T/n y Jungkook son mejores amigos desde los 9 años. Son vecinos incluso antes de saber de la existencia el uno del otro. Para ellos seguir con la amistad ha sido fácil hasta que averiguan que tienen sentimientos mutuos. La cuestión es, ¿será demasia...
Me sentía en la gloria por el simple hecho de poder volver a probar esos suaves labios, los que me vuelven loco desde hace años. No existía ni un ápice de maldad en todo su ser, era perfecta a ojos de cualquiera. Su personalidad contagiaba a cualquiera que se encontraba a su alrededor, siendo siempre la misma chica alegre y risueña. No calculé cuanto tiempo llevábamos así, pero no me importaba. Un ruido en la puerta hizo que saliéramos de la burbuja en la que nos encontrábamos. Yo con desgana zafé mi agarre de ella.
Apareció Crystal preocupada por lo ocurrido anteriormente.
- Hola, ¿estás bien? -preguntó ella acercándose y acariciando mi rostro.
No contesté, solo me limité a asentir. No me di cuenta de que T/n estaba yéndose hasta que habló- Todavía sigue sangrando. Ten cuidado, le gusta quejarse.
No quería que se fuera, lo único que en este momento necesitaba era sentir su tacto, su cuerpo contra el mío. Pero se fue, una vez más dejándome confuso sobre lo que siente. ¿Puede que le guste de verdad? Pero si es así, ¿por qué siempre que ocurre algo se aleja?
*presente*
- Hola -logré articular- Necesitamos hablar.
Ella solo asintió, algo sorprendida todavía por mi inesperada visita. Me adentré y no supe si dirigirme al sofá o ir a la cocina. El ambiente estaba pesado y se notaba incómodo. Me decidí por quedarme de pie y esperar a que ella eligiera donde ir.
- Mm... -la vi nerviosa. Nunca antes había estado así, al menos yo no la había visto en ese estado. Es bastante directa, algo que adoro de su personalidad, además de que es natural y transparente ante cualquiera. Al no saber qué decir yo mismo me lancé a ser el primero.
- Te quiero.
Las palabras salieron de mi boca sin previo aviso, dejándome a mí tan estupefacto como a ella. No pretendía decirlo en alto, pero mis sentidos me traicionaron.
- Kookie...
- No, nada de Kookie. No sabes todo lo que he tenido que soportar todos estos años. Cuatro. Cuatro putos imbéciles que no supieron valorarte. ¿Crees que ellos te merecían? Porque yo no. Ahora por fin he tenido los cojones de declararme así que no me vengas con Kookie, no soy un puto crío. Si me vas a rechazar al menos sé clara y concisa. No quiero perder más tiempo queriéndote sabiendo que no es correspondido.
T/n solo calló, y no sé qué dolía más, su silencio o que no me quisiera como yo a ella. Cuando logré dar los primeros pasos queriendo largarme de ahí lo antes posible, ella me coge de la muñeca y se sitúa frente a mí. Sin hacerse esperar plantó un beso en mis necesitados labios. Una lágrima que amenazaba hace tiempo con derramarse recorrió su camino por mi mejilla, pero ahora lo menos que sentía era tristeza. Pegué más nuestros cuerpos para hacer el beso más profundo, no queriendo que se acabara nunca.
En esos momentos ninguno de los dos estaba en su sano juicio, fuimos arrastrados por la lujuria y el deseo carnal. Sin despegar nuestros labios caminamos hasta su habitación, cerrando la puerta tras nuestro paso. Debido a que su vestimenta se basaba en una camiseta holgada no me fue difícil librarme de ella, quedando casi desnuda ante mis ojos. Disfrutaba las vistas como si se tratara de una mismísima obra de arte, ya que eso era ella, tan perfecta que no podía ser cierto.
T/n no se quedó atrás y comenzó a desvestirme, recibiendo ayuda de mi parte porque no aguantaba ni un segundo lejos de ella. Cada vez notaba mis pantalones más apretados, y mi miembro se iba tornando erecto, indicando mi excitación.
Ya liberados ambos de cualquier tela que impidiera sentir nuestras pieles en su totalidad, la tumbé delicadamente sobre la cama, no parando de besarla. Me dirigí a su cuello dejando besos húmedos sobre este. Estos eran suaves, ya que sé lo mucho que le molesta que dejen chupetones en su cuerpo. Ella gemía del placer, ocasionando que yo cada vez me volviera más loco por ella. No aguantaba más, necesitaba hacerla mía.
T/N'S POV
No me reconozco, pierdo los papeles cuando me excito. Y él lo sabía. Se dio cuenta de mi necesidad de quererlo ya dentro, pero eso no impidió que jugara conmigo, rozando su miembro por mi clítoris, el cual me palpitaba en señal de lo mucho que lo deseaba. Antes de posicionarse en la entrada de mi feminidad dijo algo que me enloqueció aún más.
- Eres jodidamente perfecta, T/n.
Dicho esto, se adentró en mí, dejando escapar gemidos de mi boca por la satisfacción que me brindaba. Él por su parte gruñía mientras entraba y salía de mí. Cada vez se hicieron más fuertes las estocadas, siendo ambos un completo lío lleno de placer. Me acerqué a su oreja y mordí su lóbulo, haciendo que soltara un gruñido fuerte a la vez que aceleraba sus embestidas.
En un acto de espontaneidad lo tumbé, quedando esta vez yo encima de él. Me coloqué de manera que su miembro quedó rozando mi intimidad. Esta vez fui yo quien jugó un poco con él, haciendo que este gimiera con desesperación.
- No juegues conmigo, T/n -dijo con una voz ronca que erizó los pelos de mi nuca, dándome una nalgada que me hizo brincar y gemir ante el dolor, un dolor agradable. En un abrir y cerrar de ojos me agarró por la cadera y volvió a adentrarse en mí.
No pasó mucho tiempo hasta que llegué al clímax, disfrutando al máximo de todas las sensaciones que me trasmitía ese momento. Poco después Jungkook también se vino, eyaculando dentro del preservativo.
Ambos exhaustos, nos recostamos en la cama e intentamos regular nuestras respiraciones alteradas. Yo sin pensarlo me recosté sobre su pecho, escuchando los frenéticos latidos de su corazón. No hizo falta hablar, ya que nuestros cuerpos lo habían dicho todo. Fui cerrando los ojos hasta caer en un profundo sueño, sintiéndome protegida y querida. Por primera vez en mucho tiempo, sentía ese amor, en el que yo entregaba todo de mí sin importar nada más. No lo cambiaría por nada. Éramos solo él y yo. Antes de caer dormida del todo noto que me besa la coronilla, y yo inconscientemente sonrío.
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