evans metió mano por debajo de la camisa del más bajo, quería sentir la piel de su amado.
—Espera... —Robert cortó el beso, su corazón estaba acelerado y su rostro ruborizado.
—¿Te cansaste con un simple beso? —preguntó triunfal Evans ya que él había ganado la batalla.
—No, pero... —lo miró a los ojos. —Si quieres hacerme el amor primero tendrás que invitarme a cenar.
—¿Una cena? —dijo atónito el rubio, creía que finalmente Robert sería suyo, que podrían demostrarse cuanto se amaban.
—Así es, y tiene que ser romántica y todo eso... Para que me convenzas. —sonrió y besó su nariz.
—De acuerdo, una cena será. —abrazó a su amado.
—Me aplastas... —se quejó Robert pero correspondió al abrazo.
—No es mi culpa que seas pequeño. —le susurró Evans. —Me gusta que uses una plataforma cuando interpretas a Iron Man para hablar con el capitán América.
—Soy pequeño pero picoso. —se burló Downey. —pero si me vas a llevar a cenar tiene que ser genial.
—Te daré la mejor cena de tú vida. —finalizó Chris ya que ambos estaban acostados en el sofá disfrutando del momento.