my rules; honey eyes

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Un pequeño hilo de saliva los separó; sus alientos ya no se diferenciaban.

El rubio sonrió con sorna viéndole a los ojos.

─Así que así se siente besar al gran Harry Styles.

Harry levantó sus hombros, no se habían separado ni un centímetro.

─Sí y ¿ahora qué harás? ¿Me dejarás tirado ahora que ya probaste mis dulces y perfectos labios?

El menor se rió un poco.

─La verdad es que mientras hablabas estuve pensando en varias maneras de dejarte aquí tirado e irme viéndome súper genial.

─¿Ah, sí? Entonces creo que tendré que esforzarme más.

El ruloso lo tomó del cuello del abrigo y lo jaló hasta que el rubio cayó sobre sus piernas, teniendo sus rodillas a cada lado de su regazo. Sus manos automáticamente siguieron su camino hasta sus caderas y sintió a Niall sostenerse de sus brazos. Sus bocas estaban a la misma altura pero Niall se negaba a juntarlas de nuevo.

─Estamos en plena calle, Styles.

Harry le apretó más contra si mismo. Niall se tragó un jadeo.

─¿Y qué? ¿Dices que si estuviéramos en un lugar cerrado serías más cooperativo?

Harry condujo sus labios por su quijada y rozaron su cuello, luego sus dedos se metieron debajo de su ropa, sintiendo su cálida y jodidamente suave piel.

Niall mordió su labio, aspirando el delicioso olor a fresa que emanaban los rulos del mayor.

─Tal vez, pero ni sueñes que podrás--

Styles los volteó rápidamente y en cuanto Niall trató de golpearlo, tomó sus puños sobre su cabeza. Observó divertido el puchero molesto que cubría su rostro.

─¿Qué crees que haces idiota? ¡Aquí apesta, está húmedo y estás ensuciando mi abrigo favorito!

─Oh, lo lamento, delicada princesa.

Niall se ofendió; muchísimo.

Definitivamente odiaba a ese bastardo arrogante con rostro perfecto.

Así que logró safar una de sus manos y le jaló del cabello hasta que pudo salir y levantarse. Harry se quejó pero aún tenía esa maldita so risa perfecta pegada a su boca.

─Así que te gusta rudo. Esa no me la esperaba.

─Agh. Ya cállate, idiota.

Sus pasos eran lo único que se escuchaba ahí en la noche, también los improvisados piropos que Harry le susurraba y de los cuales Niall no podía evitar encontrar divertidos y penosos.

Pero entonces...

¿Qué mierda estaba haciendo?

Era Harry Styles del que estaba hablando. Liam se lo había advertido. Que él se le metería por los ojos, por su padre. Todos querían llegar a su padre.

Su ceño se frunció y se apresuró hasta que encontró el callejón donde había dejado su moto el día anterior.

Harry le seguía de cerca, pensando en que más hacer para que cayera de una buena vez.

Le vio abrir el candado especial con unos números y el sonido de la ancha cadena cayendo al suelo, llenó la oscuridad.

─¿Ya te vas, princesa?

Niall pasó su pierna hasta el otro lado y su trasero se acopló al cómodo sillón.

Harry pasó su vista por las curvas de su cuerpo, pues se había levantado el abrigo para limpiar su boca; trató de no buscarle más significados a ese gesto.

𝓶𝔂 𝓻𝓾𝓵𝓮𝓼; 𝓷𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora