Capítulo 22: Lo que cambio todo pt.1

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He pecadoras, lamento no haber actualizado antes. La verdad es que no me he estado sintiendo bien estos días, pero eso no importa. El capitulo estará dividido en dos partes, lo mas seguro es que suba la segunda parte en unos minutos o quizás horas, esta no tendrá el nombre de capitulo veintiuno parte dos, si no que tendrá el nombre de capitulo veintidós. Ahora si pueden seguir leyendo.💞

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Esperen, ¿acabo de escuchar bien? ¿Me castigara, aquí y ahora? La piel se me eriza ante sus palabras, eso sonaba... realmente bien. Sus manos hacen presión en mi cintura haciendo que salga de mis pensamientos. Me acerca más a él, dándome un pequeño beso en el cuello para acto seguido recostarme en el escritorio, haciendo que mi pecho tenga contacto con la fría madera, la cual tenía un particular olor a limón. Un gemido de sorpresa sale de mis labios ante aquello. Este ríe bajito, inclinándose quedando con su pecho en mi espalda. Pasa su mano derecha por mi muslo, subiéndola lentamente hasta colarse dentro de la falda.

—Jungkook. —Suelto un respingo cuando su mano acaricia mi sexo levemente por encima de la tela de mis bragas

—Shh —dice levemente en mi oído, siguiendo con su acto de acariciarme la intimidad. Su calor en mi espalda, los besos que reparte por mi cuello y la manera en que mueve sus dedos, hacen que en tan solo unos segundos me encuentre completamente mojada y a su merced. Mete un dedo por debajo de las bragas, teniendo esta vez un contacto directo con mi intimidad. Sigue acariciándola de manera lenta y tortuosa, para acto casi seguido apartar mis bragas para introducir uno de sus dedos.

—Ah... —gimo en voz baja ante la sorpresa y excitación que aquello me había provocado. Saca su dedo, para volverlo a introducirlo de forma rápida. Hace aquello varias veces para luego separarse un poco de mí, satisfecho con su trabajo, dejándome con las bragas mojadas y las piernas temblorosas, sonrojada y deseándole—. No....no pares —le suplico cuando se aleja, al igual que mi aclamado orgasmo.

—Date la vuelta. —Me ordena con voz ronca y autoritaria. Yo lo hago, girando hacia donde el esta. Sus ojos color café oscuro me miran con intensidad y aquello me hace poner nerviosa. Se relame los labios mirándome de arriba hacia abajo antes de soltar un jadeo y volver a acercarse a mi—. De rodillas.

Murmura con una voz ronca pero profunda, provocándome un escalofrió de excitación. Algo dudosa lo hago, me pongo de rodillas quedando en frente de su entrepierna, la cual está levemente abultada. Levanto un poco la cabeza para poder mirarle.

—Ha... sí supieras lo jodidamente bien que te vez ahí abajo, nena. —Me acaricia el cabello, mordiéndose el labio inferior. Dios, como quisiera morder ese labio—. ¿Qué tal si me ayudas con esto?

Coge una de mis manos llevándola a su entrepierna. Oh Dios, por supuestos que había hecho esto antes, pero por alguna razón con el me sentía sumamente nerviosa. Trago saliva antes de acercar mi otra mano y empezar a desabrocharle el pantalón, para acto seguido bajarlo junto con su bóxer. Su erección sale disparada hacia afuera, diablos no me acordaba de lo largo y grueso que era. Vuelvo a mirar hacia arriba, encontrándome con que él se encuentra mirándolo fijamente con paciencia. Sin despegar la mirada de la de él, cojo su pene entre mis manos empezando un suave movimiento de arriba hacia abajo, paso mi pulgar por su glande, notando que un líquido transparentoso sale de este.

Acerco mi boca dándole una lamida en aquella parte, Jungkook se tensa soltando un pequeño gemido y una maldición. Enrollo la lengua en su glande, para después meterme toda su erección en la boca, lamiendo y succionando esta para luego empezar un movimiento de adelante hacia atrás.

¿Debería sentirme como una zorra por hacerle una mamada a mi jefe? Después de todo, siento que él lo está disfrutando tanto como yo disfruto haciéndola. Mmm ahora que está a mi merced podría simplemente alejarme y salir de aquel lugar, aún que, ¿qué tan divertido sería hacer aquello? Sabía que una gran parte de mi quería quedarse y dejar que este hombre me follase como aquella vez en el auto. Pero otra parte de mi sabía que esto estaba mal y tenía miedo de que esto se convirtiera en algo más que atracción sexual. Él era mi jefe podía tener a cualquier mujer a su disposición, pero por alguna razón se encontraba aquí conmigo, dejando que le hiciera una mamada.

Boss|J.JkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora