Capitulo 10

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  Hoy, decididamente no fui al colegio. A mamá le dije que no me sentía bien, que estaba indispuesta y me dolían los ovarios. No dijo nada porque cada vez que ella se indispone está tirada en el sillón del living, con una bolsa de agua caliente sobre la panza como una hora y pico. Siempre, cada mes, la misma escena. Me preguntó si quería la bolsa. Le dije que no. De hecho ni siquiera estoy indispuesta pero no le conté a ninguna de las dos lo que pasó en el colegio. Y hoy, después de revolear le el papel al amigo de Ren, no quiero ni pisar el colegio. Es Viernes. En el fin de semana espero que todos se olviden de lo que pasó. Y se me curen los moretones que me han quedado. Hermosa estoy, divina.

  Ringo pasó por mi habitación, asomó la nariz:

-Qué te pasa, nena?

-Nada- Le dije

-A la noche hablamos- Me dijo sin convencerse demasiado- Ya sé que no estás indispuesta- Acotó.

  Esperé simplemente que no se lo contara a mamá o a papá. Y me quedé en la cama. Estaba lloviendo. Sigue lloviendo en este momento.

  Me quedé leyendo, toqué el piano. Y lloré un poco.

  Al medio día paso Keiko. Las chicas tenían que preparar un examen de inglés. Kaori y Akane van a la tarde al mismo lugar.

  Keiko me dijo que no podía ser que me mintiera para adentro, que sí, que me entendía pero que el Lunes, si no iba al colegio, me venia a buscar a casa de los pelos. Eso fue de lo primero que me dijo. Lo segundo me lo dijo riéndose. Yo estaba en pijama y pantuflas (Estos datos son más que importantes para que quede en claro el grado de desgracia que atravieso en este momento).

- Hoy en el ultimo recreo (las cosas importantes suceden cerca de la salida, antes estamos muy dormidos) vino Shiro a hablar conmigo.

- ¿Para qué...?

- Escucha- me dijo Keiko y continuó- Vino al curso, preguntó por mí. Se acercó y me dijo que se llamaba Shiro y que quería saber cómo estabas de tu caída y porque lo habías tratado así ayer.

-¿Que? ¿Y para qué fue?

-Para preguntar por vos...

-Me siguen gastando.

-Sei, te juro que no. Estaba súper serio. Parece re serio. Sí, ¿ Viste que el otro día cuando fuimos a bailar ni habló? No creo que te esté gastando. Me parece que si alguien se cae por la escalera, yo también me preocuparía.

  O sea que el tal Shiro preguntó por mí. Keiko le dijo que estaba bien, pero que lo del día anterior hablara conmigo el Lunes. Yo no pienso hablar, ¿Qué le voy a decir? Si fue con buena intención, le digo "Gracias" y listo.

  Mamá y papá llamaron tarde para preguntarme cómo estaba y si necesitaba que compraran comida porque a la noche tenía el cumpleaños de Kaede, ex compañera de trabajo. Que no comprara nada, le dije. Y que estaba bien.

  Ringo llegó como a las 7 y dele preguntarme todo el tiempo qué me pasaba. Que no es tonto, que me conoce, que aunque no hablemos mucho me veía rara. Le conté lo de Ren y lo de Shiro. Se puso como loco. Ya dije que cuando se enoja tiene la mala costumbre de enojarse con todo. Seguro que por eso Shiro fue a hablar con Keiko, porque mi mala actitud lo taladró. En eso somos muy perecidos. Y después de decir de todo del imbécil de Ren, se enojo conmigo porque no entendí que el gesto de Shiro fue bueno, sincero. Que se guarde la sinceridad, el también se río cuando el imbécil me dijo "Tarada".

  Me preguntó si quería empezar una dieta. Me paró delante del espejo junto con el. Craso error. Sola me veo bastante bien. Con Ringo compruebo que soy el doble. Le dije que no quería dieta, que me parecía una estupidez no poder comer cosas ricas. Me dieron ganas de llorar y me metí en la pieza tras un portazo. Ringo gritaba del otro lado de la puerta. Y llego mamá y papá. Como habíamos pactado no comentar nada delante de ella, bajamos. Yo me tragué las lagrimas, la comida y la bronca.

  Mamá venía con un humor de perros. Una historia extraña. La cuestión era que se tenía que apurar para llegar relativamente temprano al cumpleaños y tenía que ir en remís, que es un garrón según ella. Ya dije que nunca mamá no está de humor, no hace sentir muy bien a los demás. Ni cuando está de buen humor, ni cuando no está. Me di vuelta. Me metí en la pieza hasta que se fue.

  Ringo se fue a una reunión con los chicos del secundario. Pero antes me pasó un papel por debajo de la puerta. Es raro que Ringo se fije tanto en mí, no sé por qué siento que hoy se dio cuenta de que ya no soy tan chiquita. Me dijo que le parezco la hermana más linda. Claro, si no tiene otra.

  Se fueron, estoy terminando de escribir para ir a cenar. Si no hay nada para ver en la tele, me pondré a escuchar la radio. Si no, entraré en Internet a buscar cosas. Nadie me escribe mensajes pese a que tengo Whatsapp. A veces, Akane, que es la única que tiene tiempo en la casa. La única no, también Keiko pero odia su celular.

  Estaba pensando en qué estará haciendo Shiro a esta hora. Si estará con el imbécil. Si estará en su casa. ¿Tendrá hermanos, papá y mamá? ¿Lo habrá hecho en serio lo de la pulsera y la cartita o fue joda? No importa, igual jamás lo voy a saber.

Y tampoco sé por qué tengo que estar pensando y escribiendo de eso.

Somos Así (Diario De Chicas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora