Boss|J.Jk

Capítulo 30: Solo me usas...

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—Tengo planes para esta noche.

Contesto a la pregunta de Jin una vez me levanto de la pequeña mesa recogiendo los portafolios y hojas regadas en esta. Me había invitado a una cena con varios empresarios a los cuales estaban invitados tanto él como Jungkook. Estaba agradecida de negarme a aquella invitación, aún que no lo demostraba. Sabía de qué se trataban aquellas reuniones en las cuales solo iban ricos, hablan de cosas tan banales que era aburrido. No entendía como Jeon iba a aquellos eventos, estaba más que obvio que le disgustaba demasiado aquel tipo de personas.

—¿Planes con el chico de esta mañana? —Jungkook parece muy interesando de repente en la conversación que tengo con Jin. Su postura y actitud sería no habían desaparecido desde ayer y ya está algo cansada.

—Eso a usted no le incumbe, señor. —Mi respuesta no le gusto para nada, ya que su semblante cambio a uno mucho más severo a pesar de que le respondí en forma educada.

—¿Él chico de esta mañana? —Pregunta Jin con un gesto de confusión en el rostro—. ¿Tienes amigos aquí, ______?

—Bueno, algo así. Un antiguo compañero de universidad también está aquí, es un viejo amigo... y no fue esta mañana, fue ayer. —Miro por unos segundos a Jeon antes de dirigir toda mi mirada a mi bolso, en el cual guardo los papeles.

—A mí me parece perfecto que salgas a divertirte un rato, has hecho un gran trabajo estos días, así que más que merecido.

Jin me da una sonrisa sincera para después ponerse a recoger sus cosas. Por su parte, Jungkook se queda callado, creo que ahora si está ignorando nuestra conversación. Una vez llegamos a el hotel, me doy una ducha para arreglarme y estar lista a la hora en la cual Bang había dicho que me vendría a buscar.

Una risa estruendosa se escuchaba por todo el lugar, Bang Chan se reía hasta no poder más, incluso los ojos se le aguaron por causa de aquello. Aunque yo no me quedaba atrás, las personas de aquel lugar nos miraban un tanto extraño, mientras otras simplemente nos ignoraban.

—¡No me recuerdes eso, es vergonzoso! —Digo cogiéndome el estómago debido a que reír mucho me había provocado dolor. Habíamos cenado hace ya un rato y ahora nos encontrábamos en el postre.

—Pero fue tan gracioso. Lo mejor fue la cara de la maestra al ver que te habías echado todo el tarro de pintura verde encima. Eso fue genial.

—Ha... lo fue. —Sonrió al recordar aquello, a pesar de que me terminaron castigando con limpiar el comedor, aquello era un buen recuerdo—. Todos decían que le gustabas a ella.

—¿Qué cosas dices? —niega varias veces—. Pero si estaba casada.

—Eso no es impedimento para que le guste alguien más, mientras no le sea infiel... —digo bebiendo un poco de mi vino.

—Sabes, tu antes me gustabas a mí.

Su confesión repentina hace que casi me ahogue con mi bebida.

—¿Qué? —Carraspeo varias veces para aclarar mi garganta y para poder recuperar un poco más el aire.

—Eso fue antes, después vi que tu no llegarías a sentir lo mismo que yo, así que decidí no hacer nada. Aparte ayer vi que ya tenías pareja.

—¿Pareja? —pregunto confundida—.

—Si, el chico atrás tuyo. Cuando hablábamos sentía como este me miraba, creo que quería esfumarme con solo la mirada —Ríe leve.

—No...él no...

—Se nota que tú en verdad le gustas.

Decido quedarme callada ante lo que me estaba diciendo. Al final de la noche me deja frente al hotel, nos despedimos con un abrazo y prometemos no volver a perder la comunicación entre nosotros. Después de eso, él se va.

Exhausta me quitó los tacones dispuesta a tirarme en la cama sin importar nada, pero varios golpes hacen que me detenga a mitad de mi camino. Un suspiro cansado sale de mis labios, para después girar sobre mis talones he ir abrir la puesta. Para mi sorpresa un Jungkook vestido de traje se abalanza sobre mi besando mis labios con desesperación y necesidad. Es un beso amargo, pero aun así tiene algo que hace que mi pecho se acelere y sienta un hormigueo. Aun así, consigo alejarlo de mí y con una leve punzada en el pecho, digo:

—Pero... ¿qué estás haciendo, Jungkook?

—Y-yo, en verdad necesitaba hacer eso. —Un fuerte olor a alcohol me llega, es entonces que me doy cuenta que ha bebido quien sabe cuánto.

—¿Has bebido, Jungkook? —Pregunto lo que ya en si es obvio, pero quiero ver su respuesta. Asiente muy despacio, como si en realidad no quisiera hacerlo, como si quisiera que yo no me hubiera dado cuenta. Tal vez aquello le estaba dando el valor de hacer lo que él no es capaz.

—Me reuní con unos colegas y bebimos un poco, sí. —Explica. Suspiro alejándolo un poco más de mí, mientras niego levemente. Todo aquello solo había sido impulso del alcohol.

—Deberías irte, Jeon.

—¿Qué, por qué? Yo en verdad necesitaba besarte, y de... —Corto sus palabras, no podía seguir escuchando, aquello me hacía daño...

—Jungkook, esto simplemente es causa del alcohol, tú en realidad no lo necesitas. —Digo ya cansada.

—¡Por qué no me entiendes! —Grita exasperado.

—¿¡Y tú por qué no me entiendes a mí!? —Grito de la misma forma desgarradora que él—. ¿Como quieres que te bese y finja que todo está bien cuando siento que solo me usas? Lo peor es que después vas y pones lindos arreglos florales y regalos caros. ¿Esa es tu forma de disculparte? Porque yo no soy un objeto al cual puedes comprar, Jungkook.

—Lo siento, yo no...no creí...

Corto sus palabras, volviendo a abrir la puerta de mi habitación. Veo como sus ojos se cristalizan, un reflejo de dolor y arrepentimiento aparece en su cara, pero decido ignorarlo.

—Es mejor que tevayas, Jungkook. —Vuelvo a repetir aquellas palabras, haciéndole una señal paraque salga. Sin decir ninguna palabra, pero dedicándome una mirada dolorosamentepenetrante, sale de aquel lugar dejándome completamente sola y destrozada.

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[E D I T A D O 17/03/21]