El alfa Yuliy©

Capítulo 8

Yuliy

—¿Quién es ella, Yuliy? —mi madre vuelve a preguntar ansiosa por la respuesta.

Paso saliva indeciso y con náuseas. Jamás me esperé que ella llegara a mi casa, no esperaba verla aquí y menos que Dylan la encontrara.

—ella es...

La chica sonríe y me interrumpe para que ella misma pueda presentarse.

—soy Emily, una amiga de Yuliy que sabe su secreto. Sé lo que son ustedes. —habla con inocencia pero a la vez firme.

El temor se refleja en mi rostro, mi madre me mira sorprendida y Dylan se muestra enfadado. Sé que esto no está correcto y menos que ella esté en un lugar al que no pertenece. La furia se disipa de mi corazón, no tengo nada más que hacer; no puedo solucionar algo que el destino quiere que suceda o simplemente es una advertencia de lo que pronto vendrá.

—¿Cómo supiste eso de él? —pregunta Dylan rendido pues no puede ocultar la verdad.

Emily se gira hacia él para mirarlo a la cara, sus ojos azules irradian de felicidad y complicidad. Se me hace tan raro que mencione sobre Mikhail cuando solamente sus ojos son parecidos a los de él, es todo lo semejante que tiene con mi hermano. Él era mi protector, el que me cuidaba por las noches, el que salvó a mi mamá de esas bestias llamadas vampiros y el que tomó el puesto de mi padre cuando este desapareció. Jamás lo volví a ver pero eso ya es otra historia.

Después de quedarme unos momentos paralizado, Emily solo se encoge de hombros sin tomarle importancia.

—él me lo dijo. —dice con simpleza y mi furia regresa a mi.

¡Mentirosa!

No había notado sus intenciones, ella quiere que todos se vuelvan en contra mío; ella sabe que soy el Alfa de la manada y es por eso que quiere verme caer. Esto no es mi hermano, aun me niego a saber en lo que se a convertido el alma de Mikhail.

—mi hijo jamás haría eso, él hace todo lo posible por proteger la manada, el intenta salvarnos a todos. —mi madre habla rápidamente para defenderme.

La realidad es que no puede hacer nada, yo no puedo solucionar nada. Jamás les he ayudado, no les he dado motivos para sobrevivir a todo esto, no he sido un buen líder y es por eso que la mayoría me odia por lo que soy. Muchos amaban a mi hermano junto con mi padre pero yo soy una terrible decepción para ellos porque no he podido superar que dos personas importantes para mi desaparecieron de mi vida dejándome un vacío en mi corazón.

—Yuliy, ¿tú hiciste eso? —habla Dylan con curiosidad.

Me muerdo el labio inferior y observo a Emily que disfruta este momento de confusión.

—no, yo a ella no la conozco para nada. Esta mujer no existe en mi vida. —habló con total indiferencia y veo que la mirada de ella se apaga.

Sus cejas caen y se curvean en un gesto de tristeza y decepción, sus ojos pierden el brillo que antes le había visto. Su sonrisa se esfuma y baja la mirada tratando de contener lágrimas. Mi madre observa su reacción y no dice nada pero Dylan desconfía de todo aquello que tenga que ver conmigo así que, no cree en lo que digo.

—¿para qué viniste aquí, niña? —pregunta Dylan con fiereza.

Emily sólo parpadea, inventando una excusa para salirse de esta. Espero que no saque más cosas a relucir sobre lo que había dicho antes, de que ella es Mikhail y quiere regresar con nosotros.

—conozco a Mikhail...

Esta frase ronda por mi mente y me saca de mi lugar, mi madre abre los ojos impresionada por lo que ella acaba de decir, Dylan ni se inmuta y sólo arruga la frente pensativo. Veo que mi madre se muere por preguntar demasiadas cosas sobre él y yo intento guardar la compostura.

—¿Cómo? ¿Cómo conoces a una persona que ya murió?

La pregunta me cala en lo más hondo de mis huesos, es como un frío viento que me hace estremecer y que me hace sentir demasiado mal. Esto jamás debió pasar, jamás debí de haberla conocido y aunque fue extraño, sé que no pude evitar que ella se acercara a mi. Ella insistió en hablarme, en tratar de tener mi atención por completo. Ahora que ya la tiene, jamás dejaré que ronde sola por estos rumbos; ella es peligrosa para todos.

Emily solo intenta ocultar su sorpresa pues no se esperaba esa pregunta de su parte, ella oculta sus sentimientos pero yo soy capaz de percibirlos. No puedo entenderla, al inicio pude ver lo que ella expresaba y me daba demasiada curiosidad... pero en este instante siento que no la conozco, siento que todo lo que antes había dicho fue una total mentira. Me sentí raro cuando ella comenzó a hablar, cuando intentó comunicarse conmigo a pesar de que yo la ignoraba. El mensaje que había recibido fue también demasiado extraño y verla por primera vez en el patio de mi casa fue aún más extraño.

—lo sé porque soy cercana a él, Mikhail jamás murió. —dice y esto hace que yo retroceda.

La mirada de mi madre y de Dylan son como cuchillas que van directo hacia mi, me persiguen y son tan filosas que son capaz de traspasar mi cuerpo. Un sudor extraño corre por mi espalda y frente. La tensión, el nerviosismo y todo lo que antes no quería sufrir, ahora está llegando. No sé qué decir, no sé cómo explicar lo que ella dijo. Yo también estoy tan impresionado por su confesión, porque las cosas están sucediendo demasiado rápido y de una manera diferente. Esto no es lo que yo esperaba, no creí que ella fuera capaz de existir o de hablar con los demás acerca de todo lo que sabe.

Tal vez podrá ser una reencarnación de mi hermano, tal vez en su momento lo conoció o a lo mejor puede saber todo de él porque eso hacen los vampiros; vigilan y tratan de mantenerse en la oscuridad. Pero de lo que sí puedo estar seguro es que ella no es mi hermano, ella no puede ser él porque en mi sueños él se despide de nuevo. Él me intenta decir que sólo hay una persona como él, que nadie podrá reemplazar su lugar en este mundo. Y eso tomó sentido en mi desde ahora.

—no, ella no es Mikhail si es lo que piensan. Ella no es nadie para nosotros los sirius, solo es un vampiro más que debemos exterminar. —mi voz sale fuerte y áspera, mi determinación es enorme que hasta yo me sorprendo por mi palabras.

Mi madre solo se gira para verme mejor y no tiene palabras para explicar lo que siente, no puede hablar de la impresión. Emily pasa su mano por su pecho y sé que esto la ha lastimado de sobremanera pero eso no es lo que me importa ahora, nada puede hacerme cambiar de opinión.

—es mejor que dejemos en paz a Mikhail, él murió y nadie podrá reemplazar su lugar, nadie podrá quitar el vacío de su pérdida —Suspiro y me agarro de valor —. Ella solo es una farsante más, alguien que quiere acabar desde adentro con la manada, como dije antes, ella no es nada.

Dylan me mira satisfecho y solo chasquea la lengua para decir sus últimas palabras a Emily.

—ya oíste, no eres nadie. No puedes volver a este lugar porque no eres como nosotros, no tienes el derecho de hablar sobre una persona que es sagrada en este lugar —él alza su mano y la extiende para darle paso a Emliy —. Ahí está la puerta y no vuelvas jamás.

Ella abre los ojos y me mira a mi con súplica, piensa que le ayudaré con ello pero ya me hizo suficiente daño. Yo solo niego y le doy el paso para que se vaya de aquí, no necesito más problemas. Mi madre es la única que se gira a ver la muchacha que camina lento y deprimida por lo dicho; su rostro indica que está indecisa, confundida y que tiene unas infinitas ganas de llorar.

Yo solo me giro para ver de nuevo a la persona que quizá podrá ser él, sabe mucho sobre mi hermano, sobre su vida, se parecen demasiado pero una parte de mi me dice que ellos no son iguales. Que nadie podrá quitar ese dolor que ya está desde el momento en que él se fue.