DYLAN

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Narra Bianca

Han pasado ya varios años las cosas han cambiado mucho los gemelos están muy grandes y saben toda la verdad respecto a su padre.

Yo creí que ellos me iban a pedir conocerlo, pero no fue así tampoco nunca me pelearon por el hecho de ellos no poder salir a la calle, esto conllevo a que ellos crecieran para manejar la mafia pues de muy pequeños se les enseño a defenderse hasta llegar a ser incluso mejores que yo y eso me alegra, al hablar sobre Dylan ellos siempre dicen lo mismo que no les importa que su verdadero padre es Jorge y que si tienen la opción acabarían con él, pero espero y eso no pase.

He reducido mucho la seguridad pues mis hijos ya están grandes y aun que este embarazada en este momento no creo posible que me hagan algo mal pues estoy rodeada de hombres armados hasta los dientes, a cierto estoy embarazada ya tengo 6 meses y es una niña esta sería mi primer hijo con Jorge y eso me alegra mucho.

- Amor tengo que salir algo ha ocurrido un cargamento y tengo que ir yo mismo- dijo Jorge entrando por la puerta de nuestra habitación.

- Claro amor ve, pero por favor ten cuidado tengo un mal presentimiento- dije y es verdad algo malo va a pasar.

- No te preocupes me llevo a algunos hombres conmigo, los chicos salieron por un regalo para la beba, pero volverán en unas cuantas horas no creo que se demoren – dijo y sin más me dio un beso y salió nuevamente por la puerta.

Yo me quede mirando por la ventana viendo como salía por el portón las 3 grandes camionetas blindadas, sé que el único cargamento que llegaba hoy iba a ser entregado en un lugar a una hora de aquí, esto me da un mal sabor de boca, con este pensamiento me quede observando por la ventana como si algo fuera a ocurrir y no me equivocaba una media hora después de que salió Jorge ve como se acercaban varias camionetas y de ellas empezaron a bajar muchos hombres pero cuando veo uno en especial el alma abandona mi cuerpo.

Frente a mi casa se encuentra Dylan.

Veo como empiezan a disparar y van matando uno por uno a mis hombres, cuando veo que entran por la reja, me dijo rápidamente a mi despacho pues allí tengo armas las cuales puedo utilizar para defenderme, pero antes de llegar a este oigo como la puerta principal es derribada y por ella entran muchos hombres, los cuales no se demoraron en llegar donde me encontraba pues estaba en medio del pasillo y con una enorme pansa no es fácil de correr.

- Pero miren a quien tenemos aquí – dice la voz del hombre que alguna vez ame.

- Que quieres – dije

- Contigo muchas cosas, pero la principal es vengarme – al decir esto un escalofrió recorrió mi columna – agárrenla- pensé en pelear, pero sería estúpido pues ellos son más fuertes que yo y la verdad no quiero que me peguen por ni bebe.

- Dime que vas a hacer conmigo – dije

- Muchas cosas querida, pero no te resistas no queremos que tu bastardo salga herido verdad- dijo con una sonrisa de psicópata

- No- fue lo único que dije

- Hay métanla y déjenme solo con ella –dijo apuntando a una de las habitaciones de los gemelos

- Jefe y que hacemos – dijo uno de los hombres

- Espérenme afuera esto no va a demorar mucho- dijo, y todos se fueron cerrando la puerta detrás de ellos dejándome sola con Dylan. – muy bien que empecemos, me has dado mucha pelea y mira que esconderte durante 16 años es un poco bajo no crees, pero bueno la venganza es dulce. La verdad quería acabar contigo rápidamente, pero viendo lo bien que te sienta el embarazo creo que voy a disfrutar contigo un poco más- al decir esto me tomo bruscamente de la cara y me beso.

- ¡NOOOOO ¡- grite, pero envés de conseguir que me soltara, conseguí que me diera un fuerte golpe lo cual ocasiono que cayera sobre la cama.

- Iba a ser "delicado" pero ahora te aguantas- y sin decir más se lanzó sobre mí y empezó a besar, chupar y morder mi cuello y pecho con gran brusquedad.

Yo sabía que si no quería que a mi hija le pasara algo no podía pelear así que simplemente deje que las lágrimas bajaran por mis mejillas mientras sentía como el pasaba sus asquerosas manos por todo mi cuerpo, metió su mano por debajo de la falda de mi vestido y empezó a tocar mi parte intima, si fuera otro momento estaría gritando de placer, pero este no es uno de esos momentos no es mi esposo el que me está tocando, es otro hombre y es muy brusco, de un momento a otro veo como saca una navaja, empieza a cortar mi vestido hasta dejarme solamente en bragas pues con el vestido no se podía utilizar brasier y no saben cuánto maldigo en este momento haberme puesto ese estúpido vestido.

- Vamos a ver quiero que grites para mí – dijo y empezó a pasarme la navaja por los brazos dejando pequeños cortes.

- No por favor para- le dije, pero en vez de hacerlo empezó a realizar cortes más profundos en mis brazos y piernas.

- Quería jugar contigo muñequita, pero la verdad ya no puedo aguantar más me tienes muy duro y la verdad ya me duela la poya- al decir esto empezó a desvestirse hasta quedar completamente desnudo dejándome ver su gran pene completamente parado y duro, podía ver como todas y cada una de sus venas se marcaban, también podía ver como de el escurría ya algunas gotas de semen, pero vuelvo a repetir si fuera otra persona y otra circunstancia estaría encantada pero ahora estoy aterrada. – si vez mira como me tienes la verdad no creo poder aguantar mucho antes de venirme así que yo voy a hacer un poco de trabajo sucio y hay si comienzo contigo que te parece- yo simple mente no le conteste.

Él se colocó en medio de mis piernas y tomo su pene entre las manos con una mano se empezó a masturbar mientras que con la otra tocaba y apretaba mis pechos, así como me dijo el no duro más de unos cuantos minutos antes de venirse, pensé que aria que me lo comiera o algo así, pero en vez de eso lo esparció por todo mi cuerpo desde mi garganta hasta mi intimidad.

-bueno ahora si creo que te he tenido aguantando mucho por sentirme dentro de ti- dijo y de un movimiento brusco rompió mi ropa íntima dejándome completamente expuesta ante él se colocó nuevamente sobre mí y abrió mucho más mis piernas empezó a acercar su pene a mi vagina, yo ya estaba resignada a que esto iba a pasar, pero no quería ver así que cerré mis ojos, pero un gran golpe hizo que los volviera abrir – pero qué diablos- dijo Dylan mirando hacia la puerta por la cual entro.  





Quien habrá entrado que pasara, el siguiente capítulo va a estar mucho mejor pero tristemente este es el penúltimo capítulo y nuestra historia llega a su fin.

Quien habrá entrado que pasara, el siguiente capítulo va a estar mucho mejor pero tristemente este es el penúltimo capítulo y nuestra historia llega a su fin

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 Ya quisiera que fuera mentira pero no esa es la verdad

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Ya quisiera que fuera mentira pero no esa es la verdad

La Princesa De La Mafia (completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora