CAPÍTULO 16

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Unas horas antes

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Unas horas antes.

ETHAN

—¿Tienes todo listo?

Asiento con la cabeza después de cerrar la maletera de mi auto.

—Me tomará un día y medio llegar allá. Quizás menos.

De reojo lo veo cambiar su peso de un lado a otro.

—Nunca ha sido buena con los extraños —comienza. Volteo a verlo —. Tratará de parecer segura, pero ante el más mínimo movimiento se pondrá nerviosa. Tienes que ser cauteloso y...

—Aiden —interrumpo—. Cálmate. Sé lo que debo hacer.

Suelta un suspiro sacudiendo la cabeza.

—Debería ir.

Niego rápidamente.

—Necesito que vayas al pueblo y tengas preparado todo para nuestra llegada. Además, —me acerco— Paul debe ir entrenando. Necesito que esté listo para su transformación.

Veo la lucha interna reflejarse en su mirada. Él necesita ir conmigo a buscar a Mia, quiere explicarle porque nunca volvió por ella. Pero no estamos en la situación ideal para ir juntos. Tenemos otras responsabilidades, y una de esas es el chico que se aproxima a paso precipitado.

Me preparo mentalmente para sus berrinches.

—Antes de que te niegues, te recuerdo que Mia es mi mejor amiga. —empieza —No irás solo a buscarla. Me necesitas.

—No. —contradigo— Lo que necesito es ver que agarres tus cosas y las subas al auto de Aiden en cinco minutos.

Bufa.

—No te conoce. ¿Crees que aceptará irse contigo? Necesitas a alguien de su confianza.

Cierro los ojos pidiendo paciencia a Dagda.

—Yo sé lo que haré y no es tu asunto saberlo. Verás a Mia en el pueblo.

—¿Y cuándo será eso?

—Pronto.

—Di una fecha —insiste.

¿Es que nunca le han puesto un límite a este chico?

—Escúchame bien, Paul. —mi voz es firme y seria. El cambio en mi tono lo toma desprevenido y su seguridad flaquea— No tienes ni idea a los cambios que presentarás ni el riesgo en el que te convertirás. Ahora sientes que estás bien, pero cuando llegue el momento en que el lobo dentro de ti desee salir tendrás que estar listo para controlarlo. Y para lograrlo debes entrenar.

—¿Por qué mejor no eres directo? —escupe— Estás creando excusas para ir solo y ser el héroe.

¿En serio es tan infantil?

—¿Eso crees? —tomo su brazo y lo elevo. El horror destella en sus ojos al ver las garras que han reemplazado sus uñas. —Ni siquiera fuiste consciente. Las emociones de un licántropo son más fuertes e intensas, una pequeña e insignificante pelea podría provocar el mayor de los desastres. ¿Eso quieres? ¿Quieres perder el control frente a Mia?

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